¿Acaso no he necesitado que me dieses a luz?
He necesitado de tu agua materna.
días flotando en ti,
dentro de ti...
Danza ingrávida
de la gravidez femenina,
danza de dos que están siendo,
una dentro de la otra.
¿Acaso no he necesitado que me dieses a luz?
Sostenida, alimentada,
nacida en ti,
dentro de ti.
Respirando y bebiendo tu agua nutriente
toda yo conectada a ti.
¿Acaso no necesité todo de ti?
Tus minerales,
tu sangre,
tu espacio,
tu oxígeno.
Comencé a ser alimentándome de ti
y tu acariciabas este mendigante ser.
¿Acaso no necesité de ti TODO?
Precisé tu empuje, tu grito y tu llanto para emerger.
Precisé tu abrazo y tu seno
para dejar atrás el vértigo de caer.
Precisé tu leche cálida.
alimento materno
para saciar mi hambre y mi sed.
Precisé tu mirada, tu voz y tu tacto.
¿Acaso no lo pedí TODO de ti?
Te pedí tu mirada,
tu atención y tu tiempo,
te pedí tu beso
y tu voz leyéndome un cuento.
Te pedí tus entrañas de amor materno,
y tu sonrisa reconfortante.
Te pedí tus noches
y te desvelaron mis desvelos.
¿Acaso no te pedí después todo el espacio?
Necesité alejarme para ser,
despegarme, alzar mi vuelo
y tú, me dejaste ir.
¿Acaso no necesité luego volver?
y allí estábas tú en mi regreso.
esperándome sin parecerlo,
y contigo tus abrazos, tu mirada, tu sonrisa y tus besos.
¿ACASO AHORA, MADRE
NO TE LO HE DE DAR YO TODO?
En este abrazo de mutuo amor
nos reconocemos
y recibes todo cuanto generosa y amable,
amorosa y dulce,
me entregaste.
AHORAS, SÍ, TE LO HE DE DAR TODO, MADRE.
2 comentarios:
Hermosa meditación, he viajado. Gracias Elena
Gracias a ti Erika por tu sensibilidad y tu profundidad.
Publicar un comentario