La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

martes, 23 de julio de 2013

En camino

Estas son fechas de campamentos, camino de Santiago, éxodos a segundas residencias, días en parajes diferente a los habituales...

Todos en camino, de aquí para allá, con mochilas, con maletas, con cámaras de fotos, con sonrisas e ilusiones, con pereza a veces...

Se mira al cielo esperando sol, que el tiempo acompañe.

Se inmortalizan en las cámaras sonrisas y miradas, paisajes, momentos para el recuerdo... 

Yo quisiera estar siempre en camino. No perder el alma de nómada y trashumante. Paso a paso, con poquito equipaje pero repleto el interior de confianza, de amor, de esperanza.


No quisiera negarme a la aventura de la Vida mendigando migas de seguridad. Prefiero la incertidumbre, la fe vibrando en lo incierto.



Pido a la Vida no perder las ilusiones, los sueños, pero, sobretodo y más que todo, no perder un corazón abierto de par en par.



Quiero permanecer despierta, vigilia del alma, atenta a la llegada de lo por venir. Con cada paso escudriñar el horizonte como vigía de lo que será, de lo que ya está siendo, de lo que late en corazón de todo y de todos.



Quiero exiliarme de la comodidad y abismarme en el continuo fluir en el que somos.



Aunque no me mueva, aunque parezca que no pasa nada fuera de lo normal, aunque mi cámara se quede vacía de instantáneas, aunque no conozca otros parajes, que sea mi corazón el amplio cielo, el profundo mar, la larga estela, la casa abierta, el abrazo nunca negado y la perenne sonrisa.

sábado, 6 de julio de 2013

¿Qué les queda a los jóvenes?

Ante todo este desastre social... ¿Qué les queda a los jóvenes? Benedetti lo dice precioso:

¿Qué les queda a los jóvenes?
...les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros.

...les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar.

...también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.
                                                           -Mario Benedetti.

miércoles, 3 de julio de 2013

Micro-relato de una paz sencilla

Caminaba acariciando con su mirada todo cuanto miraba. Sus pasos eran suavemente firmes, como si sus pies fueran conscientes de la sacralidad de la tierra. Su ritmo ni apresurado ni indolente. Caminaba con todos, entre todos, una más.

El suave sol de un tardío verano insuflaba vigor a sus huesos, calor a su piel e internamente lo agradecía. 

Un alegría delicada, carente de alharacas, latía en su alma. A pesar de todo o, mejor dicho, gracias a todo, estaba en paz. "Está bien que todo sea como es", tal era la frase que resonaba sin palabras en su corazón.

El cansancio físico y la fatiga mental, las diferentes fuentes de preocupación; familia, trabajo, amigos, eran a la vez fuente de gratificaciones y alegrías, "lugares" de encuentro con la Vida.

"Todo está bien, es bueno que todo sea como es". Abrió la puerta de su casa. Era hora de hacer la comida.