La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

sábado, 27 de octubre de 2018

Voces lúcidas, cariñosas y creativas.

Hoy quiero compartir con vosotros la riqueza de las apreciaciones y puntos de vistas de otras personas que se dedican a la Educación de la Interioridad, sea desde la reflexión, sea desde el aula o desde ambos ámbitos.

A continuación una pequeña reflexión de Javier Salaberria, profesor de Bachillerato de La Salle Irun:

"En un cambio de época como el que estamos viviendo, con tanta incertidumbre y escepticismo vital ¿es perderse en el limbo y en los confines del mundo preguntarse por la utopía? ¿Es alejarse de la realidad? ¿Es divagar?

En absoluto, la utopía va más allá de la razón, más allá del tradicional "u-topos" (otro lugar), sino que es el lugar mismo del pensamiento creativo. La imaginación es la que genera la realidad. Por lo tanto el hombre es un animal utópico.

La Grecia Clásica creció en los ideales de fuerza, belleza, armonía, sabiduría, valentía, moderación, proporción y orden y así, a lo largo de toda la Historia, grandes utopías fueron el motor de sociedades que imaginaron ciudades enteras, países, ideas, sistemas políticos, máquinas...

Pero no son tiempos para utopías; el ser humano está desencantado con la utopía; el siglo XIX y el XX han estado marcados por grandes discursos políticos que prometieron un hombre nuevo viviendo en un mundo perfecto. Y ya estamos entrados en el siglo XXI, inmersos en un cambio de paradigma, por eso hablo de cambio de época... Pero sin proyecto, sin utopía, sin imaginación, sino que nuestra Historia, nos está devorando y nos hace perder el control de lo que somos y de lo que queremos ser.

Por eso cobra vital importancia apostar por una educación que forme personas que vuelvan a soñar, que crean en la utopía, que "Se sientan" y "sientan". Y la Educación de la Interioridad se antoja como el eje vertebrador de esa nueva persona utópica."


Y no puedo por menos que copiar aquí el jugoso comentario que el Hno Jorge Sierra dejó en la entrada anterior del blog y que me resulta sumamente interesante:


Usando una nomenclatura de Javier Garrido, veo la educación para la interioridad como un "equipamiento" para la persona, que le ayuda a ser más y mejor persona y, además, le abre a la Trascendencia, que para los que somos cristianos, es una Persona y se llama Dios de Jesús.

¡Es importante que no olvidemos esto! Aunque nos salgan más fáciles las actividades corporales que las que rozan a la Trascendencia... Y, sobre todo, porque educar realmente para la interioridad implica educar a toda la persona y, para ello, es imprescindible que todos eduquen... Por eso "escuela para la interioridad" y "escuela a tiempo completo" son gemelas... o caras de la misma moneda.

Llevo unos meses leyendo cosas de "teología de la interioridad", que no viene a ser nada diferente que la sana tradición de la teología espiritual vaciada de ritos vacuos, pero llena de espacio para Dios. Nos queda mucho por avanzar, pero me anima ver que formamos parte de una ola mucho más grande.



Debería copiar aquí también las entradas del blog de Javier Palacios, también profesor de La Salle, en Burgos, dedicadas a la EI, tenéis acceso a su blog "reflexiones Quijotescas" desde este mismo espacio.

Como veis, la riqueza de puntos de vista, de subrayados, de matices, es enorme. No olvidemos que la interioridad es un concepto antropológico que, por lo tanto, permite ser abordado desde los puntos de vista de la Filosofía, la Teología, la Psicología, la Pedagogía, etc. Cuanto más amplio sea el espectro de lecturas, más completa podrá ser la concreción didáctica, por eso necesitamos "voces", muchas voces que desde la lucidez y el cariño, aborden este tema con hondura en la reflexión y lucidez y creatividad en las propuesta prácticas para la Escuela.

Gracias a todos y todas los y las que nos ofrecéis esa "voz lúcida, cariñosa y creativa".

1 comentario:

Jorge dijo...

Gracias por tus palabras, Elena. A veces, la buena perspectiva de compañeros en el camino nos ayuda a todos a no perder el norte. Un abrazo