La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Te necesito





No puedo crecer sin ti. No puedo conocerme sin ti. Es cierto que debo buscar yo mi propia esencia, permitir que se manifieste y crezca más allá de las fronteras de mi ego. Pero necesito un espejo que me devuelva los contornos de mi existencia. Te necesito, a ti, a mi prójimo. A veces adoptarás la forma de amigo, otras de "enemigo", a veces serás mi pareja, otras mi comunidad, mi hermano o mi tío, mi padre o mi madre. En algún momento serás mi compañero de trabajo, el que me ayuda o el que me zancadillea. Quizá seas quien me critica, quizá quien me ensalza. Seas como seas, seas quien seas, adoptes la apariencia que adoptes, te necesito para comprenderme, para mejorar, para crecer, para desarrollarme.

Necesito equilibrar soledad y compañía, silencio interior y diálogo contigo. Yo sola me ahogo tantas veces en mis límites... Yo sola no lo veo todo, ni lo sé todo ni lo puedo todo. Necesito tu abrazo, tu sonrisa y complicidad. Necesito tu amor, necesito tu perdón y tu acogida. Necesito que me confrontes, que me critiques sanamente pero también que me recuerdes lo que valgo.

Te necesito porque no soy autosuficiente, me niego a serlo, seré autónoma pero no autosuficiente porque eso me haría orgullosa, prepotente. 

Te necesito, seas quien seas. Necesité a todos los que compartieron un trecho del camino y hoy ya no están, necesité a los que estuvieron  y están, necesitaré a los que vendrán. Todos sois palabras pronunciadas en mi vida como yo lo soy en la vuestra.

Necesito de ti, Planeta, Madre Tierra, necesito de tu aire, luz, alimento, belleza, latido.

Te necesito, a ti, Dios, ese Otro que me abre al Misterio, que me habita amándome, que me muestra la Esencia de todo y todos.

Soy en referencia, no soy aislada. Te necesito.



jueves, 24 de mayo de 2012

Los contornos de la realidad y el efecto mariposa



 La realidad ¿existe? ¿Hay una realidad o múltiples realidades? ¿Las cosas son como son o son, quizá como las vemos, como las sentimos, como las interpretamos? Ciertamente si una piedra cae en mi cabeza el hecho es ese: una piedra ha caído en mi cabeza, pero... a partir de ahí pueden surgir mil maneras de vivir, sentir e interpretar ese hecho

Los filósofos en linea transpersonal nos ofrecen un concepto que resulta novedoso: LA ENACCIÓN, es decir, el alumbramiento de un mundo o dominio de distinciones co-creadas por los diferentes elementos implicados en el evento participativo (J.N. Ferrer. Espiritualidad creativa. Una visión participativa de lo transpersonal, Kairós, Barcelona 2007, p. 179). En este sentido apuntan hacia la superación del mito de lo Dado, este mito afirma que este mundo se nos ha dado acabado, completo, fijo, se trata del esencialismo. La enacción nos propone comprender que cualquier cosa está en relación con las demás, que todo es relativo en cuanto que dice relación a otras cosas, dicho de otra manera, todo está configurándose y reconfigurándose continuamente a través de los actos que efectuamos. Es aquello de la Teoría del Caos y el llamado "efecto mariposa": cuando una mariposa bate sus alas en la China, se produce un tsunami al otro lado del mundo. La idea es que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en formas completamente diferentes. Sucediendo así que, una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo.

Unamos todos estos datos: enacción, teoría del caos y efecto mariposa. Todo parece decirnos que "lo real" no existe sino que va existiendo, se va configurando porque todo, abolutamente todo está interrelacionado, conectado.

¿Qué puede tener esto que ver con la vida diaria? Por un lado, debemos convencernos de que ante un mismo acontecimiento o hecho, cada persona generará su propia lectura e interpretación en virtud de sus propias perspectivas. Ken Wilber afirma que una cosa es antes que nada, una perspectiva, lo que quiere decir que, en el mundo manifiesto, no hay percepciones, sino tan sólo pespectivas. A partir de ahí, cada persona configura y sitematiza los datos que él/ella mismo/a filtra y rechaza otros. Desde ese punto de vista, nadie puede decir de sí mismo que esté en posesión de la verdad puesto que la objetividad no existe.

A nivel ético la lectura de todo ello sería que el rumbo que este mundo toma es cuestión de todos, no podemos echar pelotas fuera. Creer en la enaccion significa creer que mis actos influyen en la totalidad del mundo, como el batir de las alas de la mariposa o como el dicho popular de que "un grano no hace granero, pero ayuda al compañero". Mi manera de vivir aporta algo a este mundo, quizá no lo cambie inmediatamente pero...¿habéis visto la película "una cadena de favores"? por ahi van los tiros.

La Teoría del Caos nos enseña que no hay reglas fijas, que las cosas no serán como esperamos, queremos o soñamos que sean, pero es igualmente cierto que dentro del caos hay un orden, unas leyes, sin embargo hemos de salir del pensamiento cartesiano para conectar con esas leyes caóticas.

"Bueno o malo...¿quién lo sabe?"- repite continuamente el padre del cuento. Asé es, la vida admite múltiples perspectivas desde donde ser contemplada, comprendida, vivida.

Así...¿por qué no ser mariposas cuyo aleteo genere corrientes de aire fresco para los tristes, para los solos, para los enfermos, para los deprimidos? ¿Por qué no creer que aquello que hicimos a un pequeñín al mismo Dios se lo hicimos? Formamos parte de un Todo vivo, en cambio constante al que llamamos mundo, cosmos y que ·gime expectante esperando la plena manifestación de los hijos de Dios" dicho de otra manera, el mundo espera nuestra "enacción" una acción desde la consciencia de que todo está relacionado con todo y de que yo, desde mi pequeñez aporto algo a la evolución del mundo.

En este tiempo de crisis, creo que es bueno recordarlo. Seamos enactivas mariposas en un universo amorosa y caóticamente ordenado.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Chispas de humanidad

Cruzarme con un niño por la calle y tocarle suavemente la cabeza.
Intentar ir rápido y tener que detener mi paso para permitir que un anciano siga el suyo.
Atender con una sonrisa al desconocido que me pregunta por una calle.
Dar las gracias a la cajera del super que me atiende con cara de cansancio.
Morirme de risa recordando anécdotas con mis amigos.
Suspirar al echar de menos a mis amigos.
Quedarme medio atontada mirando una de las fotos que decoran mi casa, fotos con amigos...
Sentir como mi carne se pone de gallina mientras escucho mi música favorita.
Levantarme de un salto del sofá o de la silla para ponerme a bailar como una loca mi canción favorita.
Levantarme de un salto del sofá o de la silla porque suena el teléfono y...¡es él!
Sonreír suavemente mientras leo un libro que me abre horizontes.
Sentir ganas de hacer todo menos lo que tengo que hacer y, aún así, seguir con ello... ¡o no!
Hablar sola de vez en cuando y, al darme cuenta, echarme a reír y prometerme no contárselo a nadie (pero luego lo cuento).
Encender una vela, sentarme en mi banquito de meditación, respirar, callar... Escuchar.
Limpiar una y otra vez los mismos platos mientras pienso en lo práctico que son los platos de papel pero lo sosos que son...¡me gusta mi vajilla!
Pedir cinco minutos más al sonar el despertador.
Cerrar los ojos al comer algo delicioso y decir "mmm..."
Disfrutar cocinando un plato para esa persona tan especial.
Sentirme la mujer más afortunada del mundo mientras converso con mis personas más queridas.
Experimentar el universo en una caricia.
Entrar en la eternidad dando un beso.
Entrar en la eternidad recibiendo un beso.
Meter la pata hasta el fondo y pedir perdón.
Enfadarme y perdonar.
Sentirme maravillosa.
Sentirme un desastre.
Saberme mediana.
Pasármelo pipa preparando un regalo de cumpleaños.
Reírme a carcajadas con un buen chiste.
Contar un chiste.
Leer un cuento a un niño.
Escuchar los recuerdos de un anciano.
Ver una y otra vez mi película favorita.
Cuidar de mis padres.
Cuidar a mis amigos.
Dejarme cuidar.
Tener miedo de perder lo que amo.
Dar una segunda oportunidad, y una tercera y las que hagan falta.
Decir un "no" rotundo y marcar un límite.
Decir "sí" aunque me complique la vida.
Contemplar un paisaje y sentirme una con él.
Echar de menos la naturaleza cuando estoy en medio de la ciudad.
Llorar de frustración.
Desear un futuro contigo.
Gozar del presente.
Dar gracias por el pasado.
Sentir una profunda rabia ante la injusticia de este mundo.
Preguntarme qué aporto yo a esa injusticia.
Desear con toda mi alma que mis seres queridos no sufran.
Desear cambiar el mundo.
Soñar despierta.
Soñar dormida y anotar mis sueños para comprender algo de mí.
Componer una canción y experimentar un pequeño éxtasis.
Escribir un poema y quedarme en paz.
Hablar horas por teléfono y luego quejarme de mi factura de móvil.
Enamorarme y sentirme vulnerable, pero amar.
Dejarme amar como soy.
Amarte como eres.
Dudar.
Confiar.
Orar.

Y mil cosas más que son como chispas de humanidad.

lunes, 7 de mayo de 2012

¡Abre los ojos!

Abre los ojos, no los cierres jamás,se te ha dado una mirada para acariciar la vida con unas pupilas bañadas en amor.
Abre los ojos, ¡regala tu mirada! La creación entera, cada ser, microcosmos y macrocosmos, anhelan quedar impregnados por la caricia de tus abiertos ojos.
Abre los ojos, ante ti desfila la Vida, ¿no la ves? latiendo en miles de diminutos gestos, de imperceptibles guiños, de vibrantes acontecimientos íntimos y ocultos.
No duermas, mantente en vela, abre tus ojos, templa tu mirada en la contemplación silenciosa que comunica sabiduría, que atempera el alma y preña la palabra de luz.
No mires, contempla.  No busques, déjate encontrar. ¡Abre los ojos! Ojos del alma, del cuerpo y del corazón. Deja que se filtren en tus secas pupilas dos gotas frescas de fe...
Abre los ojos...¡Hay tanta Vida saludándote!¡Hay tantas manos tendidas, tantos abrazos abiertos hacia ti...!
No duermas, no decaigas, no desistas...¡Abre los ojos! ¡Despierta!
¡Abre los ojos!... Vive. 
Tú sólo...¡Abre los ojos!


miércoles, 2 de mayo de 2012

Que no se nos vaya la alegría

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. El Señor está cerca» (Filipenses, 4,4-5). Con cierta frecuencia me repito esta frase de Pablo. Siempre me ha gustado. Desde pequeña he sentido que la alegría es un tesoro, es un bien preciado, es el color de la vida. Los que conocen el enneagrama saben que los 7 se caracterizan por una visión positiva y un poco hippie de la vida. Durante años creí que era un 7 precisamente por mi forma de valorar al alegría.

Ayer le decía a un ser querido que en los últimos años me veo más seria, es decir, simplemente que me río poco. Valoro mucho la risa. De hecho muchos de mis recuerdos imborrables están ligados a momentos de risa, de esa risa que te deja sin respiración, que provoca lágrimas. Sobretodo de la risa compartida. ¡Qué gozada mondarse de risa juntos!

Pero risa y alegría no tienen porqué ir unidas, de hecho...¡hay tantas risas vacías!

Leí hace muchos años un libro que se titulaba "Dios ríe" ¡me encantó! Me asomé y profundicé en un Dios alegre, feliz, pero cuya felicidad está ligada irremediablemente y por elección a la felicidad de la Humanidad. ¿Recordáis la fabulosa novela "el nombre de la rosa"? En ella hay un personaje, un monje, que intenta mantener oculto un libro en el que se habla de la risa de Dios. Mueren todos aquellos monjes que se atreven a leerlo...¡Es una blasfemia pensar siquiera que Dios pueda reír! Realmente la manera en la que se ha presentado la fe y el camino cristiano durante siglos ha dejado poco margen a la alegría, a la risa...

La primera vez que sentí con fuerza que el camino cristiano, la propuesta de Jesús es un camino, una propuesta de felicidad fue leyendo las Bienaventuranzas. Caí en la cuenta, de pronto, de que cada frase comienza con esa palabra que algunas Biblias traducen por "DICHOSOS". Aquello me impactó sobremanera. Quedé atónita ante una propuesta de felicidad y gozo alternativos, diferentes, únicos.

No podemos vivir sin alegría, sin risa, sin fiesta, sin goce. La tierra, esta vida, no es un valle de lágrimas. Existen el dolor, el sufrimiento, la injusticia, sí, existe el mal... pero no es nuestro destino. Estamos destinados a la felicidad plena, mientras, algunos nos conformamos con pseudo-productos, es verdad, pero ciertamente todos buscamos la felicidad, todos deseamos sonreír a la vida y que la vida nos sonría.

Cuando todo parece querer borrarnos la sonrisa del rostro, es bueno recordar que hay razones para la esperanza, que diría Pedro, y que, por lo tanto, hay razones para la alegría. Los que vivimos una vida normal deberíamos ser los custodes de la alegría: si tengo salud, si tengo un trabajo, si tengo una casa, si puedo darme algún caprichillo, si tengo quien me quiera y a quien querer, si tengo cultura, es más, si se me ha dado el don inapreciable de la fe... ¿cómo puedo estar triste? Sí... quizá mis fallos morales o el cansancio psíquico pueden entristecerme, es verdad. Sin embargo: ¡detente! Escucha el latido de tu corazón, la vida que fluye por tus venas. Detente y respira. Detente y escucha el dolor del mundo, luego, mira tu vida, desmenuza la cantidad de maravillas de que disfrutas, desde el agua caliente al comenzar el día hasta tus sábanas limpias al acostarte. Deja entonces que una sonrisa inunde tu rostro y exorcice la tristeza, la melancolía, la queja pertinente. Y, si nada de eso te hace sonreír, haz lo que decía Chardin: "mantén siempre y conserva en tu rostro una dulce sonrisa reflejo de la que Dios te dirige continuamente"

¡Que no se nos vaya la alegría!