La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

lunes, 24 de abril de 2017

La Alegría de la Resurrección

Y amaneció... Esa salida del sol vivida junto a un pequeño grupo de personas hermanadas me parecía ser una silente parábola del Reino:
"El Reino de los cielos se parece a aquellos hombres y mujeres que dejaron la seguridad y confort de los caminos conocidos y caminaron de noche, adentrándose más y más hasta llegar al punto desde el que dejarse bañar por los rayos del Sol que nace de lo alto"
Parábola de Paz, de fraternidad y sororidad, parábola silenciosa, humilde, pequeñita que desembocó al final de la mañana entorno a un ciprés plantado con mimo, con consciencia, con amor.

Sol y ciprés, camino y excavación, espera contemplativa y acción de labriego... Todo unido, todo siendo parte de un Todo.

Y amaneció y sentí en mi piel el escalofrío de la Vida verdadera que lo atraviesa todo, que lo nutre todo, que lo ilumina todo y todo hace florecer imparable y eterna. Eso es Resurrección.


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