La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Navidad con María



NAVIDAD CON MARÍA

Todo el mundo habla de tu pequeñín, María.
Llegan a Belén y caen de rodillas ante él, le miran, hablan de él.
Es normal, creo yo. Cuando nace un niño todo el mundo se fija en él, es lo que toca, es lo que nos sale. Pero yo hoy quiero mirarte a ti, María.
Fijarme en tu cara de cansancio después del camino y el duro parto. Observar cómo miras a José con cariño y agradecimiento pues ¡te cuida tan bien! Decidió no repudiarte, no dar cancha al susto por tu extraño embarazo. No quiso desembarazarse de ti que es lo que hacemos cuando sentimos miedo, sino embarcarse él también en la loca aventura de Dios en la tierra. Por eso y mil cosas más que sólo vosotros sabéis miras con amor a José. Así aprendo de tu mirada a mirar con amor a mis compañeros en el camino de la vida. Aprendo a venerar las decisiones íntimas de los que quiero. Aprendo a dejarme cuidar cuando es preciso y yo sola no llego. Aprendo a mirar a mi amado como compañero.
Quiero fijarme en cómo miras al niño. Le miras como a hijo de tus entrañas aunque sabes que pertenece entrañablemente al mundo entero. Le miras con amor e interrogantes, así aprendo de tu mirada a respetar el Misterio. Aprendo, mirándote, a parir yo al Dios que llevo dentro.
María, mujer-niña-madre-esposa. Divinamente humana, humanamente divina. Mirarte a ti dilata mi mirada y me abre a otro conocimiento.

Te deseo de todo corazón… ¡¡FELIZ NAVIDAD!! Que María te enseñe a contemplar el Misterio de la Vida en la vida.
Con gran cariño
ELENA