La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

martes, 9 de octubre de 2012

Razones para la desesperanza, razones para la esperanza

Parece ser que no confiamos en la clase política. Parece ser que son los bancos a quienes hay que rescatar, no así a los hombres y mujeres que sufren directamente las consecuencias de la crisis económica. Parece ser que quien gobierna es Don Mercado. Parece ser que los partidos basan sus propuestas en la crítica y desacreditación de los otros partidos. Parece ser que debemos resignarnos y nisiquiera intentar salir a la calle a decir lo que no queremos, lo que no nos gusta, lo que nos indigna. Parece ser que la Iglesia jerárquica tiene poco que decir ante todas las injusticias que nos rodean.

La desesperanza llama a la puerta...¿abriremos?

Parece ser que hay muchas personas que están luchando por evitar desahucios. Parece ser que se han creado muchas plataformas ciudadanas que dan diferentes respuestas a las situaciones dolorosas de personas y familias. Parece ser que Cáritas sigue siendo un punto de referencia en la ayuda a los empobrecidos de nuestras ciudades. Parece ser que no son pocos los que están abogando por otro estilo de vida más sobrio, más solidario, más justo. Parece ser que comenzamos a despertar del letargo del estado de bienestar, aunque sea tan lentamente.

La esperanza llama a la puerta... ¿abriremos?

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