La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

jueves, 15 de diciembre de 2011

El "préstamo alegría"

¡Qué cosas! Hay momentos en los que no puedo dar crédito a lo que ven mis ojos, ¡es que me quedo perpleja!. Ayer una vez más, mi banco me ofrece un "jugoso" crédito pre-concedido. Me confirmo: no puedo dar crédito al crédito. 

Pero lo verdaderamente curioso es la forma en que me lo quieren "vender". Abro el sobre y leo escrito con preciosas letras de diferentes colores: "Elena ¿qué es para usted la alegría?" Interesante pregunta, sí señor, ¿a ver si estos de los bancos se nos han puesto metafísicos?. Antes de seguir intento responderme a esta pregunta.

Lo primero que me viene a la mente es esa invitación a la alegría que aparece en Flp 4, 4: "Estad siempre alegres en el Señor, os lo repito estad alegres". Algo sabía Pablo, algo había experimentado que le llevó a lanzar esta invitación a la alegría. ¿Dónde reside la alegría? De tejas para abajo la alegría es efímera, muy efímera, imbrincada con nuestros estados anímicos: si estoy de buen humor me siento alegre, estoy alegre mientras dura ese estado de ánimo, si estoy enfadado imposible estar alegre... Hay incluso quien es incapaz de dejarse embriagar por la alegría de otros entrando antes en "comunión" con los enfados y malos humores que con la alegría y el buen humor.

Así pues, con el papelito del banco entre las manos yo seguía preguntándome "¿qué es para mí la alegría?" La preguntita tiene bemoles. Pero fui descubriendo que la alegría es algo más profundo que meros estados de ánimo. Como Pablo, yo también creo que la experiencia de Dios nos impele a la alegría. ¿Cómo no estar alegres sabiéndonos locamente amados por un Dios Amor? ¿Cómo no estar locos de alegría si estamos "amenazados de Resurrección? Sí, verdaderamente y parafraseando a la gran Teresa, "un cristiano triste es un triste cristiano"

Más allá de si por naturaleza somos más o menos optimistas o vitales, hemos de plantearnos que la alegría es algo que brota natural y espontánea de la experiencia de Dios. Quizá la alegría forme parte ese manatial inagotable que mana de dentro y del que Jesús habla a la samaritana.

La alegría profunda no tiene que ver con la carcajada. La alegría profunda nace en los fondos del Ser y se nutre de la confianza, del abandono, del olvido de sí, de la entrega gratuita a los otros.

Así andaba yo embebida en estas reflexiones y entonces pasé página. El papelito del banco me propone como posibles respuestas:
  • "¿Llevar a cabo un proyecto? (dibujito de ua casa, o sea, comprar un piso, claro está y cuantas más habitaciones, más alegría), 
  • ¿Cumplir un viaje que tenia en mente? (dibujito de un avión, o sea, cuanto más lejos y exótico sea el viaje, más alegría), 
  • ¿Conseguir algo que quiere? (dibujito de una cámara de fotos, o sea, que debo querer cosas materiales y de alta tecnología, cuantos más píxeles, más alegría), 
  • ¿Hacer un increíble regalo? (dibujito de una caja de regalo, pero, claro, lo que haya dentro debe ser increíble, no vale con un regalo sencillo pero cargado de cariño).
"Vale"- pienso en ese momento- "ya veo que no hablamos de la misma alegría" (sobra decir que ya me lo imaginaba, pero me gusta jugar un poco...) Entonces continúo desplegando el cuidado panfleto (¡cuánto dinerito costará imprimir todo esto!). En letras blancas y bien grandes sobre fondo rojo leo: "HA LLEGADO EL MOMENTO DE VIVIR UNA ALEGRÍA". Pues vaya... Estos del banco llegan un poco tarde a mi vida, porque ya han llegado muchos momentos a mi vida en los que he vidio grandísimas alegrías. No creo que puedan superar lo ya vivido, pero, por si acaso, sigo desplegando y... Ahí está, el número de la alegría, su cuantificación, su concreción: préstamo preconcedido de 4.000 euros. Ya está, ya me han dejado bien claro el valor de la alegría.
El amable y generoso banco sigue desgranándome en qué consiste, aparecen las palabritas mágicas "TAE" -que según  otro banco quiere decir Te Amo Elena y eso ya me gusta más- "TIN" -que no tengo ni idea de qué es pero me suena como a campanita- y muchas opciones, hasta 3. Luego me preguntan "¿Cómo conseguirlo? y me dan un teléfono como si fuera el "teléfono de la esperanza". Pero yo sé que si llamo ya me han pillado, ya me pasaré no sé cuaántos años pagando ese trocito de alegría que ahora me ofrecen tan ufanos. Será bien seguro, una alegría efímera, pasajera, que traerá consigo quebraderos de cabeza para poder pagar el préstamo y sus consabidos intereses.

Cierro el papelito y termina diciendo con más palabras de colores: "Le presentamos el nuevo Préstamo alegría". Pues mira por donde, a mí, hace años, me regalaron la alegría para siempre y gratis. Estos de los bancos no tienen ni idea de lo que es la verdadera alegría, ni les importa. El problema es que seguimos picando el anzuelo. ¡Qué cosas!


4 comentarios:

Unknown dijo...

¿Tan mal nos ven los bancos?¿tan desesperados?¿tan necesitados?... hay publicidad engañosa... pero también la hay ofensiva... ¡manda huevos!, que quienes en medio de la crisis se han enriquecido, mirando a otro lado,... todavía se creas rescatadores y fuentes de "alegría"... no saben de lo que hablan... gracias Elena...

Elena Andrés Suárez dijo...

Así es Natxo, un insulto y una vergÜenza.

Javier Palacios dijo...

Nosotros somos clientes en Triodos (banca ética)y no nos ofrecen "prestamos alegría"; pero a mí me alegra un poquito leer la revista de los proyectos sociales y ecológicos que financia el banco con el dinero de sus clientes. Algo es algo...

Elena Andrés Suárez dijo...

YO llevo tiempo queriendo pasar a la banca ética Ya te preguntaré cómo hacerlo. GRacias JAvi. Un abrazo y feliz navidad.