La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

viernes, 19 de febrero de 2021

PERSEVERANCIA no sólo en Marte

 

Ayer por la noche, muchos estábamos emocionados siguiendo el "amartizaje" del Perseverance en Marte. Inspirador nombrecito ese, por cierto... "Perseverance"... Perseverancia...

Cuando sigo noticias relacionadas con la carrera espacial siento una mezcla de emociones. Por un lado, es un tema que siempre me ha fascinado y más aún por mi pasión por las películas de ciencia ficción espacial, reconozco que me fascinan, no en vano pertenezco a la generación que asistió al nacimiento de Star Wars y eso, pues "imprime carácter".

Me maravilla lo que la mente científica puede conseguir y, lo de anoche, que un aparato de una tonelada, tras viajar siete meses por el espacio, decida donde aterrizar y lo haga con éxito anunciando, además su llegada como quien envía un wtsupp diciendo que ya ha está en casa,  me deja pasmada.

Claro que, luego, siempre me pasa lo mismo, brota la misma pregunta una y otra vez... No puedo evitarlo: ¿Todos esos avances tecnológicos, esa capacidad de resolver cualquier dificultad que pueda surgir allá lejos. todo es dinero invertido, toda esa entrega para ir fuera de la tierra mientras aquí, estamos como estamos? Ya sé que es una pregunta manida, que muchos se la hacen y que puede parecer que preguntarse eso es sinónimo de no querer el avance de la humanidad, pero no creo que sea eso, creo que precisamente porque una desea que la humandad avance hacia la verdadera y plena humanidad, piensa que mejor poner el énfasis en perseverar en la lucha contra el hambre, contra las enfermedades denominadas "raras" en las que casi nadie invierte un euro, contra el cáncer, contra el empobrecimiento fruto del egoísmo de los poderosos, invertir en desarticular redes de trata y esclavitud de seres humanos, invertir en ciencia para el bien de los habitantes del planeta Tierra, etc, etc, etc... 

En tiempos de pandemia, parece que pedir una ayuda al Estado cuando tus ingresos decaen o tu negocio se cierra, es una misión más arriesgada y compleja que llegar a Marte, por eso, no me duró mucho la emoción ni me quedé ahí "pasmada mirando al cielo" como aquellos discípulos que veían subir a Jesús al cielo. Algo me impele a seguir con los pies y el corazón en la Tierra.

Horas antes del amartizaje, estaba yo sentada ante mi particular "cabo cañaveral" pandémico compuesto de despacho en casa, ordenador, teclado, conexión, presentaciones, vídeos, documentos... Tocaba impartir otra formación online. Mientras el Perseverance estaba allá lejos en navegación hacia el macrocosmos, aquí nosotros estábamos en navegación hacia el microcosmos.

Mi pasión es la interioridad humana y lo que en ella se gesta y lo que de ella brota y ayudar a los niños y jóvenes a "flipar" con esa apasionante aventura que es ser persona. Y me resultan , por así decirlo, "gracioso" los esfuerzos y dineros invertidos en ir hacia fuera y muy lejos, lo atractivo que resulta, mientras desde siempre, el ser humano ha encontrado la mayor dificultad en ir "hacia dentro" y aterrizar en su verdadera humanidad. 

Esta paradoja me hace sonreír, pero soy consciente de que encierra un drama: cuando el ser humano se convierte en extranjero de sí mismo, da igual cuantos planetas visite cual "Pincipito" yéndose de casa, siempre se sentirá huérfano de algo que no sabe identificar, sentirá hambre y sed y buscará llenar esa carencia de mil cosas que no sacian. 

Sólo siendo PERSEVERANTES en el viaje interior, encontraremos un verdadero hogar y una escuela de verdadera humanidad que nos haga vivir más hermanos, más amigos, sintiéndonos miembros de una misma tripulación que está llamada a conducir esta nave-planeta-humanidad hacia buen puerto.

Necesitamos PERSERVERANCIA, sí, pero no en Marte precisamente, sino aquí en la Tierra, en el día a día. La perservancia de seguir apostando por las personas. La perseverancia de seguir aprendiendo cómo ir hacia dentro, hacia lo profundo, hacia lo genuíno, hacia lo verdadero, bello y bueno. La perseverancia de seguir creyendo y luchando por aprender a vivir como familia humana. ¡Esa sí que es una aventura increíble y asombrosa! 

viernes, 12 de febrero de 2021

MADRE


 ¿Acaso no he necesitado que me dieses a luz?

He necesitado de tu agua materna.

días flotando en ti,

dentro de ti...

Danza ingrávida

de la gravidez femenina,

danza de dos que están siendo,

una dentro de la otra.


¿Acaso no he necesitado que me dieses a luz?

Sostenida, alimentada,

nacida en ti,

dentro de ti.

Respirando y bebiendo tu agua nutriente

toda yo conectada a ti.

¿Acaso no necesité todo de ti?

Tus minerales,

tu sangre,

tu espacio,

tu oxígeno.

Comencé a ser alimentándome de ti

y tu acariciabas este mendigante ser.


¿Acaso no necesité de ti TODO?

Precisé tu empuje, tu grito y tu llanto para emerger.

Precisé tu abrazo y tu seno

para dejar atrás el vértigo de caer.

Precisé tu leche cálida.

alimento materno

para saciar mi hambre y mi sed.

Precisé tu mirada, tu voz y tu tacto.


¿Acaso no  lo pedí TODO de ti?

Te pedí tu mirada,

tu atención y tu tiempo,

te pedí tu beso

y tu voz leyéndome un cuento.

Te pedí tus entrañas de amor materno,

y tu sonrisa reconfortante.

Te pedí tus noches

y te desvelaron mis desvelos.


¿Acaso no te pedí después todo el espacio?

Necesité alejarme para ser,

despegarme, alzar mi vuelo

y tú, me dejaste ir.


¿Acaso no necesité luego volver?

y allí estábas tú en mi regreso.

esperándome sin parecerlo,

y contigo tus abrazos, tu mirada, tu sonrisa y tus besos.


¿ACASO AHORA, MADRE

NO TE LO HE DE DAR YO TODO?

En este abrazo de mutuo amor

nos reconocemos

y recibes todo cuanto generosa y amable,

amorosa y dulce,

me entregaste.

AHORAS, SÍ, TE LO HE DE DAR TODO, MADRE.