Esta rápida sucesión de los Papas hace que apenas estás haciendo tu propio duelo por Francisco cuando ya estás recibiendo y haciendo espacio a León XIV. Sonrisas y lágrimas...
El miércoles comentaba con una religiosa que es ahora que Francisco ha muerto, cuando estamos sabiendo más cosas de él, cosas que sorprenden, cosas que te dicen que hubiera querido ir más allá de lo que pudo hacer...
Ahora toca prestar atención al nuevo Papa.
Ayer, cuando todos aplaudían al salir la fumata blanca, me asaltó una pregunta dentro "¿quién te llora ahora Francisco?" Me dio pena pensar que en el caso de un célibe no hay hijos o mujer o nietos que le lloren. Cierto es que tantas personas en el mundo son olvidadas hasta por sus seres queridos en vida y en muerte, pero no sé por qué razón ayer me salía decirle a Francisco que no le olvido. En fin, curiosidades interiores que a una misma le asombran...
Me asaltaban más sensaciones e ideas y... Cuando anunciaron su nombre, Léon, al poco recordé la amistad honda y tierna entre San Francisco de Asís y su querido hermano León.
Recojo algunas aportaciones que tomo del Directorio Franciscano, un texto sobre León escrito por Daniel Elcid, o.f.m.
En los archivos han quedado unos pocos datos biográficos: que era oriundo del Condado de Viterbo, que ingresó en la Orden después de 1212 (Wadingo dice que ingresó en 1210), y que murió en Asís en 1271. Por fortuna, en compensación, abundan los datos psicológicos, que también son biografía y son los que nos interesan más aquí.
«Fue el más simple y puro entre los compañeros de San Francisco» (Gemelli), «alma de niño» (Cuthbert), «el más humilde y el más manso de los discípulos del Santo» (Fortini). Por esa su mansedumbre, el Pobrecillo lo bautizó con el apodo de «Ovejuela de Dios», y el autor de su Vida afirma que lo llamaba así con frecuencia, y que era «por su simplicidad columbina» (1). Y en la definición paradigmática del verdadero hermano menor, el mismo Francisco lo propone como modelo de «sencillez y pureza» (EP 85). Y Celano afirma que «resplandecía por su simplicidad llamativa». Y estas buenas prendas no eran sólo unas simpáticas cualidades temperamentales, sino verdaderas virtudes, aprendidas en la escuela del Pobrecillo: «Fue un hombre llamativamente activo, y fue aun más un auténtico contemplativo, hasta llegar a las más altas intimidades con Dios».
La «simplicidad columbina» del hermano León tenía poco que ver con la del hermano Junípero. El hermano León fue sacerdote, y sacerdote culto, y un hábil calígrafo y escritor. Francisco lo tomó como su secretario y su confesor, y por ese doble título se puede afirmar que supo del Pobrecillo como ningún otro, por fuera y por dentro: «Francisco le tenía al tanto de casi todos sus secretos», y nadie disfrutó como este hermano León de la alegría y el asombro de conocer en conjunto y al detalle al humanísimo y celestial San Francisco. Esa intimidad excepcional de trato justifica lo que hay de verdad en esta afirmación de Gemelli, que suena a ditirambo: «El es el intérprete más fiel de San Francisco». (https://www.franciscanos.org/enciclopedia/leondeasis.htm)
Así que no puedo evitar desear que León XIV sea el interprete más fiel de las puertas y ventanas abiertas por Francisco y lo haga a su manera, siendo él mismo (no en vano dijo San Agustín que Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama) y en respuesta a lo que sea mejor para la Iglesia Universal y para este mundo enfermo de guerras y agentes de división.
Bienvenido, León XIV. Rezamos por ti y te deseamos que la Paz que ayer anhelabas para todos, llene tu corazón.
1 comentario:
Que el Papa León XIV sea el intérprete más fiel del Señor en su pontificia y bien de la Iglesia
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