Gracias Lara por hacerme preguntas porque me llevas a profundizar en tantas cosas... Hoy me preguntabas por la vocación y te he propuesto una imagen: un submarino.
¿Qué es un submarino? una nave creada para ir muy al fondo, para sumergirse en profundidades imposibles para un barco normal. Evidentemente el submarino puede navegar por la superficie tranquilamente, haciéndolo sigue fiel a lo que es: una nave, un transporte acuático. Sin embargo...¿qué diríamos de aquel que teniendo un submarino jamás diera el paso de la inmersión profunda? ¡qué pérdida de posibilidades!
Pues la vocación es algo así. Porque todos estamos llamados (vocación viene del latín "vocare" que significa "llamar") a vivir la vida en profundidad, esa es la común vocación, pero cada uno dispone de un peculiar submarino que le ayuda en tal inmersión. La vocación concreta (maestro, productora de cine, médico, deportista...) se supone que es la concreción de algo más hondo y tal concreción nos ayudará a profundizar en nuestro ser. Por desgracia no pocos submarinos se quedan conformes manteniendo una navegación por las aguas superficiales o descendiendo unos metros.
Cuando el submarino se sumerge hasta el límite le rodean la oscuridad, siente la enorme presión de las toneladas de agua del océano, puede dar miedo, se escuchan extraños ruidos que parecen presagiar la ruptura del casco... Pero es que el casco debe romperse, porque ¿sabes, Lara? al final la gran vocación es la de ser agua, la de fundirnos con Dios, la de ser una gota en el océano. Llega un momento en que hay que salir del submarino, hacerse submarinista. Habrá un día en que tu trabajo o tu familia o tu comunidad no te sirvan para nada, sí, así te lo digo, para nada, porque la razón de todo, el sentido de todo debe brillar dentro de ti. Pero eso sucede cuando es el momento oportuno, mientras tanto nos toca poner a funcionar el submarino. ¿Será mi vocación ser educadora o ser la pareja de o hacer esto o lo otro o ir aquí o allá? En todo caso todos esos movimientos externos serán ecos de mi profunda vocación cuando estoy conectada a ella, serán los puntos de referencia para recordarme la ruta de mi vida, pero no son mi vocación. Mi vocación, nuestra vocación es desplegar nuestro Ser. Lo que me ayude a ello, bienvenido sea, lo que castre o comprima ese Ser no lo quiero.
"We all live in a yellow submarine"... Amarillo, como el mundo amarillo de Albert Espinosa. Te he leído un capítulo: "no tengas miedo de ser la persona en la que te has convertido". Si, Lara querida, cuando como tú la vida se aprende a vivirla haciéndose preguntas, conectada a lo profundo, en diálogo con Dios, atenta a los demás, entonces las decisiones tomadas nos van llevando, como un submarino, hacia las aguas más profundas, poco a poco, no exentos de errores "es importante que reconozcamos que nos equivocamos para así tomar conciencia de dónde están los errores y no cometerlos más".
¿Qué es la vocación? La vocación no es, tú eres la vocación, tú la escuchas, tu la creas y la recreas cada día con tus decisiones más o menos acertadas. Esa vocación que eres va adoptando en cada momento de la vida una forma. A veces brilla como una faro que a todos guía, a veces se transforma en una llamita que podría apagarse fácilmente. Sea como sea, tú estás en este mundo para algo, la Vida se te ha regalado apra algo, ese "algo" siendo común, es a la vez peculiar en cada persona.
Lara... ¡inmersión!
1 comentario:
Gracias por sumergirte conmigo!
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