La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

jueves, 14 de julio de 2011

FRAGILIDAD

Perdonad que me repita... Sigo meditando en torno a la fragilidad humana. Os propongo hacerlo a través de esta canción de Sting que Amaia me ha enviado. La letra dice así:

FRAGILIDAD
Mañana ya la sangre no estará
Al caer la lluvia se la llevará
Acero y piel combinación tan cruel
Pero algo en nuestras mentes quedará.

Un acto así terminará
Con una vida y nada más
Nada se logra con violencia
Ni se logrará.
Aquellos que han nacido en un mundo así
No olviden su fragilidad.
Lloras tú y lloro yo
Y el cielo también, y el cielo también
Lloras tú y lloro yo.
Qué fragilidad, qué fragilidad.

FRAGILIDAD
Si,la sangre correrá,cuando carne y acero son uno.
Secando en el color del sol vespertino,
La lluvia del mañana lavará los tintes
Pero algo en nuestras mentes siempre quedará
Quizas este acto final estaba destinado
a confirmar el argumento de toda una vida
Que nada viene de la violencia
y nunca nada podrá.
Por todos aquellos nacidos bajo una estrella airada
No sea que olvidemos cuán fragiles somos.

Seguirá y seguirá, la lluvia cayendo
como lágrimas de una estrella, como lágrimas de una estrella.
Seguirá y seguirá, la lluvia cayendo
¡¡Cuán fragiles somos, cuán fragiles somos!

2 comentarios:

Amaia dijo...

Amor y vida;frágiles como el vuelo de la libélula.

Feliz fin de semana

Amaia

Elena Andrés Suárez dijo...

¡Qué imagen tal hermosa! una líbélula... GRACIAS Amaia por ser poesía.