Ø Maranatha significa ‘el Señor viene’. Es la transcripción de la palabra griega μαραναθα (maranatha), que a su vez proviene de la expresión de origen arameo mâran'athâ.
Marana-Tha!! (no eres tú quien ha de venir, Señor...)
¡VEN!...
Tú ya viniste, Señor de nuestra Historia
Ya pusiste tu tienda entre nosotros
y nosotros te expulsamos.
Te dijimos de mil maneras que no te queremos
en nuestros "centros"
políticos, económicos, ni religiosos.
Tu Presencia nos molestó, Jesús,
profeta andariego de las ciudades y pueblos,
amigo de los que molestan a unos y a otros.
Tú ya viniste, Señor de la Vida,
ya nos dijiste por donde transita el camino de la
verdadera Humanidad,
tanta claridad nos molestó.
Te dijimos que no
hablaras de Dios,
Hablaste demasiado y demasiado claro,
con gestos y con palabras,
con silencios y con abrazos.
Tu ser libre se nos clavó
allí donde todo estaba confortablemente situado...
Nos sobrabas en la ecuación.
Tú ya viniste y, a nuestro pesar,
te quedaste
en el rostro de cada hermano.
Pusiste tu tienda-templo
en el corazón de los pisoteados
en el alma del pueblo aplastado.
Ahí te has quedado
y sigues viniendo,
en cada clamor de sufrimiento,
en cada rostro ensangrentado,
en cada par de pies cansados...
Y desde los empobrecidos de este mundo sordo y ciego,
nos tiendes tu mano tierna de niño en Belén,
tu mano de profeta libre desde los caminos
tu mano con marca de clavo desde el Calvario
y nos dices: ¡VEN!
soy yo quien he de ir
al dolor de cada hermano.
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