La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

martes, 30 de octubre de 2012

Sólo por hoy...

Sólo por hoy voy a hacer que mi primer pensamiento al despertar sea de agradecimiento.
Sólo por hoy te daré mi beso más dulce a ti, mi pareja, mi hijo/a, mi padre/madre, mi... como inicio de jornada.
Sólo por hoy voy a disfrutar como un niño/a de la ducha, del desayuno, de la ropa limpia rozando mi piel.
Sólo por hoy voy a permanecer en silencio cinco minutitos antes de salir de casa.
Sólo por hoy voy a sonreír a todos los que pasen junto a mí, aunque no tenga ninguna razón especial para hacerlo.
Sólo por hoy miraré a los ojos con respeto y cariño a mis compañeros/as de trabajo.
Sólo por hoy pensaré que todo lo que necesito para ser feliz, está ya aquí.
Sólo por hoy no me quejaré de nada, de nadie.
Sólo por hoy declararé claramente lo bueno, lo positivo de cada persona, de cada situación.
Sólo por hoy no daré cancha a ninguna crítica ni murmuración sobre quien no está presente.
Sólo por hoy me sonreiré al mirarme al espejo y me guiñaré un ojo.
Sólo por hoy reconoceré mis límites sin culpabilizarme.
Sólo por hoy acogeré tus límites sin sentirme defraudado/a.
Sólo por hoy cuidaré mi descanso y el tuyo.
Sólo por hoy te daré un dulce besos de buenas noches.
Sólo por hoy, antes de dormirme diré bajito "gracias".
Sólo por hoy... y mañana... ¡mañana será otro día!

martes, 23 de octubre de 2012

Urgencia humanitaria

Estoy enfadada. Me siento también triste, preocupada e indignada. ¡Muchas emociones mezcladas!

Noticia en la radio: "los jóvenes "ni-ni" les salen caros al Estado, más de 15 millones de euros al año".
Para eso hablan de ellos y ellas. Ahora va a resultar que parte del agujero sucio creado por cuatro sinvergüenzas sin escrúpulos, proviene de estos chavales que ni estudian ni trabajan.

Si fuera al Parlamento Vasco o a la Generalitat, o al Congreso de los diputados o a Bruselas diría algo así:

"Señoras y señores que se dicen cuidadoras/es del estado del bien-estar, de los derechos de todo tipo y un largo etcétera de cosas. Señoras y señores que por esa tarea cobran muchas veces más de lo que cobrará jamás nadie de esos por los que dicen mirar. Señoras y señores que hablan de todo pero no se si hablan con nadie, que hablan de todo, pero no sé si escuchan de veras. 

Me avergüenza el mundo que ya estamos legando a nuestros niños y adolescentes. Me entristece y avergüenza el ejemplo que les estamos dando.

Soy educadora. Cada día camino codo a codo con alumnos/as de Secundaria, con adolescentes y con sus educadores. Señoras y señores, Vds. no tienen ni la menor idea de lo que sucede en un aula, en los pasillos de un colegio, en sus patios, entradas y salidas. Vds. no son conscientes de la desintegración de la confianza en sí mismos de los adultos que redunda en una absoluta carencia de ella en los adolescentes y jóvenes. No saben Vds. que la confianza en los demás se esfuma por momentos. Muchísimos niños y adolescentes crecen y aprenden a sobrevivir en situaciones familiares crueles, agresivas, de gran desestructuración. Ellos y ellas sufren pero su sufrimiento se torna agresividad o apatía o consumismo compulsivo o botellón o relaciones sexuales demasiado prematuras. Entonces les criticamos, les miramos mal... pero no les tendemos la mano. Pero también hay muchos adolescentes, muchos jóvenes con sueños, con ganas, ellos y ellas en muchas aulas tienen que nadar contracorriente,  sobrevivir en medio de un grupo de educadores que, sin demasiados apoyos ni herramientas, deben atender a todo tipo de diversidad y necesidades educativas especiales, lo cual redunda en una menor atención del alumno/a "que va bien", ese/a... pobrecito, aprende a caminar solo/a. Vds- no tienen ni la menor idea de que ya hace tiempo se perdió la confianza en las instituciones, ni siquiera la "institución educativa" es bien mirada y recibe críticas por todos lados. Para muchos/as alumnos/as su convencimiento es que estamos ahí "porque os pagan", mirada "chata" de la realidad heredada ¿de dónde?

Vds. no saben lo que las contínuas reformas educativas han roto, han interrumpido originando desánimo, cansancio, criterios cambiantes... "Sístema educativo líquido" sobre el que es prácticamente imposible construir nada estable. Pero, eso sí, todos intentamos colgar en la fachada de nuestro cole una gran "Q", sí, en la fachada...¿no nos estaremos conformando demasiado con "las fachadas"?

Todo el mundo habla de dinero, nadie en los foros políticos habla de rehacer nuestra sociedad, de vendar sus heridas, de cuidar de nuestras generaciones jóvenes y de acompañar a nuestros ancianos.

Señores y señoras de tan altas esferas: se espera algo más de Vds. No sigan defraudándonos y deténganse a mirar y ver, a escuchar la deriva que están tomando nuestras sociedades. Si no saben donde mirar, asómense a un aula, aunque sea un minuto, quizá así comprenda que tenemos una urgencia humanitaria.

lunes, 15 de octubre de 2012

Misioner@s

En el blog de mi amigo Javi Palacios me encuentro con esta perla. Quiero compartirla yo también. 

Mes misionero... En estos tiempos en los que todo parece depender del dinero, ellos y ellas nos muestran, nos recuerdan que hay otras formas de ser, de vivir, de cambiar este mundo injusto. Una bocanada de aire fresco para los que nos sentimos ahogados por políticas mediocres, riñas contínuas, miradas miopes de la realidad... ¡GRACIAS, HERMANOS Y HERMANAS MISIONER@S!


martes, 9 de octubre de 2012

Razones para la desesperanza, razones para la esperanza

Parece ser que no confiamos en la clase política. Parece ser que son los bancos a quienes hay que rescatar, no así a los hombres y mujeres que sufren directamente las consecuencias de la crisis económica. Parece ser que quien gobierna es Don Mercado. Parece ser que los partidos basan sus propuestas en la crítica y desacreditación de los otros partidos. Parece ser que debemos resignarnos y nisiquiera intentar salir a la calle a decir lo que no queremos, lo que no nos gusta, lo que nos indigna. Parece ser que la Iglesia jerárquica tiene poco que decir ante todas las injusticias que nos rodean.

La desesperanza llama a la puerta...¿abriremos?

Parece ser que hay muchas personas que están luchando por evitar desahucios. Parece ser que se han creado muchas plataformas ciudadanas que dan diferentes respuestas a las situaciones dolorosas de personas y familias. Parece ser que Cáritas sigue siendo un punto de referencia en la ayuda a los empobrecidos de nuestras ciudades. Parece ser que no son pocos los que están abogando por otro estilo de vida más sobrio, más solidario, más justo. Parece ser que comenzamos a despertar del letargo del estado de bienestar, aunque sea tan lentamente.

La esperanza llama a la puerta... ¿abriremos?

jueves, 4 de octubre de 2012

Hermano Francisco

           
Hermano Francisco:
En los albores de este nuevo siglo tu vida nos puede inspirar, tu recuerdo quizá nos rescate de este estúpido duermevela planetario y eclesial. Estamos todos dormidos, sólo algunos velan. Nos han dado una potent dormidera llamada "estado del bienestar". Así, todo está bien mientras estemos bien. Ni muy bien ni muy mal. Tranquilos y calladitos encerrados en los extrechos límites de nuestras hipotecas y facturas. Que nadie pretenda mirar más allá. Que a nadie se le ocurra que exista tan sólo una alternativa a este modo de vida tan superficial.
Hermano Francisco ¿qué nos dírías hoy? Hay tanto leproso marginado de la calidez humana... Familias enteras sin techo porque su humilde techo se lo quedó el todopoderoso banco. Hombres y mujeres hijos de la extrema pobreza creada por los ricos; acuden a nosotros pero ¡no tienen papeles! ese es su crimen y su castigo es potente, rotundo: no asistencia médica, no oportunidades... 
Mientras, Francisco hermano, los señores de los bancos reciben mil atenciones y beneplácitos.
Los demás, los que no estamos ni muy mal ni muy bien, mejor que estemos calladitos.
Y tu Iglesia sigue sin querer desposarse con Dama Pobreza. 
Hoy deberíamos salir desnudos a las plazas todos los que decimos seguir al loco Jesús. Desnudos de miedo, desnudos de poder, desnudos de protección, desnudos de la neoliberal lógica.
Revestidos de fe, plenos de confianza, embellecidos de esperanza, poderosos en amor, líbremente libres, hermanos de nuestros hermanos.
Pero no, Francisco, no. Algo nos pasa... No sé qué es. Sí, hay algunos, muchos más de los que creemos que cada día se desnudan de las humanas prevenciones y lo dan todo por amor. Ellos y ellas son el sol de la humanidad. Pero...¿y los demás qué? ¡¡Estamos dormidos!!
Despiértanos, Francisco, vuelve a asombrarnos, déjanos atónitos, haz que exclamemos que estás loco pero enamóranos con tu locura, enamóranos de un Dios que no puede hacer más que amar y enséñanos a amar al Amor en cada rostro, en cada flor, en cada dolor, en cada vida, en cada muerte, hermanos y hermanas de todo y de todos.