La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

jueves, 31 de marzo de 2011

UN LUGAR EN EL MUNDO...

Hay un grupo de jóvenes en Barcelona que, por segundo año, deciden vivir juntos durante una semana para compartir su fe, inquietudes y soñar con un estilo de vida comunitario propio del siglo XXI.

En ese grupo hay una personita muy especial para mí, Lara. A ella le escribo cada día un mail. Es mi forma de sentirme con ellos, con ella. Es mi forma de animar el sueño de estos jóvenes, todos ellos vinculados al Casal Loiola y a la espritualidad ignaciana.
Conocí a Lara en un retiro que acompañé en Manresa (Barcelona). Fueron unos días de ensueño. Ella tenía entonces 15 años y fue en ese momento cuando tuvo una hermosa experiencia de Dios en una de las dinámicas que les propuse. Tuve el enorme privilegio de presenciar y escuchar de su boca una verdadera experiencia fundante que ha originada en ella un camino, unas elecciones concretas de gran calado. Lara es ya una mujer y una hermosa mujer creyente.

Lara es un regalo que me ha hecho el Señor. En ella veo el paso de Dios, la transformación que genera en los corazones que se abren a Él. 

Ayer escribí mi segundo mail para ella y he pensado que podía compartir con vosotros y vosotras su contenido, porque nos sirve a todos. Al menos a mí me sirve, porque, tengamos la edad que tengamos, todos y todas seguimos buscando, tantas veces, nuestro lugar en el mundo.


En este segundo día pienso en ese lugar concreto en el mundo: el casal... os imagino entrando y saliendo, orando juntos, comentando acontecimientos del día, a estas horas muchos ya regresando de vuestras idas y venidas... y reencontrándoos en ese lugar...¿conocéis la película "un lugar en el mundo? si no la conocéis, investigad un poco... El caso es que hoy pensaba en vosotros y me decía qué necesario es encontrar nuestro "lugar" en el mundo.
 
Hay un primer "lugar" para todos nosotros: nuestra familia, en ella recibimos las bases sólidas (a veces puede que un poco líquidas...) para la construcción de nuestra personalidad.
 
Hay un segundo "lugar": el cole... allí donde salimos del hogar calentito y nos lanzamos (bueno, nos lanzan)  a la vida con otros desconocidos. En el cole comienzo a socializarme de otra manera...
 
Hay un tercer "lugar": los amigos, su corazón. En el corazón del amigo yo existo como alguien único y amado por una elección. A los amigos los elijo y me eligen.
 
Y, por último, hay dos "lugares" muy especiales. A estos pocas personas acceden, pocas saben que existen:
 
MI CORAZÓN Y EL CORAZÓN DE DIOS.
 
Sí, el cuarto "lugar" es mi propio corazón, que representa la totalidad de mi persona. Yo soy "mi lugar". Mi interior. Podemos pasarnos toda la vida buscando lugares exteriores que me conforten, preguntándome cuál es mi lugar en el mundo o dónde habrá un lugar para mí, sin darme cuenta de que si no estoy en mí mismo como en mi casa, andaré siempre inquieto e insatisfecho. Si no me siento en mí mismo como en mi casa, deambularé por la vida como de alquiler o como un "okupa". El reto es ser el dueño del mejor hogar: mi propio yo. ¡Bienvenido a la república independiente de mi "yo"! (¡qué buenas ideas nos da Ikea...!), pero yo lo cambiaría aún más y diría "bienvenido a la república abierta a todos de mi yo". Independientes sí, aislados no...¿no os parece? Por eso estáis ahí unidos, compartiendo búsquedas y anhelos comunes.
 
Y... Nos queda un quinto "lugar"... El corazón de Dios. Es el hogar de todos los hogares. Es el que los sutenta todo. El corazón de Dios es donde "caemos" cuando nos exiliamos de nosotros. Leed el salmo 138: "Señor, tú me sondeas y me conoces... Aunque me acueste en el abismo, allí te encuentro...." Leedlo en esta clave y os resonará hermosísimo.
 
Todos los "lugares" confluyen en un único y acogedor "lugar": el corazón amoroso de Dios. Bienaventurado quien sabe escuchar el latido del corazón de Dios, porque él descansará feliz...
 
Os deseo a cada uno de vosotros, especialmente a ti, querida Lara, que este "lugar", el casal, se transfome en el simbolo exterior de una realidad interior, la de saberos y sentiros en las manos de un Dios que os quiere para sí y que es vuestro "lugar" más real, aunque jamás le veáis. Muchos besos desde este lugar del planeta que se llama Vitoria.   ELENA




jueves, 24 de marzo de 2011

"Nos une el mismo Invisible"

"Somos como las cuentas del collar de la creación y estamos unidos unos con otros, cada uno ocupando el lugar y el espacio que le corresponde... El movimiento de los astros es sagrado y el nuestro también. Nos une el mismo Invisible" (Laura Esquivel, Malinche, Ed. Suma, 2006).

Leí Malinche hace varios años. Fue uno de esos libros que te sale al encuentro. Trasteando por entre las estanterías de libros de un librería del aeropuerto de Barcelona.  Su lectura me cautivó.

Malinalli, la Malinche, la admirada y denostada amante de Hernán Cortés, que ofició de intérprete entre españoles y aztecas durante la conquista para luego ser acusada durante siglos de haber traicionado a su pueblo, vendiéndolo al invasor.  Laura Esquivel narra la aventura vital de la mujer que creyó que el extranjero Hernán Cortés pondría fin a los terribles sacrificios humanos de la religión azteca, pero que acabaría en cambio descubriendo la crueldad no menos sangrienta de los conquistadores. 

Es, pues, la historia del encuentro de dos culturas, de dos modos de entender al ser humano y a Dios. Un encuentro que, más bien, fue un choque en el que unos se impusieron y otros fueron acallados. Pareciera que los humanos no conocemos otras formas de relación sino la conquista, la depredación cultural y económica.

A día de hoy, los aviones y armas de una coalición occidental, intentan ayudar al pueblo libio a liberarse del cruel dictador Gadafi. Aquel que ha sido recibido en palacios y foros internacionales, aquel a quien occidente ha estado vendiendo armas, ahora es perseguido y juzgado por crímenes de lesa humanidad. Difícil de comprender si no es dentro de los cauces hipócritas e interesados de las grandes partidas de ajedrez de las potencias internacionales...

Dejar resonar en medio del recuerdo del pasado y del presente de las relaciones internacionales la frase que encabeza esta entrada crea una extraña sensación. Es como intentar leer un documento de Word desde una aplicación errónea o diferente. La aplicación no reconoce el documento y entonces sólo aparecen ante nuestro estupefactos ojos signos extraños.

Me da la impresión de que, de dia en día, de generación en generación, la vida política y económica de nuestro planeta tierra se expresa a través de un software que muchos ya no podemos comprender, pero sucede lo mismo a la inversa: aflora un nivel de conciencia en la humanidad, una sensibilidad que es imposible que sea decodificada por las claves de lectura de la realidad de los políticos y los economistas.

No somos pocos los que creemos que la única via para poder solucionar los múltipes problemas que aquejan a la Humanidad es la de seguir transitando empecinadamente los caminos de la comunión. Sentir al otro tan mío, tan yo, que me sea imposible desearle ningún mal.

No es sino esta la propuesta común de todas las religiones. Cada una con sus énfasis, sus teologías y antropologías, pero todas ellas portan en sí un mensaje de amor, de paz, de perdón, en definitiva, de común-unión.

Urge hoy hacer resonar ese mensaje. Para ello contamos también con la aportación de las ciencias especialmente la Física Cuántica. Los descubrimientos de la Física que atiende al microcosmos, a lo que está más allá de lo visible en el microscopio, nos dicen que hay un sustrato común a todo en el nivel subatómico. Parafraseando al evangelista. Juan, los físicos cuánticos nos ha n dicho que "aquello que ni el ojo vió ni el oído oyó" eso... la Física Cuántica lo ha visto, a saber, las estructuras subatómicas que sostienen el universo.

La Teoría del Caos, la Teoría de Sístemas y tantos otros descubrimientos y planteamientos de la Física y las Matemáticas, nos sugieren aspectos de la realidad que los místicos han percibido desde la experiencia interior.

Todo ello lo podríamos condensar en esta hermosa frase que Laura Esquivel pone en boca de una venerable anciana que habla con su nieta. Sí, somos cuentas de un collar. Pensarnos así  hace caer nuestros orgullos y prepotencias. Si tú y yo formamos parte de un Todo, entonces somos pequeños, pero a la vez, también grandes, sin embargo grandes con una grandeza que no nace ni termina en nosotros.

Nuestro movimiento es sagrado, como el movimiento de los astros porque ambos movimientos hablan de algo mayor, de algo o Alguien que es el origen de todo. El místico percibe que es una gota de agua en el océano: el océano es la gota y la gota es el océano. Se da la comunión pero no la anulación.

¿Podemos imaginar un discurso en la sede de las Naciones Unidas o en el Parlamento de un país que estuviera basado en esta certeza de la indudable y real unidad entre todos los seres humanos y de estos con el planeta asumiendo todas las consecuecias éticas que ello comporta? Ciertamente no, este tipo de argumentación es un software que no admite el disco duro de nuestros sistemas políticos y económicos. El término"globalización" que encierra en sí posibilidades de acercamiento a estos planteamientos no dualistas, sin embargo, se ha concretado en una globalización meramente monetaria, económica.

El neoliberalismo protege el libre mercado pero no genera redes de comunión, al contrario, ha ido gestando mayores diferencias y abismos entre unos ciudadanos y otros. Su colofón es la aparición de un nuevo tipo de hombre: el "sin papeles". Son miles de hombres y mujeres los que soportan sobre sus espaldas el peso inhumano de un mundo construido sobre bases falsas y egoístas. El 80 por ciento de la Humanidad asume las consecuencias de una historia de redes sociales que han favorecido la pujanza de unos pocos generada con el empobrecimiento de muchos.

Sin embargo, cada vez más personas percibimos que el sustrato común sigue existiendo. Más allá incluso de la Declaración de los Derechos Humanos, percibimos una común unidad que nos hace no poder alegrarnos de nuestros logros si no redundan en el bien de todos y  de todas. 

Creer que somos todos y todas cuentas de un collar es peligroso porque de ahí nace la conciencia de tener que pervertir el orden establecido que es injusto en su raíz. Las democracias occidentales tienen muy poco que decir hoy a los hombres y  mujeres que, por ejemplo, en Egipto, Túnez o Libia han dado la vida por la libertad. Los logros sociales de occidente fueron algo a celebrar antaño, pero ante nosotros, que nos llamamos pueblos civilizados, hay grandes retos planteados a los que no estamos sabiendo responder como sociedades.

Cada uno hemos de ocupar nuestro lugar y nuestro espacio. La común-unidad no me exime de responsabilizarme de mi pequeña parcela de ese Todo. Por ello el místico es un auténtico revolucionario aunque parezca no hacer nada. Por eso mismo hoy no interesa la auténtica mística, sino sus subproductos, el "estar bien", "estar en paz"...

Hoy todos queremos tener nuestro hueco en la gran Red de las redes sociales, pero ¿quién quiere implicarse en la única y verdadera Red, la de la Gran Familia Humana? Sólo unos pocos y valientes. A ellos y ellas, gracias. Os necesitamos.

lunes, 21 de marzo de 2011

Cuando el encuentro nos preña de Vida

El brocal de un pozo, una llamada a la puerta, María e Isabel, unos magos siguiendo una estrella, unos hombres deseperanzados y un caminante que les sale al paso, Felipe y el eunuco... El Nuevo Testamento está atravesado de encuentros fecundos. Se entrecruzan preguntas y respuestas, dudas y certezas, miedos y fe. Personas que se encuentran, hablan, lloran, piden, se quejan, esperan, preguntan y personas que escuchan, acogen, enjugan lágrimas, dan, responden, explican, sanan...

Es la gran enseñanza de Jesús: que el Amor pide abrirse camino a través de nuestros gestos, que no se puede amar en abstracto, que amar a todos quiere decir amar a cada uno en concreto, también al enemigo.

Pero hoy centro mi mirada en esos encuentros que preñan de Vida. Encuentros "en el camino", no programados ni buscados, encuentros que fluyen. Hoy les pondré un nombre: Toni y M. Antonia, porque en todos los encuentros del evangelio sabemos quién se encontraba con quién: la samaritana y Jesús, María e Isabel, Felipe y el eunuco... Pues, en el evangelio de la vida diaria, el que vamos escribiendo tú y yo, los encuentros relevantes tienen nombre y rostro.

"Yo estoy a la puerta y llamo, si me abres, entraré y cenaremos juntos"...¡qué hermosa esta imagen del libro del Apocalipsis!, es decir, del libro de la Revelación. Sí, esta frase nos revela que Dios llama a la puerta humíldemente y espera, simplemente espera, podemos abrirle o no, responderle o no, pero si le abrimos, entonces entrará para compartir la cena, la intimidad nocturna que se presta a la confidencia y el descanso.

Yo creo que Dios llama a la puerta de mil maneras y espera a la puerta de mil maneras. Dios ha llamado a mi puerta a través de muchas personas: de mis padres mayores, de mis amigos amados y los acontecimientos de sus vidas, de los adolescentes, de los educadores a los que doy cursos, de los pobres, de Leku y, hace poco, a través de Toni y M. Antonia. Cada encuentro ha hecho nacer en mí una respuesta.

Y he comprobado que, si abro la puerta, mi casa se llena de risas, de cantos, de sonrisas, de abrazos, de pizzas compartidas, de paseos, de manos entrelazadas, de miradas profundas, de nuevas ideas, de proyectos retadores, hasta de un Gin-tonic exquisito que deriva en carcajadas... Cuando abro la puerta, quedo preñada de Vida.

Desde estas líneas os doy las gracias, M. Antonia y Toni, por todo lo bueno que habéis traído en dos días a mi vida y por lo que vendrá (¡queda poco para agosto!). Somos otra concreción más de ese Uno que somos en esencia. Nuestro encuentro está llamado a dar vida en abundancia, no sólo a nosotros mismos en forma de amistad, sino a otros muchos a través de nuestra vocación educativa.

"Mi casa ha sido tomada por las flores" canta Silvio Rodriguez... Mi casa interior está llena de presencias en la Presencia.

Sigue resonando la canción, Toni, tu canción: "Yo estoy a la puerta y llamo..."

domingo, 20 de marzo de 2011

Resituarse... ser reubicado: la Transfiguración de todo.

Escogí de entre las palabras, las más bellas
para describir quién eres Tú,
mas sólo conseguí suscitar la discusión de los doctos
que llenaron páginas enteras
con etimologías, derivaciones y analogías.

Escogí de entre los gestos los más comprometidos y tiernos
para describir quién eres Tú,
pero pronto me encontré encumbrada por unos
a un alto pedestal, como si un dios fuera,
admirada, encumbrada e imitada.
Por otros llevada a un tribunal
que juzgó cada gesto lleno de defectos y de excesos
"Demasiado alejada de la realidad"-dijeron unos-
"Demasiado comprometida y cercana"-dijeron otros.

Escogí de entre las canciones la más hermosa, la más dulce, íntima y armoniosa,
para cantar cómo eres Tú,
mas, mientras te cantaba
me perdí en la belleza de mi voz
y en el envolvente sonido de la guitarra.

Escogí de entre los cuadros el más perfecto y luminoso
para mostrar cómo eres Tú
pero pronto lo colocaron en un museo tras un muro de cristal
y alarmas protectoras.

Escogí de entre los iconos
el más profundo, el más inspirado
para balbucear quién eres Tú
pero pronto todo el mundo se prosternó ante él
y anatematizó a quien así no lo hiciera.

Escogí de entre los paisajes el más encantador y bello
para manifestar cómo eres Tú
pero al cabo de un tiempo
hubo personas que no supieron orar en la ciudad.

Escogí de entre los cultos el más sobrio y preparado
para celebrar quién eres Tú
pero a algunos les cegó el humo del incienso
y los pobres, aturdidos ante tal solemne evento,
nisiquiera se acercaron.

Y cansada me adentré en mi cuarto,
con llave cerré la puerta
y escogí no escoger.

Callé.

Y sin yo, más allá de todo y muy dentro de mí,
me mostraste quién eres Tú.

Se borraron las palabras, se resituaron los gestos,
se armonizaron las canciones
cayeron cuadros e iconos,
cobraron vida los paisajes
y el culto se hizo memoria viva y festiva
donde los pobres tienen el puesto principal
y Tú eres Tú
y no quien nosotros queremos que seas...

viernes, 11 de marzo de 2011

TÚ, MI OTRO

Tú, mi otro,
mi alteridad
y mi yo misma.

Tan sólo se han entreabierto
las puertas de tu morada
y ya llueve la Gracia
a raudales
bajo mi techo.
Los contornos de lo conocido se transforman en oro y plata,
en playas de infinitos mares
en puentes y caminos
en horizontes inabarcables.

Tú, mi otro,
mi alteridad
y mi yo misma.

Con exquisito respeto
impones tu presencia,
abriéndote paso
por entre lo cotidiano:
una música, un aroma, una mirada, un poema...
Todo lo arrebatas,
mente, alma, cuerpo,
ante el resplandor
y potencia
de tu palabra callada.

Tú, mi otro,
mi alteridad
y mi yo misma.

Sin imágenes esta vez,
sin palabras,
desnudo de ti y de mí
todo se hace una misma cosa,
todo es esencia.
Sólo un leve roce
y me adentras en mí
en danza y en giro,
y, sin palabras, sin ver nada,
todo lo acojo, todo lo entiendo.

Tú, mi otro,
mi alteridad
y mi yo misma.

Regreso de este inmóvil viaje,
de este adentramiento
reconciliada y amiga.
Me abrazo en tu abrazo,
en tu mirada me miro.
¿Es posible, puede así suceder?
sólo sé que así ha sido
y me encuentro ahora
bañada en un mar de sentido.

Tú, mi otro,
mi alteridad
y mi yo misma.

La más profunda soledad,
la más inquietante noche,
el camino sin norte
todo me llevó a Ti,
todo lo bendigo pues te trajo a mí.
Cuando así llueve la Gracia
bajo mi techo,
me diluyo y expando,
me armonizo y reencuentro
fuera de tiempos y espacios.

Tú, mi otro,
mi alteridad
y mi yo misma.

jueves, 3 de marzo de 2011

Ellos son nuestro presente y nuestro futuro

Escribo hoy desde la honda preocupación ante las situaciones vitales que deben afrontar nuestros adolescentes. Me pregunto cómo podemos pretender que algunos de nuestros alumnos se concenten en clase cuando lo que viven en sus casas es algo parecido a un infierno o a un gran vacío.

Niños y niñas de 13 años que son monedas de cambio en procesos de divorcio. Otros que crecen sin autoridad, sin límites porque sus padres hace tiempo que tiraron la toalla y se sienten sobrepasados y muchos otros casos que ponen a los educadores ante chicos y chicas nerviosos, agresivos, pasotas, pesimistas, pasados de rosca... pero que piden de mil formas ser importantes para alguien.

Me procupa y mucho, que nadie hable de ellos y ellas en ningún foro educativo serio. Que en ningún programa político se hable de ellos, se piense en ellos, más allá de programas de prevención de drogas y de sexo seguro o píldoras del día después.

Yo con ellos y ellas me encuentro en los talleres de imterioridad, una mañana entera de trabajo para conocerse mejor, para relacionarse mejor, para mirar la vida desde más adentro e incluso con el deseo de que pueda aparecer la inquietud y la pregunta sobre Dios. Pero, día a dia, año a año, constato que debo comenzar de más y más atrás. La capacidad simbólica practicamente ha desparecido de sus vidas, la capacidad argumentativa brilla por su ausencia, su umbral de concentración es cada día más bajo. Y los educadores debemos seguir educando con estrategias y herramientas del siglo XIX y algún ordenador más.

No es justo ni para ello ni para nosotros, los adultos. No es justo que nos resignemos y que no busquemos alternativas y apliquemos creatividad. Necesitamos ya un debate educativo muy profundo en este país. Nos va en ello el presente y el futuro, el de los adolescentes y el nuestro.
Dejemos de quejarnos de una vez de cómo son los adolescentes porque lo que nos debe preocupar es que ellos y ellas son hijos e hijas de nuestra sociedad y ésta la hemos ido construyendo entre todos. Si son como son es porque nosotroso somos como somos. Ya sé que esta afirmación"pica" pero estoy convencida de ello.
Los colegios tenemos un enorme reto ante nosotros. ¿Para cuándo una huelga de profes no por los salarios sino clamando por el bien de nuestros niños y adolescentes?