La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

miércoles, 2 de octubre de 2024

El diálogo interior: convocar nuestra riqueza interior a través del diario

 

La ESCUCHA, la capacidad de escuchar, nos refiere a una experiencia fundante en el ser humano. 

El verbo “oír” nos refiere a la capacidad de percibir los sonidos, pero el “oír” sólo se transforma en “escuchar” cuando la persona presta atención, cuando capta qué se le dice, de donde viene el sonido Y PERMITE QUE ESA VOZ, ESAS PALABRAS, ESE SONIDO, DE ALGUNA MANERA, “ENTREN DENTRO DE SÍ”.

Este acto de “interiorizar” lo que se oye, prestarle atención, es de vital importancia en los procesos de personalización y en el camino del crecimiento personal, además de resultar imprescindible para una vida espiritual profunda y rica. Se trata del proceso de ir creciendo en capacidad de escuchar-me y escuchar-te desde dentro.

En esta dinámica de aprender a escuchar, y concretamente de aprender a escuchar desde lo profundo, se insiere el uso del diario personal como herramienta utilísima en los procesos de personalización. 

La importancia que la escritura  personal en el diario ha tenido en la historia del ser humano es innegable. Incluso, el diario se considera un género literario en sí mismo. Traigo ahora aquí el ejemplo de dos de los más famosos diarios: El diario de Ana Frank, y los diarios de Etty Hillesum ambos diarios escritos en el contexto atroz de la Segunda Guerra Mundial y el exterminio nazi. Quizá los tiempos convulsos personales y colectivos son los que impulsan a la persona a poner orden en sus sentimientos y reflexiones a través de la escritura íntima. Creo que la mayoría de nosotros hemos sentido es necesidad de volcar en unas páginas lo que llevamos dentro para poner un poco de orden en nuestro caos, sobre todo en momentos difíciles o complicados.

Personalmente puedo afirmar que ha sido la escritura en un diario desde mi adolescencia hasta hoy, una de las herramientas que más me ha ayudado a entenderme a mí misma, a valorarme y a entender y valorar los acontecimientos de mi vida.

En el diario, la persona establece un diálogo interior no sólo consigo misma, sino con el sentido de su existencia.

En las páginas de un diario, quedan plasmados los días y sus aconteceres con fecha y hora. Estos acontecimientos, al ser descritos, despliegan ante la persona significados nuevos o renovados que ayudan a identificar datos y niveles de comprensión de mayor hondura y con mayor aporte para el crecimiento personal.

El diálogo interior que se gesta mientras se escriben las páginas de un diario convocan la voz interior de cada uno de nosotros. Rilke, en sus "Cartas a un joven poeta", invita a ese joven a ser capaz de "convocar su riqueza interior". Sin duda alguna, el diario es una forma de convocar toda esa riqueza que cada persona lleva dentro de sí, pero que queda a veces tan oculta por el frenético ritmo diario o por la pura explosión emocional irreflexiva.

El uso de un diario facilita el poder tomar distancia de los suceso y de las emociones, dudas, sensaciones que estos movilizan. En esa mayor "equidistancia", la persona puede vislumbrar horizontes de comprensión más profundos e iluminadores. Poco a poco, cuando la escritura en el diario se convierte en un hábito, aparece "mi voz interior" y uno se va haciendo "amigo de sí mismo" de alguna manera.

Escribir un diario, nos ayuda a ser más sinceros con nosotros mismos. El diario se va transformando en un espejo cada vez menos deformado de mí. Una de las ventajas de la escritura en un diario es la posibilidad de releer las páginas ya escritas, los diarios ya terminados. Cuando uno lee lo que escribió hace una semana o un mes o , mejor aún, lo que escribió hace ya varios años, de forma casi mágica, cobra vida ante uno mismo el proceso hecho, los pasos dados. Es como mirar fotografías de hace años en las que uno ve asombrado su cambios físicos. En el diario, uno puede captar los cambios operados en el adentro y se es testigo del proceso personal vivido. Esto es de gran importancia porque permite a la persona darse cuenta de los ámbitos de su persona en los que realmente ha mejorado o vivido cambios significativos, y, a la vez, identificar ámbitos en los que se enquista o le cuesta avanzar. A la par, el diario ofrece la constatación personal de que se es capaz de transitar la vida con un sentido y, lo mejor de todo: permite captar el hilo conductor de la propia existencia.


"¿Adelante, pues! Este va a ser un momento doloroso y casi insuperable para mí: debo confiar mi ánimo reprimido a una insignificante hoja de papel rayado. A veces, los pensamientos aparecen tan claros y nítidos en mi cabeza y los sentimientos son muy profundos, y sin embargo no consigo ponerlos por  escrito".
(Etty Hillesum. diarios , cuaderno 1, domingo 9 de marzo 1941)




"Espero poder confiártelo todo como aún no he podido hacer con nadie,  espero que seas para mí un gran apoyo" (Ana Frank, 12 de junio de 1942)






Si te interesa este tema, te invito a participar en el Taller de Interioridad "CONVOCAR MI RIQUEZA INTERIOR" que animaré en Haro, La Rioja del viernes 29 de noviembre al domingo 1 de diciembre.         

Para más información escribe a eandres.interioridad@gmail.com


martes, 1 de octubre de 2024

Fuego destructor

Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús debía subir al cielo, decidió ir hacia Jerusalén. Envió a unos mensajeros a un pueblo de Samaria para que le buscaran un lugar donde pasar la noche. Pero la gente de esa región no quiso recibir a Jesús, porque sabían que él viajaba a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron lo que había pasado, le dijeron a Jesús: «Señor, permítenos orar para que caiga fuego del cielo y destruya a todos los que viven aquí.»
Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. Después, se fueron a otro pueblo. 

(LC 9, 51-56)


"La gente de esa región no quiso recibir a Jesús, porque sabían que él viajaba a Jerusalén". Antes de Jesús y después de Jesús, la historia se repite de millones de formas diversas. La cuestión es que nos separamos unos de otros en virtud de mil razones estúpidas: idioma, religión, raza, ropa, nivel social, partido político, y cualquier cosa que nos parezca que hace del otro en lugar de un igual, un diferente, en lugar de un hermano, un enemigo, en lugar de una oportunidad para aprender, un peligro para mi identidad.
Nos da miedo el diferente, siempre ha sido así. El ser humano tiene una facilidad increíble para poner etiquetas y generar guetos en función de tales etiquetas.
No aprendemos. Toda la historia de la humanidad se encuentra atravesada  por guerras y conflictos que brotan del ansia de poder, del egoísmo, de la lectura plana de la realidad en la que el diferente ha de ser eliminado, ocultado o menospreciado. 
Jesús iba a Jerusalén y por esa razón no es bien recibido en una aldea de samaritanos, porque había muchas diferencias entre los judíos y los samaritanos en su forma de entender y practicar la fe. Así le sucede constantemente a Jesús, es Dios con nosotros pero no vemos al Dios que está con nosotros porque el Dios que nos hemos creado nos impide reconocerlo, por eso los mismos judíos de Jerusalén decidirán la muerte de Jesús.
Pero así hacemos cada uno en nuestros pequeños ambientes o así sucede en el mundo. Discriminamos, expulsamos, vetamos en función de nuestros dioses , sean dioses seculares o religiosos o mi pequeño e individual "dios-ego"
Jesús sabía perfectamente que vivía en un contexto conflictivo y no estaba dispuesto a entrar en esa dinámica manida y repetitiva que sólo engendra más  conflicto, más separación, más muerte. Por eso recrimina a sus amigos cuando estos entran en el lenguaje de la violencia dispuestos y deseosos de poder enviar un fuego destructor a esos que no les reciben.
La visceralidad no es buena consejera. Nos impulsa a responder desde la rabia y el deseo de venganza.
En Jesús se nos muestra el camino con claridad meridiana: el único camino real y válido es el del amor. La única fuerza que puede cambiar este mundo herido de forma permanente es el amor. 
Pero no  nos gusta, nos da miedo lo que eso supone pues nos lleva a buscar y trabajar por modos de relación alternativos que nos sacan de la comodidad y la inercia aprendida de la división y el conflicto. Es muy fácil, no requiere demasiada inteligencia etiquetar al diferente, usarlo como chivo expiatorio de nuestros males: los migrantes traen enfermedades, traen delincuencia. Los de tal país, los de tal religión, lo de tal partido político, los que visten así, los que... Esos siempre son los "malos", "los otros" son los malos mientras "los nuestros" , "nosotros" somos los puros, los buenos. 
Para eso , como digo, no hace falta ser muy inteligente y, por ello, todos los dictadores y manipuladores del mundo lo tienen facilísimo, basta atontar al pueblo, darle "pan y circo", basta con lanzar discursos que rebajen la talla moral o empequeñezcan la humanidad del otro, y ya podemos comenzar a llamar a la lucha, al insulto y a la crueldad. Los nazis fueron grandes maestros en ese "arte" de cosificar seres humanos para que parezca que el asesinato es cosa buena. Tristemente no fueron los primeros y no han sido los últimos en hacerlo.
Ahora mismo, en nuestro mundo, se enarbolan banderas de violencia y se juega el juego político de bendecir unas guerras y otras no, de bendecir este ataque un ratito, y criticarlo al siguiente al albur de intereses ocultos de los más poderosos.
Ahora mismo se permite que mueran en el mar miles de seres humanos que buscan en los países europeos un lugar donde vivir dignamente sin guerra, ni hambre  ni persecución, pero son diferentes, son negros o llevan un velo o, simplemente, hemos decidido que son "ilegales", como si ser persona fuera un delito  a no ser que tengas determinados papeles.
Ahora mismo, Jesús se dirige hacia Jerusalén y es rechazado, mal mirado, criticado, juzgado... por tantos "samaritanos" en todo el mundo.
Ahora mismo se sigue repitiendo esta cansina y asesina historia que consiste en "divide y vencerás".
Ahora mismo el resultado de la lógica de la confrontación continúa siendo la de siempre: la muerte y el sufrimientos de miles de inocentes.
La lógica de Jesús, la lógica del Reino de Dios es el Amor y el único fuego que desea enviar Dios es el fuego creador de su Espíritu Santo que pone en marcha una nueva creación 
El fuego destructor nunca es cosa de Dios, sino de hombres.