La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

viernes, 23 de octubre de 2015

Hay veces que...

Hay veces en las que el camino interior se hace duro, cuesta arriba y vertiginosamente hacia abajo. El interior, no se sabe porqué se levanta en tempestad. 
Hay veces en las que la tempestad interior lo anega todo, también el cuerpo, entonces se tiembla con un frío que viene de dentro.
Hay veces que no se sabe de donde viene todo eso, donde se ha originado y, por más que se repase todo, no se entiende nada.
Hay veces en las que lo único que puede hacerse es pararse y respirar en medio de la tormenta, en medio del temblor y abrazar ese ser que se estremece y decirle cosas bonitas.
Hay veces que sólo respirando se puede sobrevivir.
Hay veces que la evidencia del absurdo te aboca a la nada y sientes morir.
Hay veces en las que la certeza que te invade es la de que nada tiene sentido y que estás sola en ese sinsentido, pero hay que continuar viviendo, trabajando, amando, sonriendo, dando la cara...
Hay veces que se apaga toda luz, todo consuelo y no queda nada, nada a lo que acogerse, casi ni uno mismo porque uno mismo se sabe nada...
Hay veces en las que todo eso te lleva al verdadero lugar.
Hay veces en las que Dios toma la iniciativa y se muestra oscuramente luminoso, Luz que ciega...
Hay veces en las que lo que hay que hacer, tozudamente, con locura, es permanecer en el infierno y no desesperar.
Entonces un Fondo de Paz muestra su Luz y se descubre el verdadero Hogar.