La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Proyecto Debir: Proyecto de EI de la Diócesis de Vitoria



Comparto con quienes seguís este blog una gran alegría: ya hemos dado a luz. Tras tres años de gestación (¡hay embarazos largos, no creáis), la Diócesis de Vitoria-Gasteiz ya tiene un hermoso Proyecto de Educación de la Interioridad.  El objetivo de nuestro proyecto es aportar un granito de arena a la renovación de las comunidades cristianas, a los procesos de iniciación, a la vida de las comunidades. Es como tomar una tanda de jalea real cuando llega el invierno, algo que nos revigorice y aumente nuestras defensas. "Debir" no pretende ser un proyecto "estrella" ni contiene fórmulas magistrales para conseguir que nuestras parroquias de pronto se llenen de jóvenes. Este proyecto quiere aportar algo, lo que puede, una intuición: volver a poner la atención en nuestra vida interior puede cargar de sentido y contenido lo que hacemos.
Hay a quien le entra miedo cuando oye estas cosas, el miedo de que una propuesta de Educación de la Interioridad sea o bien "hacer yoga en vez de rezar" o bien replegarse sobre nosotros mismos olvidando la dimensión profética de nuestra fe. Esos miedos no están en nuestro proyecto. Al contrario: para orar, en lugar de rezar, tiene que estar viva y pujante la vida interior; para no rezar a un Dios hecho a mi imagen y semejanza se deben emprender procesos de escucha de uno mismo para captar nuestras trampas interiores, nuestro pecado y sombras, procesos de silenciamiento que posibiliten un vaciamiento que deje a Dios ser Dios. Educar la interioridad nos enseña a orar, no a rezar mecánicamente y orar nos hace contemplativos. Sólo el contemplativo cambia el mundo. Todos los profetas fueron hombres y mujeres con honda y apasionada experiencia de Dios, atravesados por Dios.
Educar la Interioridad jamás nos alejará del compromiso ético, de la implicación con nuestras realidades sociales. Educar la Interioridad ayuda a recorrer los caminos que nos hacen "prójimos" los unos de los otros, incapaces de pasar de largo ante el hermano sólo y sufriente. El/la profeta tiene que alimentarse, beber del agua Viva que brota dentro de él en virtud del Encuentro con el Dios vivo y vivificante, de lo contrario Marta siempre estará enfadada con María.
El Proyecto Debir nace en pleno año de la fe. Es hermoso que sea así porque la fe nace y brota de una experiencia interior. Educar la Interioridad es un camino para quitar los hierbajos que nos dificultan acudir al Centro donde somos Habitados. Ahora que se acerca el Adviento y podríamos comparar la EI con la misión de Juan Bautista: preparar los caminos del Señor, labrar la tierra interior para que pueda dar el máximo fruto la semilla de la fe depositada por Dios.
¿Por qué "DEBIR"? Porque queremos evocar que cada hombre, cada mujer, es el santa santorum de Dios, su templo. Es en el corazón de cada uno de nosotros y en el corazón de la Humanidad donde Dios ha querido poner su morada. 
 Desde aquí agradezco de todo corazón a César Fdez de Larrea, delegado de jóvenes de la Diócesis de Vitoria-Gasteiz su esfuerzo, su ayuda, su gran trabajo en la redacción del proyecto. Al equipo Diocesano de interioridad (Itos, José, Pepe, Óscar e Iñigo) su ilusión, su esfuerzo, sus ánimos. A Don Miguel Asurmendi, Obispo de Vitoria así como a sus Vicarios la confianza puesta en mí para este proyecto. A Héctor Moreno su buen hacer que ha otorgado bellísimas imágenes a la maquetación final del Proyecto. Y a todos los sacerdotes, catequistas, monitores y educadores en general que durante estos años se han  dejado "liar", se han tirado al suelo descalzos, han bailado, han reído, han jugado, han respirado, se han relajado, han llorado, han cantado, han entrado en una cueva, se han dejado lavar los pies y han puesto rostro y palabra a este gran sueño. Y, por supuesto, mila esker, Jauna, gracias, Señor: todo es tuyo, dispón de ello según tu quieras... Danos tu Amor y Gracia que esas nos bastan.



4 comentarios:

Juanba dijo...

Enhorabuena, Elena, estoy seguro de que seguirás haciendo mucho bien. Es importante abrir caminos para transitar hacia la interioridad, y DEBIR, seguro que será uno de ellos.
Un abrazo, Juanba.

Elena Andrés Suárez dijo...

Muchísimas gracias Juanba. ¿Cómo va vuestra nueva andadura con Martín? Le das un abrazo de mi parte y otro para ti. Vosotros sí que hacéis bien a muchos.

Andrés dijo...

¡Cuanto me alegra leer esta buena noticia Elena! (Aunque ya hace veinte días que la escribiste. Perdona que no me haya fijado en ella antes)El Espíritu es paciente y se va haciendo presente poco a poco en nosotros. La educación en la interioridad es fruto del Espíritu, y como tal, es vida para todos nosotros. Me alegra que ellas y ellos te apoyen y estén a tu lado en este proyecto. Pero, sobre todo, me alegra que el proyecto sea apoyado por D. Miguel, el obispo de Vitoria.
Es un buen "regalo" y abrazo de Adviento.
¡Felicidades Elena!

Elena Andrés Suárez dijo...

Muchísimas gracias por compartir mi alegría, Andrés. Verdaderamente todo esto pertenece al Espíritu, por eso me siento líbremente "atada" a un proyecto hermoso y retador. Un enorme abrazo lleno de la esperanza del Adviento.