La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

viernes, 3 de marzo de 2023

¿Estamos enfermando a nuestros hijos?

 



Hace unos días, mi querida amiga Marisa, me enviaba a mi wsapp la entrevista que en una radio catalana le hacían al psicólogo Francisco Villar Cabeza, coordinador del departamento de prevención del suicidio adolescente del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y autor del libro que veis arriba.

He escuchado la entrevista desde entonces tres veces. Me resultan las respuestas y reflexiones de Francisco Villar retadoras, sugerentes, atinadas. Me da mucho qué pensar.

Como la entrevista es en catalán, voy a traducir y transcribir las afirmaciones y reflexiones que más me han hecho pensar por si os resultan sugerentes también a vosotros, padres, madres y maestros/as.

Le preguntan a F. Villar: "Los padres y madres deberían tener control sobre el teléfono móvil de sus hijos?" Responde F. villar: "ES QUE LAS CRIATURAS NO DEBERÍAN TENER TELÉFONO, en todo caso la criatura tiene acceso a TU teléfono y tú no es que tengas acceso al teléfono de tu hijo, sino que tu hijo está accediendo al tuyo. Ningún niño debería tener un móvil propio antes del los 16 años".

A partir de esta afirmación, el grupo de tertulianos del programa le lanza un montón de preguntas, opiniones acerca de lo difícil de no dejar a tu hijo tener móvil que, vienen a decir, es el modo relacional de los adolescentes, etc. Los aíslas, dice un tertuliano, si la decisión es de un sólo padre/madre... O son todos o tenemos problemas.

Y, ahí, lanza otra afirmación F. Villar que me encanta: "no estoy hablando de cosas fáciles, estoy hablando de cosas posibles.

Dice esto el doctor Villar, porque en el colegio de su hijo, los padres y madres de quinto de Primaria, decidieron hacer una contra presión social y trabajar para que los móviles no estuvieran presentes en el patio. Lo han hecho, y los niños han pasado de estar cada uno con su móvil a volver a jugar juntos.

Tras más comentarios, afirma contundentemente que, COMO SOCIEDADES HEMOS HECHO AVANCES, POR EJEMPLO, CON EL TABACO, RECUERDA ÉL QUE ANTES IBAS AL MÉDICO Y EL MÉDICO TE RECIBÍA FUMANDO, AHORA ES IMPENSABLE, TAMBIÉN HEMOS REDUCIDO EN UN TANTO POR CIENTO MUY LLAMATIVO EL NÚMERO DE ACCIDENTES DE TRÁFICO, PERO, REFERIDO A NIÑOS CON MÓVIL PROPIO "ES MUY GRAVE LO QUE LES ESTAMOS HACIENDO". 

"Si estamos viendo las consecuencias que el móvil tiene ¿por qué no hacemos nada?". "Estamos viendo que cuando abrimos una pantalla de acceso a ese mundo (del móvil) a  nuestros niños, les hace daño, entonces ¿por qué no les protegemos? No es el niño al que le interesa ese mundo, es ese mundo el que quiere acceder a mi hijo"

Continúa apuntando el incremento del número de intentos de suicidio y suicidios consumados entre adolescentes tras la pandemia, sobre todo en la chicas. Describe de qué modo la presión para las chicas en redes sociales es mucho mayor.

Se dice un dato interesante: "Más de la mitad de la población adulta, ve la TV con el móvil en la mano". F. Villar habla entonces de que "un ratón ha de tener multitarea, porque sale al campo para buscar comida, tiene que evitar a la vez a los depredadores y, además, buscar una pareja,  pero nosotros no, nosotros precisamos de la capacidad de concentración. Yo estoy leyendo algo y la línea de arriba no me interfiere en lo que leo. Si no me concentro es cuando luego necesito el mindfulness, etc. porque no me concentro en nada".

Adultos, padres y madres, con el móvil mientras su hijo quiere interaccionar con él, madres dando el pecho mientras miran el móvil en lugar de mirar a su hijo y cantarle... Nos hace daño a todos.

Llega un momento en el que propone una imagen muy retadora. Afirma que "un niño no puede tener un móvil en propiedad" Entonces ejemplifica así: "Si yo sé que hay un callejón peligroso por el que quiere pasar, yo le protegeré (como madre/padre), porque sé lo que hay allí"

La entrevista sigue y continúa lanzando retos y más retos. Yo lo dejo aquí ya paso a comentar esta imagen del "callejón" que me resulta de los más retadora. ¿Por qué estamos permitiendo que nuestros niños y adolescentes se adentren solos en ese callejón oscuro y peligroso que, de hecho, es internet? Sabemos que el acceso a pronografía con contenidos durísimos, humillantes, enfermizos, se da en niños de ocho años gracias a los móviles y tablets. Lo sabemos, lo dicen todos los especialistas, nos avisan. ¿Por qué seguimos diciendo que no puedo controlar el ordenador o el móvil de mi hijo "porque es su intimidad". ¡No es su intimidad, es que tú debes protegerle,acompañarle, ayudarle porque eres su padre o su madre o su tía, eres un adulto, el niño no lo es. 

Por otro lado, y se menciona por parte de F. Villar, el cerebro en esas edades está aún en crecimiento, está inmaduro, también por ese lado, el móvil hace daño a la facultad de la atención, al pensamiento...

Pero, de veras, lo que a mí me ha dejado más impresionada , es que nos lo dice alguien que se dedica a escuchar a adolescentes, chicos y chicas de 12, 15 años, que quieren suicidarse y, en gran medida, por el bullying que comienza en el colegio pero entra en casa,  le persigue en el bolsillo, acoso que no le deja ni en la intimidad de su habitación. Bullying que, algunos niños, confunden con un juego. juego que mata porque les dejamos usar una herramienta potente y brutal como es un móvil.

¿Estamos enfermando a nuestros hijos? Creo que sin quererlo, sí. Pero, tampoco podemos esquivar nuestra responsabilidad como adultos diciendo que "no pasa nada" o que "no sabíamos" porque cada vez tenemos más datos, podemos leer más informes, escuchamos a muchos especialistas, pero... ¿por qué seguimos viendo a niños abducidos por un móvil en nuestras reuniones familiares, en los restaurantes, por doquier en las ciudades? La responsabilidad es nuestra, no de ellos.


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