La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

miércoles, 14 de marzo de 2012

La felicidad que no se puede comprar

Escuchad...



Lo verdaderamente importante NUNCA SE PUEDE COMPRAR.

2 comentarios:

Amaia dijo...

Efectivamente la felicidad no se puede comprar.La felicidad es "interior", no "exterior"; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.


Hablando de felicidad...feliz fin de semana

Amaia

Elena Andrés Suárez dijo...

GRACIAS, la felicidad también nos toca el corazón a través de personas que con su delicadeza, acogida, cariño, acarician e alma, eso tampoco tiene precio.