La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

viernes, 9 de mayo de 2025

Francisco y León

Esta rápida sucesión de los Papas hace que apenas estás haciendo tu propio duelo por Francisco cuando ya estás recibiendo y haciendo espacio a León XIV. Sonrisas y lágrimas...

El miércoles comentaba con una religiosa que es ahora que Francisco ha muerto, cuando estamos sabiendo más cosas de él, cosas que sorprenden, cosas que te dicen que hubiera querido ir más allá de lo que pudo hacer...

Ahora toca prestar atención al nuevo Papa.

Ayer, cuando todos aplaudían al salir la fumata blanca, me asaltó una pregunta dentro "¿quién te llora ahora Francisco?" Me dio pena pensar que en el caso de un célibe no hay hijos o mujer o nietos que le lloren. Cierto es que tantas personas en el mundo son olvidadas hasta por sus seres queridos en vida y en muerte, pero no sé por qué razón ayer me salía decirle a Francisco que no le olvido. En fin, curiosidades interiores que a una misma le asombran...

Me asaltaban más sensaciones e ideas y... Cuando anunciaron su nombre, Léon, al poco recordé la amistad honda y tierna entre San Francisco de Asís y su querido hermano León.

Recojo algunas aportaciones que tomo del Directorio Franciscano, un texto sobre León escrito por Daniel Elcid, o.f.m.

En los archivos han quedado unos pocos datos biográficos: que era oriundo del Condado de Viterbo, que ingresó en la Orden después de 1212 (Wadingo dice que ingresó en 1210), y que murió en Asís en 1271. Por fortuna, en compensación, abundan los datos psicológicos, que también son biografía y son los que nos interesan más aquí.

«Fue el más simple y puro entre los compañeros de San Francisco» (Gemelli), «alma de niño» (Cuthbert), «el más humilde y el más manso de los discípulos del Santo» (Fortini). Por esa su mansedumbre, el Pobrecillo lo bautizó con el apodo de «Ovejuela de Dios», y el autor de su Vida afirma que lo llamaba así con frecuencia, y que era «por su simplicidad columbina» (1). Y en la definición paradigmática del verdadero hermano menor, el mismo Francisco lo propone como modelo de «sencillez y pureza» (EP 85). Y Celano afirma que «resplandecía por su simplicidad llamativa». Y estas buenas prendas no eran sólo unas simpáticas cualidades temperamentales, sino verdaderas virtudes, aprendidas en la escuela del Pobrecillo: «Fue un hombre llamativamente activo, y fue aun más un auténtico contemplativo, hasta llegar a las más altas intimidades con Dios».

La «simplicidad columbina» del hermano León tenía poco que ver con la del hermano Junípero. El hermano León fue sacerdote, y sacerdote culto, y un hábil calígrafo y escritor. Francisco lo tomó como su secretario y su confesor, y por ese doble título se puede afirmar que supo del Pobrecillo como ningún otro, por fuera y por dentro: «Francisco le tenía al tanto de casi todos sus secretos», y nadie disfrutó como este hermano León de la alegría y el asombro de conocer en conjunto y al detalle al humanísimo y celestial San Francisco. Esa intimidad excepcional de trato justifica lo que hay de verdad en esta afirmación de Gemelli, que suena a ditirambo: «El es el intérprete más fiel de San Francisco». (https://www.franciscanos.org/enciclopedia/leondeasis.htm)

Así que no puedo evitar desear que León XIV sea el interprete más fiel de las puertas y ventanas abiertas por Francisco y lo haga a su manera, siendo él mismo (no en vano dijo San Agustín que Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama) y en respuesta a lo que sea mejor para la Iglesia Universal y para este mundo enfermo de guerras y agentes de división.

Bienvenido, León XIV. Rezamos por ti y te deseamos que la Paz que ayer anhelabas para todos, llene tu corazón.

miércoles, 30 de abril de 2025

Enciende mi luz...



Tras la muerte de Jesús, los discípulos estaban encerrados por miedo... Encerrados, a oscuras, puertas y ventanas cerradas, manifestación de estar sin luz interior. Huérfanos de su Maestro, temerosos de represalias... Ese encerramiento da paso a la apertura y la luz con la experiencia de la Resurrección. JESÚS aparece en medio de ellos y les dice: PAZ A VOSOTROS. 

Cada discípulo hubo de procesar la experiencia de la resurrección de una manera. Las mujeres lo proclamaron, los varones dudaron y necesitaron que Pedro lo confirmara. Tomás necesitó ver para creer y tocar...

Pues confieso que yo me siento un poco así, como los discípulos, una tanto encerrada por temor a que los pasos de apertura de Francisco se vengan abajo. Me inquieta mucho qué pasará con el proceso sinodal. 

El tremendo apagón, que aquí en Irun no duro sino cuarenta y cinco minutos, me permitió poder asistir a la eucaristía en memoria del Papa en la catedral del Buen Pastor en Donostia. No pude dar el curso online previsto, así que nos fuimos mi marido y yo allí.

Para entrar en la catedral, se pasa bajo la Cruz de la Paz de Chillida... PAZ A VOSOTROS...

Había una imagen preciosa de Francisco... No podía mirarla sin echarme a llorar porque sigo sintiéndome huérfana, a la intemperie.

El modo celebrativo lleno de inciensos y oropeles sacerdotales no me ayudó mucho, la verdad. En un momento miré el cuadro de Francisco y recordé el nombre de la catedral: el Buen Pastor, que es lo que fue este Papa. No perfecto, sino Pastor. 

Y al ver el cirio Pascual, vi mi "apagón" y la Luz que no se apaga nunca. Mi apagón y la promesa de Jesús: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo". Sentía mi apagón y recordaba que Jesús nos llama "sal y luz".

Conecté con todos los lugares y personas del mundo que apagamos con nuestro egoísmo, descuido, cobardía y deseé con todo mi ser brillar, ser luz, aunque sea una luz chiquita. Una luz débil pero unida a otras muchísimas lucecitas...

Para recuperar la electricidad en España y Portugal hablan de que había que ir encendiendo por zonas, como en cascada Así es: la luz se apaga con facilidad, volver a iluminar las tinieblas cuesta. Como los discípulos, cada uno necesita vivir sus procesos. Algunos nos vamos hacia Emaús, otros necesitan tocar y ver, otros sólo escuchan a determinadas personas... Pero lo importante es que cada uno viva el recorrido que le permita acoger la Luz que nos habita. Nadie puede iluminarlo todo ni iluminar a solas. Nos necesitamos y en eso insistió mucho Francisco. La Iglesia "oficial" debiera ser la gran "colectora", cuidadora y distribuidora de LUZ.  

Y recordé una canción que compuse hace unos años: "Enciende mi luz, que no se apague mi luz, quiero brillar en cada noche de la humanidad"

Yo le pido a la Iglesia diocesana y universal, que acoja todas la luces, que lo importante es la Luz, no de donde viene. Que, de lo contrario, nos apagamos y no está este mundo nuestro para más apagones.

¡HÁGASE LA LUZ!


sábado, 26 de abril de 2025

Mantente viva y jubilosa, esperanza mía...

El Domingo de Resurrección sentíamos que era importante ver la bendición desde la Plaza San Pedro, decían que el Papa se haría presente. En mi caso, lo vi desde el móvil viajando en coche para iniciar unos días de descanso. Me impactó ver al Papa y reconocía en él los signos y gestos de esa ancianidad que he vivido con mis padres y, por ello, hacía nacer en mí una gran ternura y comprensión.
Agradecía internamente a Francisco querer estar ahí...
Al día siguiente, a punto de lanzarnos a conocer la maravilla monumental de Extremadura, nos enteramos de su muerte. 
Yo, personalmente, me quedé unos instantes "en blanco"... Y luego me asaltó una sensación enorme de orfandad que se mantiene en este momento en el que veo en televisión el funeral en Roma.

No sé por donde comenzar mi reflexión porque son cientos las emociones y las ideas que me atraviesan.

Empezaré por explicar el por qué de mi sentimiento de "orfandad" y es sencillo: ha sido el Papa que hizo renacer en mí la Esperanza de ver una Iglesia diferente. Hizo renacer en mí cierta ilusión eclesial bastante mortecina hasta ese momento.

Me siento y me sé "iglesia" y por ello me duele la iglesia en sus ámbitos precisados de cambio y conversión.
Y, con Francisco, volví a prestar toda mi atención a los documentos papales, a sus gestos... Su claridad expresiva fue un bálsamo, su claridad evangélica... Todo me iba llevando a  una esperanza renovada.

Y, el momento clave fue cuando inició su propuesta de SINODALIDAD, una propuesta de renovación "ad intra" que ha sido revolucionaria.
Y he aquí la siguiente cuestión que arde en mi corazón y que ahora mismo, tras escuchar la homilía de su funeral , no puedo evitar traer a este compartir.
Todo el mundo está subrayando el carisma evangélico de Francisco en cuanto a su clara opción por los empobrecidos su carácter de faro moral por su denuncia de la guerra y su búsqueda de la Paz de tantas  maneras, con mil gestos. Su cercanía, su calidez humana... Y todo ello es cierto y todo ello "enamora", reentusiasma y por todo ello doy gracias a Dios y a Francisco.
Pero nadie, o al menos yo no lo he oído, nadie menciona el CAMINO SINODAL EMPRENDIDO POR FRANCISCO. Nadie ni en el ámbito periodístico civil ni en el eclesial. Ni en la homilía de esta despedida oficial...
Y, francamente, creo que lo más revolucionario que propuso Francisco fue precisamente ese cambio "ad intra" en la reorganización y vida de la comunidad eclesial. 
La sinodalidad ha conseguido que hablemos sin miedo a ser rechazados ni censurados de cuestiones como el exceso de clericalismo en la Iglesia y, por supuesto, se ha hablado sin tapujos del lugar de la MUJER en la Iglesia... Y tantas otras cuestiones que estaban como guardadas en el cajón de las cosas molestas.
Y que nadie hable de ello, a mi modo de ver, indica que EL CAMINO SINODAL enfoca la mirada en una cuestión muy, muy, muy delicada y nuclear en lo que a verdadera reforma de la Iglesia se refiere. La sinodalidad tomada en serio conllevaría cambios en todos lo ámbitos de la vida de la Iglesia "ad intra" y "ad extra".
Mi esperanza quiere mantenerse... Veo el féretro sencillo de Francisco y ruego a Dios que sea posible ese cambio en el sí de la Iglesia. Que ese "hacer lío" al que animaba Francisco, comience dentro de la comunidad de los seguidores y seguidoras de Jesús. Que seamos TODOS, TODOS, TODOS, importantes en ella. Que la mujer deje de ser vista como una molestia o una anécdota. Que los laicos seamos laicos y que podamos crear teología y animar comunidades y decidir sobre los pasos de la iglesia por el mundo al mismo nivel que los sacerdotes. Que todos y todas seamos ovejas de Dios y pastores unos de otros.

Soñé en algún momento con hacerle llegar al Papa alguno de mis libros y poder sentir su bendición y perder el miedo a censuras y a encasillamientos... No lo hice... 
Ahora espero que su sucesor sea un pastor que mantenga y lleve más allá estos pasos dados por Francisco. 

Mientras, al ver al Plaza de San Pedro llena de poderosos -también la mayoría varones- que juegan con la vida de las personas de mil maneras por poder y egoísmo diabólicos. Al ver cientos de varones sacerdotes, sólo alguna mujer para leer algo, mera anécdota ... Al ver al pueblo sencillo atrás del todo, lejos, al ver esos contrastes se me cae la esperanza y tengo que recogerla con amor y ternura y decirle a mi esperanza que llore pero que no se vaya, que se quede conmigo, que el mundo y la Iglesia verán la Luz de la Resurrección de Cristo manifestada en el final de tantas injusticias y divisiones de todo tipo. Le digo a mi pequeña Esperanza que estamos en su jubileo y que la quiero jubilosa a pesar de todo... Esperanza contra toda esperanza. Y le digo a mi esperanza que, en su origen y fin está Dios y Dios no falla, no abandona, en ÉL nos movemos y existimos. 
Fijos los ojos en Cristo, recorro mi pequeño camino en este mundo sin permitir que muera mi esperanza.

Gracias, querido Francisco. Descansa. Goza de ese Dios al que uniste tu vida. Nosotros seguiremos bregando como podamos aquí y luchando denodadamente para que la Esperanza no se nos muera.

viernes, 7 de febrero de 2025

¿Qué es la Apertura a la Trascendencia en el contexto de la Educación de la Interioridad?

 La Educación de la Interioridad, entendido como un modelo pedagógico, trabaja la competencia básica de "aprender a ser" añadiendo un matiz profundamente humano: cuidar el ser.

Así, defino la EI como "aprender a ser cuidando el ser.  Alude a dos cuestiones clave:

La primera es que el ser humano es un ser que precisa de aprendizajes toda su vida. Por un lado, nuestro crecimiento y maduración son lentos, de todos los seres vivos, quizá sea el ser humano el que más tiempo precisa para alcanzar una autonomía total que le permita independizarse de sus progenitores. El ser humano invierte muchos años de su vida en formarse en todo aquello preciso para vivir en su entorno concreto. Oficialmente se considera a una persona "mayor de edad" a los dieciocho años. Para el resto de mamíferos todo es muchísimo más rápido. Nosotros, los hombres y mujeres, invertimos años de nuestras vida en alcanzar algunas de las competencias básicas para desenvolvernos en nuestra sociedad. Sólo ya los cuatro pilares educativos que señalaba el informe Delors, implican años de camino: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir con los demás.

Ciertamente el verbo aprender, siendo central en las etapas escolares, va más allá del ámbito escolar y universitario y es un verbo propio de la vida humana. Dicho de otra manera, una persona que responda a su vocación humana, es siempre un aprendiz de algo.

La segunda cuestión a la que alude la definición de la EI como "aprender a ser cuidando el ser" es el hecho de que la forma de aprender a ser persona incluye el cuidado: cuidado de sí mismo, de los demás y del planeta. 

De este modo, educar la interioridad en la escuela tiene que ver con los procesos que permitan acompañar al alumno en la adquisición de estrategias y herramientas que:
  • le capaciten para saber cómo cuidar de sí mismo, 
  • le despierten el deseo de cuidar de los demás, 
  • le ayuden a entender y vivir el medio natural como nuestra casa común precisada de cuidado.
CAPACIDAD PARA SABER CUIDAR DE SÍ MISMO: El cuidado del propio ser: físico, intelectual, emocional y espiritual quiere decir que la persona va siendo cada vez más dueña de sí, dejando de estar sujeta a lo de fuera para vivir desde una verdadera capacidad de autorregulación en todos los ámbitos. 

DESPERTAR AL DESEO DE CUIDAR DE LOS DEMÁS. El ser humano no es un ser que empieza y termina en sí mismo, al contrario, ser persona es ser en relación, significa "aprender a vivir con los demás" como indica el cuarto pilar educativo mencionado. Del mismo modo que cada persona ha recibido y recibe el cuidado de muchas otras personas (padres, familia, maestros, amigos...), así una maduración cabal conlleva el interés y la sensibilidad por el cuidado del otro. Esto incluye el cultivo de las dimensión ética y  la dimensión política (bien común.

ENTENDER Y VIVIR EL MEDIO NATURAL COMO LA CASA COMÚN PRECISADA DE CUIDADO. Si siempre lo hubiera debido ser, el hecho es que ahora es el momento irrenunciable de una educación de la interioridad que propugne un modo de vida respetuoso del medio ambiente natural. El ser humano no puede sobrevivir sin su bien más esencial y básico: el planeta, Se hace urgente despertar en los niños y jóvenes la conciencia de que somos cuidadores de este planeta hermoso que ya emite una queja clarísima que debe ser escuchada sin dilación.

Los dos últimos puntos son los que con más claridad muestran que el ser humano es un ser abierto a la relación, con una vocación irrenunciable a trascenderse a sí mismo. Este es el primer significado del contenido de apertura a la trascendencia en una lectura común para todos, creyentes y no creyentes.

Junto a lo anterior, la Educación de la Interioridad quiere y debe acompañar el cuidado de lo espiritual y de la religiosidad de los alumnos.

CUIDADO DE LA ESPIRITUALIDAD: En el momento actual, el término espiritualidad nos ayuda a referirnos a la vocación del ser  humano de vivir con hondura y profundidad, es una llamada común para todo ser humano que busca un sentido a su vida. 
CUIDADO DE LA RELIGIOSIDAD: Al referirnos a la religiosidad, nos referimos claramente a la experiencia de la persona creyente que acoge en su vida unos valores, ritos y dogmas propios de su Religión.

La EI debe acompañar a los alumnos tanto en el cultivo de una vida profundamente espiritual como en el cultivo de su religiosidad en el caso de los alumnos creyentes. Aquí es donde la Apertura a la Trascendencia significa ya concretamente el cuidado de lo espiritual y de la religiosidad.

Por último, es de gran importancia entender que aprendiendo cómo cuidar de mí, de los demás y del mundo, cultivando una profunda espiritualidad/religiosidad, favorecemos el nacimiento en la persona de la pregunta vocacional, entendiendo por vocación "mi lugar en el mundo", el porqué de mi existencia, la concreción de mi sentido de la vida, porque en la EI "identidad personal" y" sentido de la vida" son las dos preguntas humanas fundamentales que deseamos acompañar.

viernes, 10 de enero de 2025

PIENSO BIEN, LUEGO EXISTO MEJOR

Pensar es un acto profundamente humano. No tengo constancia de que otras especies vivas sobre la faz de la tierra piensen. En todo caso, no hay acto humano sin pensamiento, ya sea como motivación, o como consecuencia del acto.
Mucho se ha criticado a Descartes y su "pienso luego existo". Reducir la existencia humana a un puro pensar ha demostrado que no era lo más acertado. Situar en lo más alto el intelecto generó una caricatura de un ser humano con una cabeza enorme y un cuerpo diminuto y nos ha hecho daño al relegar el mundo de lo corporal y de las emociones a un cajón de cosas que molestan o han molestado al ciudadano occidental.
Pero llegó, por pura ley del péndulo el "siento, luego existo" y ahora mismo pensar molesta, distrae, se nos señala como un obstáculo para todo aquel o aquella que quiera crecer como persona.
Y aquí entro de lleno en lo que hoy ha ocupado un rato de mi pensar, porque sí, una es persona que piensa, lo quiera o no. Un amigo querido me ha enviado un video, uno de esos en los que se nos regalan supuestas dosis de sabiduría y alguien parece que "se ha quedado calvo" descubriendo una verdad universal.
La persona del video en cuestión, que no se había quedado calva ni metafórica ni literalmente pues estaba dotada de una hermosa melena y diente blanquísimos (qué envidia me dan los dientes blanquísimos de estos seres despiertos y liberados del pensar), emitía la ya cansina afirmación de que "tú no eres tus pensamientos" y el largo rosario acerca de pensamientos limitantes, etc, etc.
Y confieso mi hartazgo y empacho con estas cuestiones ya tan manidas y tan tópicas. Sí, hace rato, mucho rato, que quien se vive buscador, en camino, quien quiere crecer como persona, se encuentra con esta realidad: yo no soy mis pensamientos. Hay múltiple literatura al respecto. Depende quien lo trate, el tema es pura patraña pseudo psicológica con tintes pesudo espirituales o se torna algo más profundo y enriquecedor.
Pero hoy, yo, ser pensante, reivindico la importancia capital del pensar y del PENSAR DE CALIDAD, pensar bien. Esperando no parecer soberbia, me atrevo a reelaborar lo de Descartes y afirmar: "pienso bien, luego existo mejor"

¿Y qué es pensar bien? Pues trabajar duro para crecer en conciencia de mis pensamientos, de su calidad o de la ausencia de ella e ir entrando en un proceso que me ayude a identificar cada vez mejor, qué pensamientos me frenan, cuales son pura repetición que no aporta nada. Identificar, sí, los pensamientos que me limitan en cualquiera de los ámbitos de mi existencia, pero, cuidado, no tirar por la ventana "al niño con el agua sucia". He de aprender a identificar y rescatar aquel pensamiento que me inspira, que me anima, que me motiva, que me hacer ir más allá, incluso que me emociona del tal modo que se convierte en horizonte hacia el que encaminar mis pasos. Pero, por favor: nunca dejar de pensar, nunca renunciar al acto humano del pensar. Eso sí, un pensar de calidad.
La historia de la humanidad muestra la honda huella que el pensamiento deja en ella. El pensamiento científico que trae desarrollo y mejoras (también aplicaciones mortíferas de la ciencia, claro). El pensamiento filosófico que acompaña a las grandes civilizaciones que se han sucedido las unas a las otras (sí, con sus atrocidades de por medio, claro). El pensamiento sobre el ser humano, la antropología, la psicología, la pedagogía. El pensamiento hecho arte (sí el arte además de emoción, conlleva pensamiento).
Y es que, repito: no hay acto humano que no conlleve un cierto "pensar".

¡Qué peligrosa es la mente vacía!¡qué empobrecedor anclarnos en el "siento luego existo"! Nos convertimos las personas en esclavas de la pura emoción, de la visceralidad. La pura emoción sin reflexión, sin una guía interior es destructiva. Nos hacemos victimarios de todo aquello que nos molesta o que nos saca de la zona de confort. Cuando no se aprende a pensar con calidad, se vive al albur de las voces de otros, porque siempre habrá otro que piense por mí y al que mi pereza mental le vaya muy bien. 
La ley del péndulo nos lleva siempre como humanidad a extremos que no son buenos. No todo es pura racionalidad o todo pura emocionalidad. La vida humana se despliega en un terreno donde hay muchos tonos intermedios y estos son tantas veces sanadores para nuestros excesos extremistas
Hoy precisamos de pensadores y pensadoras de altura. Hemos de reivindicar el saber pensar, precisamente para que los  ideólogos de turno no nos puedan manipular ni hacer comulgar con piedras de molino.
En el mundo de las noticias falsas y falseadas, de los rumores y de los hilos de opinión en redes sociales en un mundo en el que llegan a lo más alto del poder mundial los mediocres que sólo viven para el poder y el dinero, es urgente que eduquemos mentes despiertas, pensamiento crítico, capacidad para generar argumentaciones y discursos creativos, lúcidos, humanos y humanizantes.

He experimentado en mí que lo "afectivo" es lo "efectivo"; sí, las ideas por sí solas no mueven a una persona, pero también estoy convencida por experiencia de que las ideas pueden impulsar o pervertir a las sociedades. El poder de la palabra humana es inmenso. Poder creativo y poder destructivo. Cuando el ser humano "empalabra" su realidad , crea sentido y, en el lado contrario, puede generar caos y división.

Pensar con claridad, pensar profundamente, cavilar, dar vueltas a los asuntos verdaderamente importantes, sí, incluso "filosofar" es un acto inherente al ser humano. Eliminarlo, devaluarlo, minusvalorarlo es deseable para quienes ansían sociedades de borregos, fáciles de manipular, de llevar de aquí para allá... "Pensamiento líquido" en "sociedades líquidas", nos suena el concepto...

Reivindico el acto de pensar y el saber pensar y lo necesito en mi vida. Necesito mejorar la calidad de mi pensamiento y necesito nutrirme de grandes pensadores y pensadoras. No quiero youtubers ni influencers de bajo nivel intelectual y humano en mi vida. La historia de la cultura humana está preñada y llena de grandes voces que nos hacen falta para ver más allá.

¡PIENSO BIEN, LUEGO EXISTO MEJOR!