La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

miércoles, 3 de julio de 2013

Micro-relato de una paz sencilla

Caminaba acariciando con su mirada todo cuanto miraba. Sus pasos eran suavemente firmes, como si sus pies fueran conscientes de la sacralidad de la tierra. Su ritmo ni apresurado ni indolente. Caminaba con todos, entre todos, una más.

El suave sol de un tardío verano insuflaba vigor a sus huesos, calor a su piel e internamente lo agradecía. 

Un alegría delicada, carente de alharacas, latía en su alma. A pesar de todo o, mejor dicho, gracias a todo, estaba en paz. "Está bien que todo sea como es", tal era la frase que resonaba sin palabras en su corazón.

El cansancio físico y la fatiga mental, las diferentes fuentes de preocupación; familia, trabajo, amigos, eran a la vez fuente de gratificaciones y alegrías, "lugares" de encuentro con la Vida.

"Todo está bien, es bueno que todo sea como es". Abrió la puerta de su casa. Era hora de hacer la comida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por lo de la entrada anterior... claro que lo entiendo y haces bien... aunque el mundo cibernético deja huellas... como todo en la vida...No te preocupes...todo está bien...llegaremos a tiempo...
Un abrazo!! ;-)

https://www.youtube.com/watch?v=Hz4DuffudBA&feature=youtube_gdata_player