La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

jueves, 30 de septiembre de 2010

¡Gracias a la vida!

Os hablé hace poco del libro de Albert Espinosa  (que os vuelvo a recomendar, el mío lo tengo pendiente de que me lo dedique mi amarilla...). En "el mundo amarillo" nos recomienda que tengamos un diario de las cosas bonitas que nos han pasado durante el día. No hace falta que sean grandes cosas. Pueden ser cosas del estilo"hoy la comida estaba deliciosa" o..." un rayo de sol alumbró mi despacho durante un minuto, fue perfecto"...

Yo he decidido hacerlo. Buscar de entre la maraña de cosas que suceden en un día, aquellas que descubro como bellas, cálidas... Porque vivir desde el corazón, vivir conectados a nuestro centro no sirve si no desvela para nosotros la Belleza presente por doquier, los guiños de la Vida, las pequeñas-grandes cosas.

¡Es tan fácil caer en la rutina que nos hace verlo todo gris...! Y un buen día parece que le pierdes el gusto a la vida de cada día y ya nada te sorprende o, incluso, casi todo te molesta o tiene el poder de sacarte de quicio. Por ejemplo: el ordenador hoy está tonto, falla, las descargar son eternas... ¿por qué no aprovechar ese tiempecito para respirar profundo? ¿por qué no agradecer en ese minuto, eterno porque tenemos prisa, las veces que sí funciona a la perfección?

Llevo algo más de un mes practicando el recuero diario de las cosas bonitas. Incluso, como aconseja Albert Espinosa, guardo pequeños recuerdos: un billete de autobús, una servilleta del bar donde he tomado un tentempié buenísimo... Es el historial de la vida cotidiana que, mirada con los ojos del corazón, se transforma en vida genial, vida llena, vida bella, vida que sorprende...

Los contemplativos tienen desarrollada esta capacidad. Su "tempo" interno es más calmado, menos atolondrado y eso hace que puedan conectar con las pequeñas-grandes cosas.

Así pues comparto con vosotros algunas de las bellezas de hoy: el agua de la ducha me ha acariciado el cuerpo y me ha ayudado a dejar atrás la pereza. El cola-cao estaba delicioso, mi nevera llena de cosas buenas, mmm... He llegado al cole y varias personas me han recibido con una sonrisa y un "buenos días/egunon, Elena"... Luego han venido los chavales de 1eso... a uno le he dado un susto y hemos reído juntos. Ha sido un grupo majísimo. Me ha llamado una persona encantadora y, antes de hablarme de trabajo, que para eso me llamaba, me ha hecho un montón de preguntas sobre mí, se ha interesado por mí ¡genial!. He comido tranquilita. No hace hoy ni frío ni calor, eso en Vitoria es una suerte... Tenía mensajes divertidos en el mail, mensajes profundos en otros lugares... mensajes: ¡alguien me recordó en algún momento y me envió algo! Mi ordenador funciona bien... y ahora puedo compartir con vosotros esto, sentada cómodamente en un despacho muy bonito y tranquilo y...¡Vete a saber la cantidad de cosas buenas que pueden pasarme hasta que me vaya a la cama!

Nuestros pensamientos tienen un gran, gran poder... Respira, respira hondo y conecta con la mirada interior: lo verás todo de otro color.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Cita con ángeles

Hay una canción de Silvio Rodriguez que me gusta mucho, se titula "Cita con ángeles". En este día de los arcángeles os invito a escuchar esta bellísima canción (clica en el link que incluyo al final).

Silvio nos invita a ser "un pelín mejores  y mucho menos egoístas". Yo hoy agradezco la existencia de ángeles guardianes que velan por los pobres, por los niños, por los adolescentes, por los ancianos, por los amigos, por la naturaleza, esos ángeles ponen el contrapeso a la historia de dolor de la humanidad.
Ir hacia el interior nos pone siempre en camino hacia los demás, hacia el mundo, nos da alas para volar allí donde nos necesiten. 

Desde aquí felicidadades a todos los "Rafas", "Migueles" y "Gabrieles" que conozco.


http://www.google.es/url?url=http://www.youtube.com/watch%3Fv%3DrtKDxQPCG1s&rct=j&sa=X&ei=F56jTNqGK9vNjAer9_iDAw&ved=0CB4QuAIwAQ&q=cita+con+%3Fngeles,+Silvio+Rodriguez&usg=AFQjCNF4CT8ovCLQ3HL0tr2h-1Ao8d6EUw

martes, 28 de septiembre de 2010

Sé tu mejor amigo/a

Anoche terminé el día con un recuerdo agradecido a la amistad. Hoy quiero reflexionar sobre un tipo de amistad muy importante: la amistad con uno/a mismo/a.

Ser amigo de sí mismo/a no es tan fácil como puede parecer. Personalmente he vivido momentos en los que estar a solas conmigo misma era estar con alguien no muy querido, otros en los que me he juzgado inmisericordemente... Hay un largo etc de desavenencias con uno mismo que emergen a lo largo de la vida y que nos hablan de la dificultad de quererse.

Si tomamos en serio nuestra interioridad, nos damos cuenta de que lo primero que aparece en el horizonte al transitar los caminos del interior, son nuestros ruidos internos y, de entre ellos, suelen resonar con especial claridad las voces que nos recuerdan lo que hemos hecho mal, lo que no hemos hecho, lo que sentimos como poco amable de nosotros/as mismos/as, etc. En las aguas removidas de nuestro interior, nuestra imagen aparece movida, distorsionada por nuestra mente. Entonces hay quien renuncia a seguir el viaje hacia el interior porque aquello que encuentra no le gusta o le da miedo... Es el vértigo de los primeros pasos y ésos, precisamente, son lo necesarios e imprescindibles.

Así es, si de verdad deseo entrar dentro de mí para llegar al Centro, al encuentro íntimo con una Presencia que me habita, con una Luz que todo lo ilumina, entonces lo primero es poner la propia casa en orden y para ello el primer paso es la reconciliación con uno/a mismo/. con nuestras sombras.  Bien, en realidad hablar de "primero" o "segundo" paso es tan sólo un lenguaje metodológico, porque muchas veces es el encuentro con esa Presencia lo que posibilita emprender procesos de autoconocimiento. y autoaceptación Sin embargo, todos los grandes mistagogos proponen primero el reencuentro con uno/a mismo/a, por ejemplo, S. Ignacio plantea un camino de 4 semanas en los Ejercicios Espirituales, un camino en el que, tras reconocer que esta vida mía es un don de Dios que todo lo ha creado,  el siguiente paso es reconocer mi caos interno y pedir ser iluminado en esas tinieblas. Teresa de Jesús nos dice que para llegar a la morada central del alma, donde habita Dios, la primera estancia que hemos de atravesar es aquella en la que encontraremos alimañas y todo tipo de ruidos . Podríamos traer aquí a multitud de hombres y mujeres sabios/as que en todos los tiempos y culturas, desde diferentes credos nos dirán que, en definitiva, no podemos ser amigos de la Vida si no somos antes amigos nuestros y es que, el encuentro con la Vida, la iluminación interior, lleva a la pacificación personal cuyo primer rasgo es el de ser hombres y mujeres que se quieren: "Ama al prójimo como a ti mismo" , Jesús orienta la mirada hacia un amor que comienza por el amor a ti mismo/a.

Ser tú mejor amigo significa quererte con tus luces y tus sombras. Abrazarte en tu debilidad. Valorar lo mucho bueno que tienes. Reírte contigo mismo. Disfrutar de los momentos a solas con ese/a amigo/a tuyo/a que eres tú. Escucharte: escuchar tu cuerpo que te avisa de tantas cosas que suceden dentro de ti, escuchar tus emociones sin rehuírlas por más desagradables  o potentes e inesperadas que sean a veces. Eso es lo que hacen nuestros amigos de verdad, nos quieren tal y como somos, nos escuchan, nos abrazan , se ríen con nosotros, acogen nuestros sentimientos... Pero eso es difícil vivirlo de veras con los demás si no sabes hacerlo contigo mismo/a  y...¡cómo cuesta!

Por ello, educar la interioridad no es pretender alzar el vuelo inmediatamente hacia experiencias altísimas, sino afincar bien los pies en la tierra de uno/a mismo/a y allí plantar la tienda y saber convivir con mi.persona. 

"Conócete a ti mismo" proponía el Oráculo de Delfos, quizá podríamos añadir "Conocéte a ti mismo/a...para ser tu mejor amigo/a".





lunes, 27 de septiembre de 2010

Cuando la amistad tiene nombre propio y color

Tú lo sabes, mi querida amiga y hermana, mi ángel de la guarda, mi amarilla... Sabes que hablo de ti. Tras tu llamada de esta noche y tras explicarnos mil confidencias nacidas del alma, no puedo sino dejar constancia en este mundo virtual de la belleza de la amistad. Es la amistad como un alimento para el alma, quizá por eso Jesús llamó a los suyos y nos llama a nosotros amigos.

¿Qué puede haber más hermosos que la llamada gratuíta de alguien que, en medio de sus quehaceres, se acuerda de ti y te llama? y cuando esa llamada se convierte en un abrir el alma, y reír juntos y decirse el uno al otro cosas que sólo del amigo pueden nacer... Entonces ese momento es oración, es contemplación, es 
 tiempo de gracia.

Tengo la suerte de poder,  poner bastantes nombres propios a la amistad, pero, desde hace poco ,también le puedo poner color: el color amarillo. Para comprenderlo debéis pedir que os regalen un libro titulado "El mundo amarillo" de Albert Espinosa. Su autor, un hombre con una trayetoria vital de estrecha relación con la enfermedad y la muerte, mantiene la tesis de que existe el mundo de los "amarillos" y...¿quiénes son los/las amarillos/as? son personas que te han marcado de una forma muy especial en la vida, a lo mejor no vuelves a verlos nunca más o a lo mejor se quedan para siempre en tu vida, pero son más que amigos y menos que amantes, están como a caballo entre una cosa y otra.

Os animo a descubrir los amarillos y las amarillas de vuestra vida y a que os abráis a ser los/las amarillos/as de alguien. La vida cobrará así más color y una sonrisa se afincará en vuestro rostro.

Doy gracias por mis amarillos, pero esta noche permitidme dedicar este último  pensamiento del día a ella... a ti, MARISA.   Buenas noches.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Un hermoso sermón

Hace ya varios años que descubrí muy cerquita de la casa de mis padres una parroquia con un párroco muy especial. Se trata de un hombre de aquellos que transmite por todos los poros de su ser la pasión por el Reino. Un sacerdote que ha conseguido crear en las eucaristías dominicales un verdadero ambiente de oración y recogimiento. Son muchos los detalles que en una eucaristía nos pueden ayudar a adentrarnos en el corazón de la celebración o pueden hacer que nos quedarnos en los extrarradios de ella. Personalmente, poder saborear las lecturas porque los lectores las han preparado previamente, ver un presbiterio donde hay hombres y mujeres en actitud de interiorización, los silencios bien gestionados y, sobretodo, la presencia de una sacerdote que celebra con todo su ser, es algo que agradezco inmensamente y que me facilita vivir la celebración.

De este sacerdote sé que estuvo bastantes años en Guatemala, sé que ha compuesto hermosas canciones en euskera, una de ellas una de las más emblemáticas dentro y fuera del País Vasco. He mantenido algunas conversaciones con él y su mirada es de aquellas que llega muy adentro, mirada que parece ver dentro de ti...


Hoy, un domingo en el que las lecturas eran fuertes, duras, una auténtica denuncia contra la pobreza y la desigualdad, el sermón de este hombre me ha emocionado. Con gran sensibilidad y humildad nos ha ido llevando a caer en la cuenta de que mientras existan hombres y mujeres pobres, cualquiera de nuestros pequeños o grandes caprichos son un exceso y una injusticia. Ha comenzando poniéndose a sí mismo como ejemplo, ha continuado interrogando a la Iglesia, para aterrizar después en nuestras vida sencillas. No hace falta pensar en los potentados de este mundo para pensar en excesos,  

No repetiré toda  la homilía, pero sí os diré que aún más que el contenido de la misma ha calado hondo dentro de mí su tono pacífico, nada polemista. Era una voz de denuncia desde la misericordia, desde la paz, desde la convicción de que Dios es el único juez de nuestras vidas. 

Pero lo más hermoso e impactante ha llegado al final, ha concluído confesando su fe en que el fin de la pobreza en el mundo llegará, convicción fundada en la esperanza. Decía él que viendo los cambios que ha vivido la humanidad en su devenir sobre la tierra... ¿por qué no creeer que evolucionaremos de tal forma que conseguiremos un mundo sin pobreza? Eso se me ha grabado a fuego ¿late dentro de mí tal esperanza, esa confianza en la bondad del ser humano? ¿creo de verdad que ya aquí, en esta tierra, pueden llegar a triunfar la justicia y la paz?

¿Pudiera ser que dentro de muchas generaciones el ser humano hubiera alcanzado tal nivel de conciencia que llegara a vivir sobre este planeta en paz y habiendo desparecido la división Norte-Sur? ¿Es posible que eso se dé aquí, que no debamos esperar a un final de los tiempos del que no conocemos el momento? Ciertamente sólo Dios conoce los tiempos y las horas, sin embargo, agradezco que alguien me haya hecho elevar el corazón y preguntarme por mi confianza en la Humanidad, una Humanidad que los cristanos afirmamos como hecha a imagen y semejanza del Creador.

Desde aquí mi más profundo agradecimiento a ese sacerdote capaz de despertar interrogantes con dulzura y lucidez.





sábado, 25 de septiembre de 2010

Los colores del otoño

Nos despedimos de ti, verano. Nos despedimos, en estas latitudes del planeta. de los días luminosos, de la ropa leve y colorida. Nos despedimos de los paseos vespertinos en los que la oscuridad va llegando tan poquito a poco que el día parece durar tanto como queramos disfrutar de él. Nos despedimos de ti, verano, de tu efervescencia y tu pasión. Cuesta decirte adiós, pero ¿sabes? ¡ya ha llegado el otoño! Han ido cubriéndose las copas de los árboles de tonos ocres. Sigue el ciclo de la vida y ya apuntan las alfombras de hojas su aparición en los parques. Llega el otoño con sus colores, con su apaciguamiento de la pujanza veraniega.

Tú nos traes, otoño, un tiempo previo, un umbral suave para adentrarnos en el invierno, tú nos ayudas a hacer la transición...¡eso es algo muy necesario en la vida!
La vida danza un ritmo de estaciones. Primavera, verano, otoño e invierno se suceden y no sólo en el planeta, en la naturaleza, sino en cada ser humano. Sin embargo, tal y como está sucediendo con el clima del que van desapareciendo las estaciones de tránsito, así parece que esta sucediendo con los humanos en muchas partes del mundo. Se evitan las estaciones de transición... Se desean vivir sólo la primavera y el verano de la adolescencia-juventud, esquivando, especialmente ese otoño-invierno de la vejez. Se intenta prolongar eternamente la juventud, se está prolongando la adolescencia... Las mujeres esquivan con miles de cremas y tratamientos el otoño del cuerpo, se nos presentan como modelos mujeres  y hombres sin una marca, sin "desconchados" en su escaparate corporal.

Y si sólo quedara ahí... pero, querido otoño, también te esquivamos por dentro,. Allí, en nuestro hogar interior hacemos lo posible para no ver, para no sentir las hojas que caen. Cualquier atisbo de otoño dentro de nosostros en forma de melancolía, de duda, de anhelo por algo mejor, de miedos que renacen... lo apaciguamos con huidas hacia el exterior: ruido, quehaceres, excusas y huídas hacia delante para no escuchar el sonido de las hojas al caer, un sonido sutil que sólo se percibe en el silencio y la quietud, sonido sutil que nos habla de un interior que también se sume en cambios y estaciones. Es la ecología interior, lo que hace tiempo se denomina la "ecología del espíritu".

Son necesarias las estaciones de transición en nosotros, los humanos, porque nuestra vida es continua evolución, la vida no deja de fluir si le dejamos y parte de ella son las crisis, las regresiones a momentos que creíamos superados. No hemos de temer a esa aparente desaparición de la vida que acontece en el otoño y en el invierno. Es necesario que la vida entre en fases de descanso, de barbecho, de silencio, de hibernación. Es bueno aprender a disfrutar de otros sabores, de otros olores, de otras texturas, de otros sonidos, de otros colores: los colores del otoño. ¿Te atreves?








viernes, 24 de septiembre de 2010

Si me miras sé que podremos...

Taller de Interioridad con 30 chavales de 1ESO. Aún son más de Primaria que de Secundaria. Aún tienen gestos y cosas de niños... ¡es que son  niños!. Quizá uno de los grandes fallos de hoy sea que les hacemos mayores antes de tiempo: la infancia queda como cortada y la adolescencia llega antes y...¡termina muy tarde!

Manejar muchos aparatos de última generación, vestir como el actor de moda o la cantante admirada, no da la madurez. Son niños imitando a los "¿adultos?"... ¿a cuáles? ¿quiénes son sus modelos? ¿son las aventuras y desventuras de "Física o Química" la vida real que ellos y ellas viven? ¿o quizá el misterio interminable de "el internado"? ¿o el laboratorio humano de "Gran Hermano" o de "Fama"? Es más: ¿Qué encontarán como ejemplo de vida navegando a solas por internert, ese infinito universo virtual donde todo cabe, donde todo es asequible?

El caso es que he buscado sus miradas. Siempre busco la mirada de las personas, pero más aún de los adolescentes. La mirada dice tanto... La mirada de frente, limpia; la mirada esquiva; la mirada que se niega a ser mirada pero luego mira de soslayo... Yo, como adulta, espero ver en unos ojos de 12 años la frescura de la vida por estrenar y, por desgracia, tantas veces encuentro vidas ya vapuleadas, ojos con tristeza incrustada que se transforma en ataque o en retirada...

¿Qué hay detrás de tantas miradas de nuestros alumnos/as? Cada vez más la carencia de una familia que eduque desde el amor hecho dulzura y firmeza a la vez. Una familia en la que lo primero sea aprender a ser personas y eso supone acoger la frustación y las normas básicas de convivencia. Pensarás:"Ya están los profes echando la culpa a los padres" No, ese es el error. No hemos de buscar culpables. Lo que urge es asumir con claridad y sentido común que el estilo de vida en el que nos hemos embarcado ha tocado en la línea de flotación a la familia y, de rebote a la escuela y que son las dos, familia y escuela, las que deben colaborar más que nunca para salvar a nuestros chicos y chicas.

Cuando imparto cursos de formación para profesores siempre se repite la misma frase: "Los primeros que necesitamos aprender a mirarnos para dentro somos los adultos"
Sí, los adultos que deseamos educar a estos adolescentes, andamos escasos de tiempo: los padres y madres agobiados por el trabajo y las facturas, los maestros y maestras enredados en mil papeleos y nuevos proyectos... y ellos, los chicos y chicas buscando una mirada sin saberlo.

Hoy a mis chavales les decía que me mirasen a la cara, a los ojos, que yo les estaba mirando... Por dentro yo pensaba: "Si me miras sé que podremos..."

jueves, 23 de septiembre de 2010

Ecos desde Galilea

Os sigo escuchando, contemplando y sonriendo. Estáis presentes. Llenáis mi casa y mi despacho. No voy sola, venís conmigo.


Juntos nos dejamos lavar los pies y nos sentimos llamados a lavarlos.
Juntos reconstruimos el mundo roto, el nuestro, el de ellos y ellas, nuestros niños, nuestros chavales.
Juntos respiramos desatascando vías por las que entre la Vida.
Juntos caminamos lentamente, saboreando el paso presente, el único que nos pertenece, acompasando el ritmo al Ser.
Juntos adoramos a Dios que está en los pies de cada hermano, de cada hermana... Dios ya no vive en el cielo porque se quedó a lavarnos los pies, allí le encontramos.
Juntos cantamos el Aleluya de la tierra y descubrimos Dulcineas ocultas en Aldonzas.
Juntos bailamos la danza de la Vida, en silencio a veces, a ratos entre carcajadas de felicidad...¡la vida es tan divertida cuando bailamos juntos!
Juntos nos convertimos en alfareros y dejamos que el Amor hiciera brotar la esencia.
Juntos aprendimos a entrelazar nuestras vidas y nuestros cuerpos para formar una estatua viva para ellos y ellas.
Juntos nos miramos y aún más: nos contemplamos y la mirada fue caricia y renacer en las pupilas de otro.
Juntos fuimos más allá y atravesamos la oscuridad para encontrar un Tesoro.
Juntos escuchamos la Canción del otro, su ritmo interior.
Juntos construímos una espiral de Amor, vida que fluye, desde el más puro Centro hacia todo, hacia todos...
Juntos... Unidos...
ME ABANDONO A TI, HAZ QUE SEAMOS UNO.

Una vista privilegiada

Hay personas que te dicen que viven en casas con "vistas privilegiadas", también se ofertan en los anuncios de venta de casas aquello de "casa con vistas". Pues en mi caso dispongo de una casa con vistas. Resulta que gracias a mi trabajo, dispongo de una plataforma de observación y conocimiento de lo que  se mueve en muchas escuelas cristianas que me permite afirmar: ¡Qué gozada de educadores tenemos!

Regreso de 10 dias en un lugar hermoso llamado S. Asensio, más concretamente de la casa que allí tienen los hermanos de La Salle, un centro de vivencia lasaliana. Lugar hermoso, rodeado de vides que destilan muy buen vino, pero sobretodo muy buen caldo humano. 10  días conviviendo con 27 educadores/as lasalianos de toda España: Tenerife, La Palma, Galicia, Madrid, País Vasco, Andalucía, Portugal, Zaragoza, Barcelona, Mallorca , Palencia, Valladolid y creo que no me dejo a nadie...

Sólo puedo explicar que lo allí vivido es inexplicable por su hondura y calado humano y espiritual. Desde aquí...¡GRACIAS!

Pero lo importante es que en mi contacto con muchos y variados claustros educativos, siempre regreso feliz de saber en qué buenas manos están los chavales, qué seres humanos tan bellos pueblan los pasillos y aulas de tantos colegios en toda España... De todo hay en la viña del Señor pero...¡abunda lo muy bueno!

Gracias, educadores.