Todos buscamos un sentido a la vida. Todos, en el fondo de nuestro ser, nos preguntamos muchas veces el porqué de las cosas que nos suceden. Pero hoy me pregunto si todo tiene que tener un sentido. Quizá hay cosas que suceden porque sí, sin más razón que el mero hecho de suceder.
A los que como yo tenemos la tendencia a buscar el sentido de las cosas, a veces nos va bien dejar que las cosas sean. "Si algo es, deja que sea", me decía hace unos meses una persona. En el caso de los acontecimientos gozosos resulta más fácil dejar que sean, que fluyan, pero cuando nos enfrentamos al sufrimiento, eso ya es otro cantar. Es ante el sufrimiento donde brota inmediata la pregunta por el sentido: "¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?"
Hoy, en cambio, ha aparecido ante mí un profundo silencio carente de preguntas. Hoy que me ha sucedido algo doloroso, sorprendentemente me está inundando un silencio que me calma y pacifica. De pronto no hay preguntas. Me duele, pero no hay preguntas. Si esto ha de tener un sentido se me revelará en el momento oportuno, mientras... Dejo que sea.
Os aseguro que siento paz y os deseo esa misma paz, la que viene de lo alto porque nosotros no la tenemos.
PAZ...PAKEA...PAU...SHALOM...SHANTI...
1 comentario:
Hace tiempo que lo dije en un claustro: Cualquier sistema de calidad, entendido como un TODO, un ABSOLUTO; que deja de lado la creatividad, la espontaneidad... un sistema así:
HACE BUENO AL PROFESIONAL MEDIOCRE
HACE MEDIOCRE AL BUEN EDUCADOR
Lo dije y lo sigo manteniendo.
Un abrazo Elena
Publicar un comentario