La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

jueves, 10 de diciembre de 2015

El "libro blanco" de la Educación

Copio lo que José Antonio Marina explica de la propuesta que ha entregado al Gobierno. A mí, personalmente, me parece de ciegos, torpes y necios no ver que una re-creación y renovación de la Educación es urgente e imprescindible. También estoy convencida de que cualquier reforma educativa que no sea sentida en la entraña de los educadores, pensada por ellos/as, nacida de quien está día a día en el aula y con verdadera vocación educativa (creo que hay también quien está en un aula y no es educador ni quiere serlo), será una reforma con fecha de caducidad e inútil, tan sólo generará más y más volumen de trabajo, cursos y cursillos a los que deberán asistir  los/as educadores/as y como siempre el/la verdadero/a educador/a se lo tomará en serio, se entregará y al cabo de un año o de cuatro, con un cambio de gobierno, le tocará volver a reciclarse sin línea de continuidad, a lo loco, a golpe de "nuevo gobierno". 

Me parece bien lo que propone Marina, reconocer y creernos de una vez por todas que la educación es una profesión de élite, pero temo no llegará a ningún lado porque hay mucho más mar de fondo del que nos parece (a muchos/as no les interesa educar personas críticas, autónomas, cultas, sensibles...) y, permitidme el desahogo: abunda más de lo que parece el/la vago/a emocional e intelectual, el/la incompetente felizmente situado en nuestros colegios, a esos/as la mirada no les da más que para aplicar lo de siempre con pequeños barnices de pseudo-calidad educativa. Me da que es un cáncer que costará sanar.


7.12.2015. JOSÉ ANTONIO MARINA

Ayer entregué al ministro de Educación el borrador del 'Libro Blanco de la profesión docente y su entorno escolar'. Aunque les parezca extraño, lo más difícil ha sido responder a una pregunta, a primera vista, extravagante: ¿existe realmente una profesión docente o es simplemente una 'ocupación'? No se dejen engañar por las apariencias, porque la respuesta que demos supone una visión entera del sistema educativo. Por ejemplo, ¿un buen químico que sea buen comunicador puede ser un magnífico profesor sin más requisitos? Un ciudadano inglés con sentido común, ¿no será un estupendo profesor de inglés? Si esto fuera así, lo único necesario para la mejora de la educación sería evaluar bien el desempeño. Pero en este 'Libro Blanco' sostenemos una postura absolutamente opuesta. Enseñar matemáticas puede ser fácil, pero educar a través del aprendizaje de las matemáticas es muy complicado.
La formación básica (Infantil, Primaria, Secundaria, Formación Profesional) es el núcleo educativo de una sociedad. De ella va a depender su nivel de vida político, ético, económico. Durante siglos, la escuela se limitaba a transmitir lo que la sociedad le decía que era importante. Pero, en este momento, las cosas van demasiado deprisa, es difícil distinguir lo importante de lo accesorio, nadie sabe realmente lo que hay que transmitir. Tenemos que educar a nuestro alumnos para un mundo que desconocemos. No sabemos con qué herramientas van a trabajar, con que conceptos van a pensar, a qué problemas tendrán que enfrentarse. Las ciencias, las neurociencias, la tecnología avanzan vertiginosamente. La educación va a convertirse en el gran negocio de este siglo, lo que va a atraer a gente muy lista y con afán de poder. Las diferencias en educación están creando ya una nueva división de clases.
El talento es una riqueza personal y social, y no está antes, sino después de la educación, que se convierte así en generadora de más talento
¿Quién puede introducir orden en todo este caos? ¿Los políticos, los científicos, los padres, los sacerdotes, los empresarios? No. Necesitamos una instancia de nivel superior, capaz de aunar el rigor científico con la humildad de la práctica cotidiana. Eso es lo que denominamos 'sistema educativo', el gran protagonista de la evolución educativa de una nación. Y en el centro estamos los docentes, que tenemos que asumir responsabilidades nuevas. Nuestra tesis es que la escuela solo puede mejorarse desde la escuela, y que desde ella hay que defender, frente a quien se oponga, el derecho de nuestros alumnos a progresar, a tener las mejores oportunidades, a aumentar sus recursos.
Para hacerlo, necesitamos elevar el nivel de nuestra profesión. Convertirnos enuna profesión de élite, capaz de generar nuestros propios sistemas de investigación, de irradiación cultural, de presión política, de acercamiento y ayuda a las familias. Conscientes de la tarea esencial de la escuela, podemos arrogarnos el derecho de pedir a las universidades, al sistema sanitario, al sistema político o económico aquello que nos parezca imprescindible para asegurar el futuro de nuestros niños y niñas, de nuestros adolescentes. En este momento, el talento es la gran riqueza personal y social. Pues bien, el talento no está antes, sino después de la educación, que se convierte así en generadora de talento. Si no es con esta visión amplia, ambiciosa y comprometida, la profesión docente no pasa de ser un empleo a la espera de algo mejor.
Tenemos que buscar la excelencia, porque, de otra manera, seremos meros enseñantes, y al final nos sentiremos defraudados y aburridos
Esta idea expansiva y exigente de la profesión está presente en las 20 medias que hemos propuesto. Es nuestra seña de identidad. Les pondré un ejemplo. Varios partidos políticos defienden la idea de un MIR educativo. Nosotros hemos diseñado el modelo DEP (Docentes en prácticas) que, como todas las demás versiones, recoge las ideas expuestas hace años por Eugenio Nasarrey Francisco López Rupérez. Propone que para acceder a la profesión docente -sea en la escuela publica o en la privada-, los aspirantes que hayan ya cursado el Grado de Magisterio o cualquiera de los grados universitarios que habilitan para la enseñanza Secundaria, se sometan a un proceso intenso de formación docente, que durará tres años. En el primero, después de un examen selectivo, accederán a un Centro Superior de Formación del Profesorado, donde cursarán un máster teórico-práctico para cada una de las especialidades, incluida la orientación. Superado este, realizarán dos años de prácticas remuneradas, con la ayuda de un tutor de formación, en un centro educativo especialmente seleccionado. El esquema sería este:

Es fácil ver que lo importante no es el método, sino las ideas que se transmiten con la ayuda del método. En nuestro caso, es un modelo exigente, comprometido, expansivo de la docencia, a la que consideramos una profesión de élite. Tenemos que buscar la excelencia, porque, de otra manera, seremos meros enseñantes, y al final nos sentiremos defraudados y aburridos de nuestro trabajo. Todos sentimos, en algún momento de nuestras vida, la tentación de la grandeza. La docencia es un proyecto de vida grande, y por eso la amamos.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Carta a la Humanidad

¿Hacia donde caminas, querida Humanidad?

Eres mi patria y mi hogar. Nací dentro de ti. De ti aprendí qué comer, cómo andar. Me enseñaste a dar las gracias y a pedir las cosas "por favor". Jugaste conmigo de la mano de mis hermanos, primos y amigos. Me trajiste regalos preciosos el día de Reyes. Tus maestros y maestras me enseñaron a leer y a pensar. Aprendí a cantar, a tocar la guitarra. En tu seno, humanidad, conocí el placer de la compañía y la necesidad de la soledad.

Humanidad mía... He leído a tus grande escritores y quiero leer más. He llorado de emoción con tus cuadros, explosión de colores, con tus esculturas y construcciones; ha danzado mi alma al ritmo de tus inigualables sinfonías, óperas y canciones.

He quedado muda ante tus gestos de amor y compasión. Tus sonrisas en la mía, tus llantos en el mío.

Querida Madre Humanidad. Vivo en ti, vives en mí. Somos juntas. Hasta mi último aliento seré humana.

¿Por qué me hieres? ¿Por qué me matas? ¿Por qué me marginas? ¿Por qué me maltratas? ¿Por qué no me escuchas? ¿Por qué me mientes, me robas, me utilizas, me odias, me ignoras?

Soy anciano/a sólo/a
Soy enfermo/a terminal.
Soy mujer maltratada.
Soy mujer prostituida.
Soy menor de edad vendido, prostituido.
Soy empobrecido.
Soy drogadicto.
Soy perseguido por sexo, por color, por religión, por pensamiento.
Soy refugiado/a.
Soy desahuciado/a
Soy todo lo que de bueno y de malo hay en ti.
Soy en ti y contigo, querida Humanidad.

Me hieres cuando de humana no tienes nada, sólo animal. Eso no soy yo, ¡soy más!,
En mí tú eres más, contigo verdadera Humanidad, yo soy más porque
SOMOS AMOR, BENEVOLENCIA, COMPASIÓN, ALEGRÍA, CREATIVIDAD, CORAZÓN, AMISTAD, DANZA, CANTO, MANO TENDIDA, LUZ EN LA OSCURIDAD, TERNURA, CUIDADO, LIBERTAD...

Somos FAMILIA en la VERDADERA HUMANIDAD.

A pesar de todo, querida humanidad, creo en ti y me nutro de ti. A pesar de todas las decepciones y oscuridades que me produces, creo en ti, verdadera Humanidad y sé que, juntas, juntos, ya vamos "más allá".

viernes, 20 de noviembre de 2015

Verdadera Humanidad

Copiado de La Varguardia. No hace falta comentario alguno.
El periodista francés Antonine Leiris ha escrito una carta abierta en Facebook a los terroristas que asesinaron a su mujer, y otras 88 personas más, en la sala de conciertos Bataclan . Padre de un niño de 17 meses, el viudo de Hélène Muyal-Leiris, de 35 años de edad, envía un mensaje claro al Estado Islámico: “No vais a tener mi odio”, tampoco el de su hijo, que “les hará frente siendo feliz y libre”. Principio y final de un manifiesto lleno de dolor y coraje.
Esta es la carta traducida al castellano:
“No tendréis mi odio
La noche del viernes robasteis la vida de un ser excepcional, el amor de mi vida, la madre de mi hijo, pero no tendréis mi odio. No sé quiénes sois y tampoco quiero saberlo, sois almas muertas. Si ese Dios por quien matáis tan ciegamente nos ha hecho a su imagen y semejanza, cada bala en el cuerpo de mi mujer habrá sido una herida en su corazón.
Así que yo no os daré el regalo de odiaros. Es lo que buscáis, pero responder al odio con la cólera sería ceder a la misma ignorancia que hace de vosotros lo que sois. Queréis que tenga miedo, que mire a mis conciudadanos con ojos desconfiados, que sacrifique mi libertad por la seguridad. Perdisteis. Sigo siendo el mismo de antes.
La he visto esta mañana, finalmente, después de noches y días de espera. Estaba tan hermosa, como cuando partió el viernes por la noche, tan bella como cuando me enamoré perdidamente de ella hace más de 12 años. Por supuesto que estoy devastado por el dolor, les concedo esa pequeña victoria, pero no durará mucho. Sé que nos acompañará cada día y que nos volveremos a encontrar en ese paraíso de almas libres al que ustedes jamás tendrán acceso.
Nosotros somos dos, mi hijo y yo, pero somos más fuertes que todos los ejércitos del mundo. Y ya no tengo más tiempo para darles, tengo que volver con Melvil que ya ha despertado de su siesta. Tiene apenas 17 meses de edad. Va a comer su merienda como todos los días, después vamos a jugar como siempre y, toda su vida, este pequeño niño les hará frente siendo feliz y libre. Porque no, ustedes no obtendrán su odio”

lunes, 16 de noviembre de 2015

París bien vale una buena Educación de la Interioridad

¿Puede aportar algo la Educación de la Interioridad a la pacificación del mundo? ¿Meditar, crecer en conciencia corporal, crear mandalas, trabajar la voz, la respiración consciente, el desarrollo de la creatividad, el juego simbólico... en un contexto de un mundo sufriente tiene sentido?

Mi respuesta es un rotundo y total SÍ, es más, creo que si hoy, en este momento de la Historia de la Humanidad, el ser humano no se reencuentra con su hogar interior, será muy difícil hacer del planeta un hogar para todos y todas.

Los hechos dramáticos y sobrecogedores del pasado viernes en París, en el corazón de la Francia de la "libertad, igualdad y fraternidad", nos obligan a ir más allá de la reacción visceral. Pero sólo podemos alcanzar niveles de comprensión y respuesta ante la violencia más profundos y genuinamente humanos si nos situamos en otro nivel de conciencia.

Me explico: lo que nace del "ego" es "ego", lo que nace del "no ego" es "no-ego". Me explico más, lo intentaré. Lo propio del ego es la mente dual, es el nivel de conciencia cuya construcción vamos realizando en la primera mitad de la vida y que funciona generando límites ("yo-tú", "mío-tuyo", "arriba-abajo", "verdad-mentira", "sagrado-profano", etc...). La generación de límites, llevada al extremo en un ego inmaduro y poco saneado, produce todo tipo de fundamentalismos (políticos, religiosos incluso deportivos). El ego se mueve con mayor comodidad y desenvoltura acotando la realidad, parcelándola, eso le otorga seguridad. Lo tremendo es cuando las personas, los grupos, llegan a asentarse tanto en esa mentalidad "dual", llena de divisiones, definiciones, preceptos, límites que cree que eso es todo cuanto hay. Así cualquier elemento dificilmente identificable, mensurable, cualquier pieza de la realidad que no se sepa donde encajar, molesta, perturba, inquieta y, en la mentalidad dual insana la solución es "quitarlo de en medio".

Como veréis, casi toda la  historia de la humanidad transpira algo de esto. Cada conquista violenta, cada batalla y guerra, cada matanza  en nombre de " mi dios", "mi rey", mí país", "mi partido"... lleva en sí la firma de un ego que no concibe lo no-dual, el "no-yo".

Pero todo hombre, toda mujer, lleva en sí otro nivel de conciencia, un "sí mismo" transpersonal, más allá de la mente dual. Es la experiencia del Ser que en todos vive y se manifiesta más allá de su nombre, apellido, lengua, credo, raza, color político... Conectar con ese Hondón de la Existencia  nos lleva a superar la mente dual, abre a otra comprensión de la realidad en la que Todo es Uno y pierden peso las "batallitas del ego" en cualquiera de sus manifestaciones. Importa más el bien común, se vive de manera respetuosa con todo y con todos, la Paz brota del corazón y se manifiesta en formas de vida no violentas, ni en actos ni en palabras. El Planeta se siente como Hogar universal en el que las fronteras son ficciones del ego. Desde la mente dual el diálogo entre religiones es sumamente difícil e incluso imposible, desde el estado "no-dual" lo que parece imposible es no llegar al diálogo que dé paso al Encuentro profundo.

Facilitar a un niño un crecimiento en contacto con las Fuentes de Ser, aprendiendo a Escuchar, a expresar asertivamente sus opiniones y emociones, abriéndose a la Profundidad de la vida, contando con los demás para vivir compasivamente, prepara el terreno para adultos más alejados de cualquier fundamentalismo, nutre la tierra interior en la que pueden echar raíces valores y actitudes verdaderamente éticas. 

La sanación de las múltiples y profundas heridas de la Humanidad no puede venir del mismo nivel de comprensión que las generó. La Humanidad debe cuidar del desarrollo de una sana dimensión interior en sus niños y jóvenes. Sólo un cambio en nuestro nivel de Conciencia logrará hacernos salir de esta espiral de sinsentido generada por la autodefensa del ego camuflada bajo la bandera política, religiosa, territorial...

Eso es lo que puede aportar la Educación de la dimensión Interior al cambio del mundo: personas profunda y totalmente comprometidas con el cuidado de la Vida en todas sus manifestaciones.

lunes, 9 de noviembre de 2015

La "fiesta de los maniquíes" de la Escuela Cristiana


No sé si recordáis una canción de un grupo gallego muy famoso en los años 80, el grupo era Golpes bajos, la canción “Fiesta de los maniquíes” y uno de los versos del estribillo era “fiesta de los maniquíes, no los toques por favor”.

Abunda mucho la “fiesta de los maniquíes”, la hipocresía presentada en sociedad de forma correcta, la polilla del “dar de no” que bajo comportamientos nada reprensibles para una mirada poco atenta, van horadando la convivencia en los grupos humanos. Nos estamos convirtiendo poco a poco en maniquíes ataviados con lo “políticamente correcto” pero escasos, muy escasos de verdadera creatividad y coraje para hincar el diente a lo esencial. En cuanto nos tocan el dinero o el tiempo, "se acabó lo que se daba".

Pasa en muchos ámbitos de la vida, en casi todos los grupos humanos, pero me da especialmente “asco y mala gana” cuando me encuentro con ellos en el mundo educativo.

Como dice el genial Fidel Delgado a veces podemos entrar en una tendencia a “dar de no” que nos lleva a quejarnos de todo y por todo e ir cayendo suave pero irrevocablemente en el abismo sin fondo del “primero yo y lo mío” y luego ya veremos.

El estilo de vida neoliberal, el leiv-motiv de fondo del capitalismo se nos ha colado hasta los tuétanos y el individualismo campa por sus anchas, por eso no hay verdadera revolución en nada porque no hay verdadera reflexión que permita el nacimiento de respuestas desde lo profundo de la persona; el “dar de no” se cuela hasta entre quienes parecemos enarbolar banderas de cambio social, de la solidaridad, de la ecología. Da la impresión de que todo se queda en palabras aprendidas mientras los actos, la vida cotidiana va por otro lado.

Ahora bien, a mí lo que me causa tristeza y verdadera preocupación es identificar esas “insoportables levedades del ser” en los claustros educativos. Es tremendo leer los documentos bien estructurados y fundamentados de tantos y tantos centros educativos cristianos, documentos que por otro lado han sido elaborados con una nada despreciable inversión de tiempo y energía por parte de las personas a quienes se les encomienda tal redacción. Por ello preocupa escuchar y ver en tantas ocasiones que quienes desean de veras, por convencimiento hondo “dar de sí” para que esos documentos no sean sólo papel, sino vida de cada día, quedan neutralizados por un “algo” tóxico que flota  en el ambiente cuyo mensaje continuo es “no tengo tiempo”, “esto no nos toca”, “mi jornada laboral termina a las…” “ese no es mi grupo”, “otro proyecto más”, etc….

Que en los colegios hoy el “tiempo” es un bien escaso, es un hecho para todos. Que hay una avalancha de proyectos cada curso es cierto. Que a veces no da tiempo a aterrizar un proyecto cuando ya comenzamos otros, es directamente comprobable. Que la mayoría de docentes siente que de veras “no les da la vida” es algo que se palpa con claridad, pero que se nos está colando en la vida escolar esa tendencia a “dar de no” es igualmente real.

Me da la impresión de que la frase “no tengo tiempo” comienza a sonar hacer tiempo como una perfecta excusa para quien no puede o no quiere ir más allá de lo meramente curricular, salir del guión del libro o de “las fichas” e ir al encuentro del alumno, del compañero de claustro y de las familias desde un concepto mucho más amplio y profundo del verbo educar.

Y ahí me sale a mí lo de la “fiesta de los maniquíes”. Un maniquí es una muñeco estático vestido a  la moda. Queda monísimo en el escaparate pero nada más. En cualquier momento, ante un cambio de moda el maniquí cambia de estilo y postura.

Ahora parece que la moda es dejar claro que el trabajo es el trabajo y mi vida personal mi vida personal. Vale, faltaría más. Y quizá sí que era necesario revisar modos de funcionamiento que interferían claramente con los ritmos necesarios de la vida familiar. De hecho una de las asignaturas siempre pendientes de este país es la de la “conciliación familiar”. En eso estamos muy lejos de muchos países europeos, es un hecho.  Pero me surge un duda tremenda que creo significativa cuando hablamos de educación: ¿Puede un/a educador/a hoy, en el siglo XXI, pretender ser un funcionario de la educación? ¿podemos pretender que tal y como van las cosas nuestros chavales e incluso nuestros compañeros/as de claustro, no precisen de nosotros un “plus” de humanidad más allá del puro trabajo bien hecho? Porque ya sólo faltaría que un/a educador/a que pretenda serlo se conforme con dar bien su materia, eso se presupone. Hoy el/la educador/a, como siempre, pero quizá con mayor urgencia que nunca, debe ser un MODELO DE VIDA.

Ahí el maniquí no sirve. Para el educador que lo sea desde la entraña, la realidad que vivimos se transforma en una llamada a responder desde lo extra curricular y eso, por desgracia para ese virus del “dar de no”, cuando menos pide de nosotros un estado de creatividad educativa continua porque requiere de tiempos con los alumnos y los compañeros y las familias más allá de “mis horas de clase”. Claro que esto es así, a mi modo de ver, porque estamos manteniendo estructuras que sirvieron en unos contextos socio-culturales que no son los actuales. Las escuelas son un “odre viejo” que intenta acoger el “vino nuevo” y ya sabemos como termina esa combinación: el odre explota y se pierde el vino ¿no sentimos que algo así puede estar pasando en nuestros colegios?

Habrá que ser muy creativos y generosos para re-crear nuestras escuelas llevándolas hacia la escuela del siglo XXI. Los cambios que deberemos hacer no pueden ser mero escaparatismo incorporando a la vestimenta de nuestro colegio el último proyecto de moda. Deberemos salir del escaparte y sumergirnos en los cambios profundos que esta nueva época exige de la escuela. Resulta claro que mientras permitamos que avance tranquilamente la tendencia a “dar de no” en los claustros educativos, este trabajo fascinante pero exigente de recrear la escuela caerá con todo su peso sobre los hombros de algunos y algunas que, como la viuda pobre del pasaje evangélico, darán hasta lo último que tienen desde el alma, convencidos, sin hacer alharacas, sin quejas, pero dejándose quizá demasiadas cosas en el camino (la salud, la familia, las energías, a veces la ilusión porque tal esfuerzo no genera ningún cambio gratificante y sí mucho cansancio…).

Escasea el empuje carismático, fuerza del Espíritu, sobran la exacerbada autodefensa y los parapetos diarios para no ir más allá, la falta de miras a largo plazo empujados por la urgencia del momento.

Ahora que ya no es un futurible en la escuela cristiana la falta de religiosos y religiosas, habrá que ver de qué manera los/as laicos/as pueden pasar a ser esa “referencia carismática” que han sido las comunidades religiosas presentes en el día a día del colegio. Habrá que repensar y recrear la forma de estar del laico en el centro educativo sin perder su identidad laical, es decir, sin dejar de vivir plenamente su proyecto de vida, sea el que sea. Un padre o una madre de familia debe poder vivir plenamente su su vida de pareja y su relación familiar. Un/a laico/a no es un religioso ni una religiosa “camuflados”, debe ser lo que es. Por ello se nos pide hoy una verdadera “creatividad evangélica” para que nuestros colegios no pierdan su fuerza carismática, su empuje y originalidad, su capacidad para proponer caminos profundos y de raíz a la comunidad educativa al completo, pero sin sacrificar en el “altar” del trabajo  la vida familiar de los educadores/as.

Mientras ahí están los “maestros de la ley” recordando lo que “entra” y lo que no en la jornada laboral alimentando sutilmente y con la ley en la mano el virus del “dar de no” y dejando a algunos claustros pobres en generosidad y arranque, plagados de “peros” de todo tipo ante cualquier propuesta que pida una minuto más de “mi” tiempo. La "fiesta de los maniquíes" versus la "fiesta de la Vida en abundancia" en nuestros claustros.


miércoles, 4 de noviembre de 2015

Partícula y onda a la vez

La mecánica cuántica nos dice que la luz puede comportarse al mismo tiempo como una partícula y como una onda. En ese sentido y en ese contexto se habla de la "dualidad partícula onda". Hace poco se consiguió hacer la primera fotografía de la luz como partícula y onda a la vez. Resulta sumamente interesante que la naturaleza, lo que existe vaya demostrando, a medida que disponemos de más medios para "ver", que lo que sucede en los niveles profundos de lo que llamamos "realidad" tiene mucho que ver con la experiencia profunda de la vida de la que nos habla la espiritualidad en su vertiente mística. Intentaré explicarme mejor porque quizá parezca una relación forzada.

Desde luego la relación entre mística y Física Cuántica lleva años generando todo tipo de reflexiones, algunas profundas y ricas, otras un tanto facilonas, y también encendidos debates pero, sea como sea, lo que comienza a ser un consenso en determinados ámbitos de reflexión espiritual y científica es que el fondo de lo que existe tiene más que ver con la "no dualidad", el "vacío", la "unidad" que con la dispersión, división, dualidad, etc.

En el caso de la luz los científicos afirman su carácter dual por el hecho de que puede comportarse como partícula y como onda a la vez, en este sentido se habla también de "naturaleza doble". Esta característica de la luz me resulta sumamente sugerente e inspiradora por la semejanza de fondo que guarda con los procesos interiores del ser humano. El camino de ser lo que verdaderamente somos es un proceso en el que durante un primer nivel de nuestra existencia interpretamos la vida y construimos nuestra identidad para poder desenvolvernos en este mundo con sus exigencias y reglas, las que alcanzamos a entender desde lo que denominamos "ego". Un ego bien construido es imprescindible para poder desarrollar nuestra vida, sin embargo, ese no es el punto de llegada sino el punto de partida. Aprovechando lo que decimos de la luz, podríamos afrmar que durante un periodo de nuestra vida nos comportamos como "partículas", generamos una comprensión del mundo, de  nosotros mismos, de los demás, de la vida basado en divisiones, límites, circunscripciones mentales, categorías y algoritmos que nos facilitan comprender la realidad en su complejidad. Categorías como "yo-tú", "mío-tuyo", "fuera-dentro", "arriba-abajo", "bueno-malo", "amigo-enemigo", "derechas-izquierdas", "verdad-mentira", "blanco-negro", etc, provienen de la mente dual, ámbito del ego. 

Llegado cierto momento del desarrollo personal, comienza a surgir algo más, comienza a evidenciarse que esas categorías no son suficientes, se experimenta que en uno/a mismo/a hay mucho más: es la llamada de nuestro ser Esencial, de un fondo de la vida personal y de todo lo que es que tiene otras reglas, otras categorías. Llega el momento de conectar de veras y permanentemente con nuestra realidad de "onda". La luz en cuanto onda se propaga lo mismo en el vacío como en medios materiales. De alguna manera el concepto de "onda electromagnética" nos puede servir para entender lo que somos en el fondo de nosotros mismos, nuestra verdadera naturaleza. Más allá de la concreción ("partícula") de este ser al que llamo "Elena" o "Pedro" o del que digo "es médico" o "es amiga de...", está ese continuo ("onda") que existe y se manifiesta tanto en el vacío (no-hacer, vacuidad, pura receptividad, nivel transpersonal) como en el medio natural (la vida cotidiana). Pero el uno no anula al otro, somos partícula y onda a la vez.

Somos luz (curiosamente Jesús lo afirma en el evangelio: "vosotros sois la luz del mundo"(Mt 5 14-16) y por ello podemos comportarnos como partícula y como onda a la vez, no obstante, pasamos mucho años identificándonos con nuestra manifestación como partícula hasta llegar a creer que sólo podemos vivir y manifestarnos como tales, olvidando que en nosotros vive también la posibilidad de manifestarnos y actuar desde la categoría de onda y poder así ser, vivir, actuar tanto en el vacío como en el medio natural. Nuestro ser puede manifestarse en plenitud en el ámbito de la vida cotidiana irradiando en él la luz que somos. Para ello es preciso dejar que la luz sea, dicho de otra manera, conectar con la dimesión de profundidad a la que denominamos "interioridad" para encontrar allí esa otra "parte de mí" más desconocida quizá, pero incluso más real a la que llamamos nuestro ser Esencial. El camino hacia esa "no dualidad" pasa por la superación del ego, por un salto cuántico que nos lleve del comportamiento como partícula al comportamiento como onda. En el momento de ese salto existencial sólo se percibe el vacío, la pérdida, quizá miedo y temblor, pero es la mera reacción del ego que no sabe leer esas nuevas categorías, que no conoce el nuevo terreno propio del "no-yo". Lo que viene después es la experiencia de la Vida plena: libertad al desaparecer el miedo, sobretodo el miedo a la muerte, felicidad permantente al conectar con la Fuente de Sentido habiendo atravesado la certeza del absurdo de la vida, la Paz duradera al haber luchado en la noche con los fantasmas del pensamiento. Termina por comprenerse desde el corazón que eso que somos lo somos desde siempre y para siempre, sin saltos, inmutablemente, algo que en el nivel de conciencia "partícula-ego" es imposible de captar pero que en el nivel "onda-ser esencial" otorga la capacidad para seguir viviendo la cotidianeidad enraízados en el SER. Así, cada uno/a de nosotros/as, llegados a ese "lugar" existencial, brillamos, somos luz en todo momento.

viernes, 23 de octubre de 2015

Hay veces que...

Hay veces en las que el camino interior se hace duro, cuesta arriba y vertiginosamente hacia abajo. El interior, no se sabe porqué se levanta en tempestad. 
Hay veces en las que la tempestad interior lo anega todo, también el cuerpo, entonces se tiembla con un frío que viene de dentro.
Hay veces que no se sabe de donde viene todo eso, donde se ha originado y, por más que se repase todo, no se entiende nada.
Hay veces en las que lo único que puede hacerse es pararse y respirar en medio de la tormenta, en medio del temblor y abrazar ese ser que se estremece y decirle cosas bonitas.
Hay veces que sólo respirando se puede sobrevivir.
Hay veces que la evidencia del absurdo te aboca a la nada y sientes morir.
Hay veces en las que la certeza que te invade es la de que nada tiene sentido y que estás sola en ese sinsentido, pero hay que continuar viviendo, trabajando, amando, sonriendo, dando la cara...
Hay veces que se apaga toda luz, todo consuelo y no queda nada, nada a lo que acogerse, casi ni uno mismo porque uno mismo se sabe nada...
Hay veces en las que todo eso te lleva al verdadero lugar.
Hay veces en las que Dios toma la iniciativa y se muestra oscuramente luminoso, Luz que ciega...
Hay veces en las que lo que hay que hacer, tozudamente, con locura, es permanecer en el infierno y no desesperar.
Entonces un Fondo de Paz muestra su Luz y se descubre el verdadero Hogar.

lunes, 21 de septiembre de 2015

¡Qué poco hemos cambiado!




¿Pensaba el genial Chaplin que estas palabras seguirían retratando la realidad de Europa y del mundo en el siglo XXI?

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Biografía del silencio. Pablo d'Ors

De vez en cuando me gusta recomendar libros desde este blog. Este verano me ha acompañado en los momentos de meditación un librito del genial Pablo d'Ors. "Biografía del silencio" Ed. Siruela. Digo librito porque en su forma es pequeñito, manejable, hasta cabe en un bolsillo. Sin embargo su contenido es bien grande, enorme, profundo, luminoso. 

En sus página d'Ors abre su alma, nos deja conocer de primera mano cómo comenzó a meditar y el horizonte que en la sentada meditativa se le ha ido desvelando. A medida que se lee parece que se está con un viejo amigo que te confía lo que vive, lo que es, lo que sabe y lo que no sabe, dudas y certezas, aciertos y errores. Hay momentos sublimes en lo que expresa. Confieso que con más de una de sus expresiones se me han saltado las lágrimas.

Como suele sucederme (y seguro que a muchos/as de vosotros/as) este libro llegó a mí en el momento oportuno, quizá por eso me ha impactado tanto y deseo recomendarlo. Sea como sea, para quien quiera saber qué es de verdad eso de "meditar" este es un libro de obligada lectura que , desde ya, incluyo en la bibliografía para la Educación de la Interioridad.

Transcribo un trocito para abrir boca:

 
A cada instante tengo un dilema que resolver: o estoy aquí, donde de hecho estoy, o me voy a otra parte. Siempre estoy deseando quedarme conmigo o partir y alejarme de mí. Desde que hago meditación, elijo más veces permanecer en casa, no huir. Perder la conciencia y viajar quién sabe adónde tendrían que resultarme mucho más fatigoso que mantenerme alerta; pero para mí no es así todavía: La atención me parece un trabajo, y la distracción, en cambio, un descanso.    Todas estas resistencias por mi parte son absurdas y tienen una causa muy clara: la necia creencia de que perdiendo mis fantasmas terminaré por perderme yo. Pero mis fantasmas no soy yo; ellos son precisamente lo menos yo mismo que hay en mí.
  Este descubrimiento me ha llevado años de práctica de meditación. Pero hoy sé, y lo digo con tanto orgullo como humildad, que conectar con el propio dolor y con el dolor del mundo es la única forma, demostrable, para derrocar al principal de los ídolos, que no es otro que el bienestar. Para lograr tal conexión con el dolor es preciso hacer exactamente lo contrario a lo que nos han enseñado: no correr, sino parar; no esforzarse, sino abandonarse; no proponerse metas, sino simplemente estar ahí.
  Tras todo lo dicho, bien cabe afirmar que el dolor es nuestro principal maestro. La lección de la realidad -que es la única digna de ser escuchada- no la aprendemos sin dolor. La meditación no tiene para mí nada que ver con un hipotético estado de placidez, como hay tantos que la entienden. Más bien se trata de un dejarse trabajar por el dolor, de un lidiar pacíficamente con él. La meditación es, por ello, el arte de la rendición. En el combate que supone toda sentada, vence quien se rinde a la realidad. Si en el mundo se nos enseña a cerrarnos al dolor, en la meditación se enseña a abrirnos a él. La meditación es una escuela de apertura a la realidad.
  Por lo que acabo de escribir, no es de extrañar que la meditación silenciosa y en quietud haya sido acusada de sofisticado masoquismo; y es que se llega a un punto en que uno desea sentarse a diario con la propia porción de dolor: frecuentarlo, conocerlo, domesticarlo... Sin dejar de ser tal, el dolor va cambiando de signo conforme se lo frecuenta. Y es así como se aprende a estar con uno mismo.
(Pablo d'Ors. Biografía del silencio. Ed. Siruela 2014)

martes, 1 de septiembre de 2015

¿Qué clase de sociedad queremos ser?

Hoy miles de educadores/as regresan a las aulas. Con ilusión y algún que otro miedo (no es para menos, ¿quién sabe cuál será la próxima propuesta del ministro de educación de turno o los próximos recortes o...) ahí están ellos y ellas hoy, con el moreno color de piel de los días de playa o de monte quien haya podido, con fotos, con anécdotas veraniegas. Ahí están abriendo sus vidas a los nuevos/as alumnos/as que en pocos días formarán parte de sus días, de sus vidas. Hoy retoman la labor cotidiana de programar, re-pensar, organizar y soñar el proceso educativo que durará nueve meses, todo un embarazo.

Este inicio de un nuevo curso tiene lugar en medio de un río de seres humanos que buscan refugio, paz, poder vivir. El drama de los refugiados que pone en "jaque" la respuesta humana de los líderes políticos europeos incapaces de ir más allá de lo "políticamente correcto" y permaneciendo en respuestas lentas, mediocres y, como en el caso de la alambrada austriaca, inhumanas.

Sin embargo, en Alemania, los/as ciudadanos/as de a pie están mostrando el verdadero rostro de la ciudadanía alemana y, quiero creeer, europea. un rostro verdaderamente humano.

Además de en el seno de la familia ¿dónde más puede el ser humano aprender el interiorizar comportamientos verdaderamente éticos que nazcan del convecimiento de que absolutamente toda vida es sagrada? Hoy la Escuela tiene ante sí otro reto más en el que lleva mucho teimpo empeñada pero que hoy urge explicitar: ayudar a los niños y jóvenes a crecer desde dentro para que la empatía, la generosidad, el respeto por la vida, queden enraizados en un interior lúcido e inteligente.

Queridos/as maestros/as: GRACIAS por todo cuanto habéis aportado y aportaréis en la creación de un mundo más justo, más humano.

Por todo ello comparto este artículo de El Diario.es


                                     
                            

Impresionante demostración de solidaridad de los alemanes en apoyo a los refugiados

  • La sociedad civil rescata a los refugiados de la dejadez institucional en Berlín y evita una crisis humanitaria
  • Familias alemanas les acogen y grupos de voluntarios reparten agua o mantas en los asentamientos
  • Pancartas en los estadios de fútbol o portadas de periódicos locales piden ayuda para dar una buena "bienvenida" a los refugiados

Carmela Negrete - Berlín
31/08/2015 - 15:04h

Un hombre sirio inmortaliza el momento desde el autobús. Graba la agitación de las flores amarillas, el balanceo de los carteles en los que se puede leer "bienvenidos" en diversos idiomas. Se escuchan gritos y aplausos. Decenas de personas se congregan para acoger a los que huyen de la guerra. Ellos lo agradecen y así lo hacen saber. Al fin, están a salvo. Este vídeo choca con la imagen de los ataques de grupos neonazis a varios centros de acogida en distintos puntos del territorio germano. Menos visible pero muy presente, el movimiento a favor de los refugiados se extiende por todo el país.
Es la otra cara de Alemania que se encuentran refugiados como la familia de Sinpan y Rawed. Después de todo lo que han pasado, todavía sonríen. Han conseguido su objetivo. Ya solo les falta cruzar la barrera elevada por el personal de seguridad. Van saliendo a la de uno, dos, tres, cuatro, cinco... stop. Los siguientes de la fila son los hermanos y primos de ambos. Una familia entera kurda que ha dejado atrás todo lo que tenían para huir del horror de la guerra en Siria. Su ciudad, Hasaka, se había convertido en un lugar demasiado peligroso, así que la familia vendió sus pertenencias y se puso en camino hacia Alemania, donde los dos primos llevan ya casi un año viviendo. "Cuando llegaron dijeron: ¿y esto es Alemania?", se ríe Rawed.

La familia de Sipan y Rawed Mohammed, bebé incluido, vino a Alemania en escondida en un camión.
El viaje fue horrible, cuentan. Las mafias les cobraron unos 8.000 euros por cabeza y les trajeron escondidos en un camión. Un transporte similar al que estos días ocupaba las portadas de los diarios con decenas de refugiados que habían fallecido en su interior asfixiados. Un viaje peligroso a merced de las mafias ante la inexistencia de rutas legales para ejercer su legítimo derecho al asilo. Llegaron el día anterior y han tenido suerte de que esta misma noche la podrán pasar en un albergue de emergencia. Después de todo el día esperando, por fin pueden abandonar el jardín de la oficina de asuntos sociales.
A este lugar, situado en el barrio berlinés de Moabit, vienen cada día alrededor de medio millar de refugiados a inscribirse como tales para comenzar el largo proceso de la solicitud de asilo ante la burocracia alemana. Desde aquí son enviados a albergues provisionales distribuidos por todo el país. Durante todo agosto se han visto escenas delante de esta oficina más propias de países no industrializados y empobrecidos: familias enteras, niños, bebés, personas mayores y enfermos durmiendo al raso. Sin comida ni agua siquiera.

Sin agua en pleno agosto. Familias enteras haciendo cola toda la noche y todo el día, durmiendo incluso en la cola. Pero alguien puso el grito en el cielo en Twitter y de la noche a la mañana se organizó el reparto de agua que tanto necesitaban los refugiados. Voluntarios cocinaban para ellos lo que ciudadanos de Berlín traían para donar de forma altruista. Durante unas dos semanas la organización Moabit hilft (Moabit ayuda) fue prácticamente la organización que coordinó el trabajo de los cientos de voluntarios que han pasado para regalar tiempo y fuerzas a los recién llegados.

A raíz de la presión de dichas organizaciones, la oficina de asuntos sociales instaló un grifo para que los refugiados puedan beber pero que en realidad, está sirviendo también para asearse. Además reparten vasos y botellas de agua. La comida sigue llegando de los voluntarios aunque ahora han prometido que a partir de esta semana será una empresa quien se encargue de prepararla con cargo al erario público.
Solidaridad autoorganizada en la capital de la burocracia
Todo el mundo sabe que la burocracia alemana es una de las más complejas del planeta. Para todo hay formularios, cada ámbito de la vida está legislado de manera minuciosa. Y sin embargo, estos días, Berlín parece haberse olvidado de los protocolos tradicionales más básicos. Las personas se organizan a través de Facebook, Twitter, crean documentos de Google compartidos en los que van escribiendo las necesidades de cada lugar.
De esa forma es como Leticia y Jacob, de Valencia y Alicante, pero residentes en Berlin, se enteraron de lo que estaba pasando y decidieron presentarse voluntarios. Unas veces reparten agua y comida. Ropa, mantas. Hacen de payasos para los críos. Ante la inacción de las autoridades, los berlineses se han puesto a ayudar a destajo.
Sin embargo, la carencia de asistencia a los refugiados conlleva no pocos riesgos para su salud y para la salud pública. El presidente del colegio de médicos alemán, Ulrich Montgomery, ha advertido en declaraciones al diario Hamburger Blatt que en las instalaciones de emergencia reina la confusión, que el servicio público de salud no cuenta con los recursos sanitarios suficientes para momentos de crisis como este y que cada refugiado debería ser examinado por un médico dentro de los primeros tres días que esté en Alemania. "Es inaceptable que un país rico como Alemania esperemos tres meses para una revisión médica para aclarar casos de tuberculosis, una enfermedad muy peligrosa y de alto contagio".
Así que los médicos se han autoorganizado también. Su colegio envió una misiva a la que han respondido mas de un centenar de facultativos que, de forma voluntaria, se van turnando para atender a los refugiados. Ya han conseguido que al menos un médico sea remunerado para casos de emergencia. "Algo completamente absurdo", asegura el personal médico. A partir del lunes, sin embargo, después de varias reuniones con el Ayuntamiento y el Estado, han prometido crear un punto de atención sanitaria para que los médicos puedan atender de forma adecuada las emergencias, recibiendo para ello alguna de las salas que Cáritas tiene en el edificio.
Otras personas se han acercado también a mostrar su solidaridad, como Imsa Höppner, que se acercó un día a llevar agua y quedó tan impresionada que mandó a sus amigos y conocidos una petición por Facebook para que donasen a los refugiados. Fue así como comenzó una aventura a raíz de la cual ella y las personas que se han ido sumando han repartido ya unos 300 paquetes de bienvenida: una manta, artículos de aseo y frutos secos. Entretanto, Imsa siente que el proyecto se ha vuelto algo demasiado grande que no le deja tiempo para respirar, por lo que también ella opina que todo esto que están haciendo es una tarea del Estado.
Por todo Berlín los grupos de apoyo a los refugiados recogen todo tipo de material que puedan necesitar, desde artículos de necesidad básica e higiene hasta otros más singulares como laca de uñas o tinte para el pelo.  Los mensajes de solidaridad se repiten a lo largo del país. Hasta los estadios de fútbol han dado la bienvenida a los refugiados a través de pancartas desplegadas en las gradas. Los clubes invitan a grupos de jóvenes sirios a los partidos y los hinchas reivindican ayuda para ellos.
El periódico sensacionalista Bild se ha unido a las muestras de apoyo y a las exigencias de dar respuesta a la crisis humanitaria que ha llegado al interior de Alemania. Su portada del 29 de agosto fue un llamamiento en favor de los refugiados.
Objetivo: ningún refugiado al raso
Una de las acciones más llamativas de solidaridad con los refugiados está siendo la acogida de los mismos en casas particulares. Hay proyectos como la web Refugiados bienvenidos en los que las familias o pisos compartidos interesados pueden inscribirse. La organización les pone en contacto entonces a los refugiados, con tanto éxito que se encuentran colapsados por peticiones. Incluso un diputado del partido de Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU), ha recogido a dos refugiados de Eritrea en su casa.
Pero para un periodo mas corto de tiempo tampoco faltan voluntarios. Bern Pickert, que trabaja en la sección de internacional del diario Tageszeitung ha acogido en su casa a cinco refugiados para que no pasen el fin de semana al raso. "No será la ultima noche que haga esto", asegura. El lunes se levantarán muy temprano para estar en la cola antes de que abran las puertas. "Se ha formado una red de personas que se divide el trabajo. Por ejemplo, yo los acogí pero los trajo otra persona que presta servicios de transporte voluntario". Pickert cree, al igual que la totalidad de los voluntarios con los que ha podido hablar eldiario.es, que el Estado "está interviniendo de una forma insuficiente a la situación que estamos viviendo". Además asegura que éste es el momento en que Alemania realmente "debe demostrar qué clase de sociedad y de país quiere ser".
Moteah viene de Siria, Mohamed de Iraq, Nourdin de Egipto, Zied y Anis de Túnez. Tienen un largo viaje a sus espaldas y han aprovechado la oportunidad sin reparos: "Ayer durmieron hasta el mediodía, estaban muy cansados". La cena de bienvenida es una barbacoa "halal", es decir, sin carne de cerdo, en el jardín. Tienen suerte y lo saben, por eso a pesar de sus traumas y de las dificultades vividas, además de que no hablan alemán ni Pickert habla árabe, sonríen y tratan de ser amables.