La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Las estaciones del alma

A veces llueve y hace frío. El alma se hace toda un ovillo y reclama calidez. Tiempo de llorar, tiempo de sufrir, tiempo de permanecer sin desesperar.

A veces, la tierra se cubre de una suavidad de hojas caídas. Tiempo de dejar ir. El corazón reconoce todo lo que dejó atrás, cuanto soltó otorgándole así un latido más liviano.

A veces, el cielo se colorea de azul y unos rayos de sol amables todo lo acarician. Aromas sublimes de flores pueblan el aire. El interior se serena y una sonrisa se afinca en la respiración y en los gestos... Tiempo de calma, tiempo de serena alegría, tiempo de re-conocer. La mirada interior se abre. Cada noche se transfigura en alborada y el alma despierta de su letargo de invierno.

A veces, hay un estallido de luz y de color. El ropaje se hace ligero. El día se alarga como si no quisiera renunciar a la fiesta, a los juegos y risas. Cuerpo, alma y corazón son adentrados en la Luz de toda luz y no queda memoria del frío y del desasosiego, tan solo un Presente de pura Presencia y Amor. Tiempo de resucitar, tiempo de reír, tiempo de abrazar.

Tales son las estaciones del alma. Sabio/a es quien se deja adentrar en ellas escuchando lo que cada una le dice de sí, acogiendo lo que cada una hace nacer como fruto del Ser.

2 comentarios:

patricia dijo...

Querida Elena: Soy Patricia... no sé si me recuerdas... hace muchos, muchos años... Quisiera contactar contigo pero no sé cómo hacerlo pues no veo en el blog ninguna dirección de mail. Preciosa experiencia la que compartes... honda, profunda. A veces conozco a gente que pide mediaciones para acompañar una experiencia de fin de semana con chavales y me acuerdo de ti. No sé si estás disponible para ello. Contáctame si quieres (patriciahevia@yahoo.es). Un abrazo grande:
patricia

Elena Andrés Suárez dijo...

bienvenida a este espacio virtual, Patricia. Te contesto en tu mail. Un abrazo.