Un saludo a todos/as los/as que leéis este blog. Disculpad todo este tiempo de silencio. Dejé un tema propuesto para la reflexión. En un principio el hecho de no publicar más entradas fue para dar tiempo a esa reflexión y ver si recibía alguna respuesta, pero después, el no publicar ha nacido de mi imposibilidad para decir nada. No he sabido y aún no sé qué decir ante la avalancha de acontecimientos densos que han tenido y tienen lugar en nuestro mundo.
Sí, no sé qué decir o quizá no quiero decir cualquier cosa... O más bien me pregunto quién soy yo para decir algo, para arrogarme una palabra que aporte luz o consuelo entre tantos sinsentidos y dolores de tantas personas, países...
También, en el tiempo entre la última entrada y hoy, vivo un asqueo de las redes sociales, que más que redes me van pareciendo un entramado pegajoso de mentiras, medias verdades, insultos, opiniones vacías, tópicos y barbaridades. Tan solo algunas presencias amables aparecen de tanto en tanto...
Por ello, he estado pensando en qué sentido tiene este blog, si quiero seguir escribiendo, si escribir por este medio me apetece como antes.
Me voy decantando hacia el no.
Estoy harta de palabras, cansada, incluso de las mías. Tengo sed de silencio.
Soy consciente de la pequeñez de mi aportación. Soy una diminuta palabrita en el océano de la red. Siempre he querido ser una palabrita que pudiera poner luz y ánimo, optimismo, esperanza, fe...
Mi vocación no es ser una "influencer" de la interioridad, ni una famosa "charlista" ni una voz de referencia. Mi vocación es ser fiel a lo que se me ha dado a ver y comprender y para ello no necesito este medio virtual. Lo vivo cada día con los educadores en los cursos que compartimos.
Por ello, quizá, durante un tiempo estaré en silencio o quizá me centre ya tan sólo en la reflexión sobre la Educación de la Interioridad, no lo sé. Sigo Escuchándome.
También os confieso que, el hecho de no recibir aportaciones al último tema planteado me induce a pensar que este blog es totalmente prescindible. Siempre que alguien me dice que sigue mi bog, que lo lee e incluso que utiliza algunas entradas con sus grupos, me siento gratificada y siempre respondo "pues escribe algo, deja un mensaje"... Pero nada, me siento realmente en un monólogo y en este momento de mi vida necesito diálogo, contraste de percepciones...
Suelo pensar que "nací sin móvil, sin facebook, sin blog" y así he vivido muchos años de mis cincuenta años de vida. No creo que sea imprescindible seguir haciendo uso de estos medios a no ser que me demuestren su necesidad. No quiero vivir ahora cayendo en la trampa de creer que si no estoy yo o están los demás en las redes sociales no existimos o no tenemos una palabra que aportar...
Lo dicho: Necesito silencio y diálogo, no monólogos. A no ser que sienta muy fuerte que este blog cumple una tarea, tras una última reflexión sobre "interioridad y mindfulness" lo cerraré.
Un abrazo cariñoso.
11 comentarios:
Entiendo las dos cosas que dices, tal vez sean más. La prescindibilidad de redes sociales blog… aunque yo estoy convencido de que hay presencias que no sobran, al contrario, son muy necesarias, precisamente para que las redes no se hagan más nauseabundos. También entiendo la segunda parte: que no sea un monólogo. Las dos propuestas, silencio diálogo, son muy interesantes… Y muy necesarias.
Este mensaje no tiene más intención que el que sepas que te leo. Un abrazo.
Querido Angel Mari: Eres un ser humano tan bello... Que tú me leas y que te tomes la "molestia" de dejarme este delicioso mensaje me anima tanto. GRACIAS de corazón por ser tan bello. PAZ
Querida Elena, sabes bien que he tenido la misma tentación que tú: cerrar el blog. Entiendo que a veces uno se exaspera en la red. Es difícil comprender lo que pasa en esta tempestad. Sin lectores no hay acto de escritura completo. Pero nosotros aspiramos a un feed-back más inmediato. Los canales de comunicación han cambiado. El mensaje sigue siendo necesario, pero ahora rara vez nadie pone un comentario en un blog. La ley del mínimo esfuerzo nos lleva a hacer comentarios en facebook o twitter pero no en un blog. Sin embargo, esa misma mediocridad que nos merma la voluntad y el ingenio es la que ha mí me impide no aportar algo. Yo aposté por refundar el blog: nueva cara, nuevo nombre y nueva disciplina de trabajo. Apostar por mayor reflexión, intentar abarcar menos temáticas, dejar de lado la supuesta actualidad... No sé Elena, yo no soy nadie para darte consejos, pero sí te diré que a mí tu blog me hace bien.
P.S. Escribí un comentario sobre la relación interioridad-mindfulness compartiendo la experiencia de mi colegio y haciendo una comparación entre una catedral gótica y un arbotante... Le di a publicar y... como uso un dispositivo que no maneja gmail no se publicó, perdí el comentario ya que no lo había guardado en ningún sitio y perdí la paciencia.
Un fuerte abrazo.
Hola Elena! Me encanta leer tus reflexiones y créeme, estoy convencida que aunque no comentemos, tus palabras llegan, vaya si llegan y tus dudas me hacen replantearme muchas cosas. Agradezco cada día que se me haya ofrecido la oportunidad de formarme contigo en interioridad. Gracias por estar ahí, por poner "algo de luz" en todo... confío en que tras tu silencio sigas escribiendo, un abrazo fuerte.
Gracias Javi Palacios, gracias Gema... Un abrazo a cada uno..."gusto internamente" lo que me decís.
Querida Elena, tus palabras a mí, me llegan, hasta Argentina y siempre directo al corazón. Tus búsquedas siempre conducen y me hacen despertar algo de lo que tengo adormecido.
Últimamente pasa y a muchos docentes que no llegamos a cumplir con tanta demanda de último momento en las instituciones y lo que me hace bien, como leerte, se convierte en una pasadita en lugar de saborear lo suficiente como para hacer un comentario.
Sólo quiero que sepas que te leo y me haces muy bien. Al blog le estaré muy agradecida, pues me permitió encontrarte y conocerte hermana mía de camino...En silencio también estás y en mi oración ...SIEMPRE!
Erika: hermana. Eres un don. Te quiero.
Elena,
Hacía tiempo que no entraba en el blog y me encuentro esta reflexión tan sincera y tan honda, que nos devuelve a cómo vivir, a cómo Ser hoy...
Me ha apetecido aprovechar para agradecerte la formación que yo he compartido contigo y para decirte que me encuentro unida a lo que dices del diálogo y de la propia palabra. Que sepas que tus palabras nos han ayudando a muuuchos a crecer, a escucharnos, a compartir con otros de un modo precioso.
Te recuerdo y te bendigo a menudo, muchas veces al estar con los alumnos del cole y disfrutar con ellos de momentos explícitos y no tanto de interioridad.
Un abrazo grande y mucho cariño,
Elena
Elena:
Muchísimas gracias por tus palabras tan bonitas. Me hacen bien. Gracias por bendecirme, lo hago yo también en este momento, te bendigo por tu belleza interior y amabilidad. Un abrazo inmenso.
Olá Elena...enquanto espero pelo teu livro traduzido em português...vou lendo cada postagem no teu blog. Vale mesmo a pena ler cada frase, cada palavra...obrigada. Beijinhos Ana Teresa
Querida Ana Teresa:
No había visto antes tu comentario. Muchísimas gracias por hacerte presente.
Un fortísimo abrazo.
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