La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Ojalá



La palabra ojalá  viene del árabe لو شاء الله (law sha'a Allah) "si Dios quisiera". 

Me envía esta canción un amigo profesor. Me dice que es la canción de su vida de una alumna de 17 años. 

He escuchado la canción ya varias veces, he leído la letra otras tantas. Me parece maravillosa, pero me interroga que una chica de tan solo 17 años pueda sentirse identificada con afirmaciones tan fuertes que, a mí por lo menos, me parecen propias de alguien con mayor recorrido vital. ¿Quizá están nuestros adolescentes abocados a vivir vericuetos interiores, momentos oscuros, dudas, miedos, más propios de otros momentos de la vida? no lo sé... cuando menos a mí me ha interrogado que sea esta la canción importante de una personita de 17 años, ni mucho menos porque a esa edad no puedan surgir interrogantes profundos, brotar miedos e incertezas, no porque a esa edad no se vivan ya en ocasiones las primeras decepciones, sino por la densidad de esta letra. No sé, ahí queda para vuestra reflexión. Quizá podéis proponerla a vuestros chicos y chicas de ESO y escuchar como la interpretan y viven ellos/as.

Yo necesito ganas, no querer ganar
Y si algún día perdiese mi miedo a perder
Me duele haber corrido para no llegar
Ahora sé que el camino es la meta también

Ya me crecieron miedos que nunca eduqué
Y me sé las respuestas por no preguntar
Ya sentí como nadie cuando tuve el bien
Y lloré como todos cuando algo se va

Nadie te enseña a ser fuerte pero te obligan
Nunca nadie quiso un débil para confiar
Nadie te enseña los pasos en un mundo que
Te obliga cada día a poder levantarte y caminar
Donde fuiste tan feliz siempre regresarás
Aunque confundas dolor con la felicidad
Y ya no seas ni tú mismo pero pienses en ti mismo
Y eso matará

Y ojalá nunca te abracen por última vez
Hay tantos con quien estar pero no quien ser
Tan solo somos caminos que suelen torcer
Miles de complejos sueltos que debemos de vencer

Ojalá si te aceptasen por primera vez
Y entendiesen que es que todos merecemos bien
Que no existe una persona que no deba de tener
Ya que somos circunstancias que nunca elegimos ser

Confianza nunca volvió con el tiempo
Y el fruto de mi vida no se basa en lo que tengo
Y si todos los instantes pudiesen pasar más lentos
Si acaso dudarías esta vez en el intento
Y si entendiésemos que si somos perfectos

A pesar de borrones que quieran manchar el lienzo
Todo es una suma aunque eso no lo piense el resto
Una cosa es lo que soy y otra tan solo lo que muestro
Que yo ya no temo perder sino dar por perdido
Que yo ya no quiero vencer sino estar convencido
Que mucho antes de estar contento debo estar conmigo
Que voy a mirar a la soga pa’ decirle: Sigo
Que voy a parar de exigirme to' lo que me pido
Y voy a aprender a aceptar lo que nunca consigo
Que voy a parar de culparme, mentirme, fallarme, decirme tarde verdades que necesito

Porque también dediqué tiempo a quien ya no se acuerda ni de mí
También pegue los trozos de lo mismo que después partí
Tampoco me he entendido y he entendido que eso será así
No he estado confundido, he estado fundido con lo peor de mí
Me mudado a problemas y he querido ser feliz allí
Y he dado vueltas en círculos por no quitarte del medio a ti
He preguntado a todos para poder definirme a mí
¿Cómo decirle a un río que se pare y deje de fluir?

Nadie te enseña a ser fuerte pero te obligan
Nunca nadie quiso un débil para confiar
Nadie te enseña los pasos en un mundo
Que te obliga cada día a poder levantarte y caminar

Donde fuiste tan feliz siempre regresarás
Aunque confundas dolor con la felicidad
Y ya no seas ni tú mismo pero pienses en ti mismo
Y eso matará

Y ojalá nunca te abracen por última vez
Hay tantos con quien estar pero no quien ser
Tan solo somos caminos que suelen torcer
Miles de complejos sueltos que debemos de vencer

Ojalá si te aceptasen por primera vez
Y entendiesen que es que todos merecemos bien
Que no existe una persona que no deba de tener
Ya que somos circunstancias que nunca elegimos ser

2 comentarios:

Koro dijo...

Gracias, Elena. Tu blog es alimento para mi.

Elena Andrés Suárez dijo...

Gracias a ti Koro, por leerme y por hacerte presente. Me animas a seguir. Un fuerte abrazo.