La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

jueves, 11 de marzo de 2021

LO FEMENINO

Escribí este poema hace ya muchos años. Sigue resonando en mí como un canto agradecido a "lo femenino" que trasciende el ser varón o mujer y tiene que ver con el dinamismo vital de la Ruaj divina, pero que en la mujer se encarna de formas tan bellas y potentes. Es un canto a mi mujer sabia, a mi loba, al Espíritu de Dios que vive en mí en todas.


A mi bien amada, a la princesa sabia, 

a la reina justa, dulce y hermosa.

A la emperatriz de mil imperios pujantes,

a la astuta gobernadora de territorios distantes.

A la capitana de los ejércitos

estratega sin par en críticos momentos.

A la sacerdotisa

que elevando al cielo su súplica de manos alzadas

y contrito corazón

reune de nuevo al ser humano con Dios.

A la mágica alquimista

que transforma en oro las escorias humanas.

A la madre de todos los hambrientos de vida,

la mujer fuente

de cuyos senos mana alimento sin par.

A la elocuente predicadora,

a la profetisa que con palabras lacerantes

que brotan de su entraña

hace nacer la lágrima purificadora.

A la sanadora que sana

desde su propia herida.

A la mujer magullada, mujer muralla

que defiende de los golpes a los indefensos.

A la maestra

que hace nacer preguntas y deseos.

A la intrépida exploradora de regiones ignotas

que desbroza caminos nuevos.

A la mística

tocada por el dedo de Dios

que abraza a todos desde su santo corazón.

A la asceta que se viste de sayal

para conseguir del olvidadizo la conversión.

A la teóloga que explora

la insondeabilidad del Misterio

y le pone una respetuosa palabra

para que se alegre el pequeño.

A la danzarina que fluye

en la danza sin fín de la Vida.

A la poetisa que dibuja con sus palabras

la inefabilidad.

A la química que mezcla lo viejo con lo nuevo

para reconciliar padres e hijos.

A la domadora de todas las fieras que consigue

que jueguen juntos el niño y el león.

A la cantora de la Belleza y la agonía

que conmueve las almas con su voz humana.

con su armonía divina.

A la virgen y madre,

a la esposa y madre, a la que acoge, engendra y cuida la Vida.

A la mujer que los hombres llevan dentro,

a las mil mujeres que las mujeres tenemos.

A lo femeninio,

al ánima:

CANTO, VIDA, ESPÍRITU,

BESO ETERNO.