La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

viernes, 3 de mayo de 2019

Milongas y más milongas



En castellano decimos "no me cuentes más  milongas" cuando queremos decirle a alguien que no nos diga mentiras o divagaciones o excusas. Pues eso: que no vengan con más milongas. Harta de que haya tantos tonto (es que es de tontos, o de puñeteros, perdonadme el exceso...) que quieran culpar a otros de nuestros males. Esos males los hemos creado nosotros solitos a base de no actuar, a base de no protestar contra la injusticia, a base de acomodarnos en nuestra vida bien-estante, burguesa, "don't worry, be happy" y "fluye, fluye..." De tan fluidos estamos ya licuados...

Que no me cuenten milongas sobre los musulmanes o sobre los marroquíes o sobre los negros o sobre lo que sea. Que no, que esta tierra es de todos y entre todos o la salvamos o la terminamos de matar y morimos todos. Cada uno que reconozca su aportación al "no hacer nada".

Que no me vengan con milongas esa recua de políticos mediocres, amargados en medio de sus dineros, nunca satisfechos con nada, Políticos que hoy deciden nuestros destinos y mañana vuelven a sus confortables trabajos, casas y vidas y "si te he visto no me acuerdo". Políticos vendidos al dios dinero..."¡Poderoso caballero es don dinero!"

Que no me cuente nadie más milongas del tipo "es que vienen de fuera y nos quitan el trabajo" ¡Pero qué me estás contando! Si por aquí lo que abunda es la vaguería existencial, que queremos ganar mucho dinerito haciendo lo justito y "no me pidas más que te convoco una huelga que te va a enterar". Eso sí, luego me voy a mi sesión de mindfulness que si no me sube el estrés y no es bueno para mi colesterol.

Somos una panda de hipócritas redomados. Lo siento. Hoy me sale el cabreo vital. Que no me vengan con  milongas: "si vienen a trabajar que se queden, si vienen a delinquir que se vayan". Vale. A mí los delincuentes tampoco me caen bien, qué quieres que te diga, pero he conocido muchos más indeseables "de aquí" que "de allá". Por ejemplo: si te desahucian, te desahucia un chico o chica monísimo, rubio, o moreno da igual, pero eso sí, muy bien peinado, muy educado y bien vestido y "de aquí de toda la vida",. Mira tú que insensible más simpático, me deja sin casa y en la calle con dos hijos pero al menos, jo, es blanco y huele bien.

Si es que nos están atontando. Y vamos a la huelga los que cobramos más de dos mil euros al mes... ¡Qué vergüenza si mi bisabuelo socialista levantara la cabeza! Él que tuvo que huir con mi abuela (viuda por la guerra puñetera) y mi tía y mi madre (huérfana de padre por la guerra puñetera) pequeñita a Francia. A ver quién no es descendiente de refugiados, de inmigrantes...

Pues eso, que no me cuente nadie más milongas, que estoy harta y muy enfadada, y sé de muchos buenos chavales que pierden la vida buscando una vida mejor aquí, sí, aquí, que es un "aquí" de todos, para todos, con todos o con nadie.

Y así me siento: soy una mora judía que vive con los cristianos, o soy una cristiana mora que vive con los judíos ..." Es que me da igual. Que no me cuenten más milongas. SOMOS PERSONAS. Dignas, todos y todas. 
Punto.
Fin de las  milongas , por favor.

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