La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

miércoles, 6 de julio de 2011

Frustración

Deseo... deseo... deseo...
Una sola cosa,
puede que dos, puede que tres.

Deseo... deseo...deseo...
y no termina de llegar,
soplé la vela de la tarta
y no se me concedió el deseo.

"Pide un deseo"-me dijeron,
y yo lo pedí,
desde el fondo de mi corazón lo pedí.

Deseo... deseo... deseo...
sigo soplando velas
y no se cumple
mi deseado deseo.

¿Quizá pedí lo que no debía?
¿Quién nos enseña a desear?
Si me hubieran dicho qué desear y que no
a lo mejor no tendría mi corazón tan roto ahora.

"No desees"-me dijeron entonces.
Y mi corazón se secó,
casi de piedra se hizo.

Desear o no, esa es la cuestión...

Sé que mi deseo no se cumplirá
como yo quería
¿qué otra forma adoptará?

Pero no por ello dejo de desear
porque mi deseo nace de un sueño
y es bueno soñar,
¡oxígeno para el alma soñar!

Mis sueños perdidos
perviven en mi interior
como amadas estampas de un ayer
que alimentó este hoy.

Cuando no sé quién soy.
abro el baúl de mis sueños
y recuerdo que desear su cumplimiento
me ha hecho mejor.

2 comentarios:

Amaia dijo...

Decía Rabindranath Tagore que el deseo pinta los colores del arco iris en la niebla de la vida...
No dejes de soñar y abrir camino en la niebla

Un beso


Amaia

Elena Andrés Suárez dijo...

GRACIAS, Amaia, espero que ese arco iris no se diluya nunca.