Cuarenta días, pedagogía cuaresmal en la que el desierto se percibe como espacio a transitar, lugar en el que reencontrar el horizonte quizá perdido u olvidado.
En la travesía por el desierto de los hebreos, Dios caminaba
con ellos como “columna de humo durante el día y de fuego durante la noche:
Y Yahvé iba delante de ellos
de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una
columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de
noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni
de noche la columna de fuego (Ex 13, 21-22).
Qué sugerente, que peculiar que
Dios eligiera tal forma me presencia: nube y fuego. Nube durante el día, fuego
durante la noche y ello, para que no cesaran de caminar.
Quizá la Cuaresma se trate de
eso, de no dejar de caminar. Avanzar, desplegar la vida en un camino no exento
de dificultades, repleto también de hermosas sorpresas. Camino en compañía de
otros caminantes y de Dios.
De día, es decir, cuando se ve,
cuando el camino se perfila con mayor claridad, Dios también es compañero de
camino, se hace presencia tenue, suave, grácil como una nube o como un etéreo
humo. Durante el día todo parece más llevadero. Cuando la luz ilumina el
caminar, quizá Dios quede un tanto relegado, olvidado, en segundo o tercer
plano, pero camina a nuestro lado y nos impulsa con suavidad.
Pero en la noche… La noche oscura
en la que no se ve, no se entiende, en la que los perfiles del sentido y la
orientación se desdibujan y desaparecen, ahí, en la noche, Dios se hace fuego.
No sólo fuego que ilumina y rompe la noche con su claridad, sino también fuego
que quema lo que sobra, lo que estorba, lo que debe ser enterrado.
Ahí descubro algunos mensajes de
la imposición de la Ceniza como inicio de la Cuaresma. Una invitación a quemar
en la presencia amorosa y sabia de Dios, todo lo que no debo ser, lo que no
estoy llamada a vivir, a lo que no debo entregarme. Esa ceniza brota de la
práctica del ayuno, de la limosna y de la oración.
Ayuno como pedagogía que
me enseña a autolimitar mis ansias, mis deseos desmedidos. Ayuno como
aplicación consciente de la sobriedad y la justa medida en lo material, en lo
emocional, en mis pensamientos y palabras. Así, se convierte en ceniza mi ansia
desmedida de tener, de poseer, de controlar, de opinar; pasa a ser ceniza la
parte de mi ego que invade, arrasa, impone y manipula.
Limosna como pedagogía de
lo samaritano: abrir los ojos, ver la necesidad del hermano y hacerme cargo de
él, cargando con él y encargándome de él. Limosna como pedagogía para aprender
a salir de la queja y vivir agradeciendo cada día lo que se tiene, a la vez que
se crece en conciencia de que lo que se tiene no nos pertenece. Limosna: darse
a uno mismo en lo que se da. Arden así el egoísmo y la ceguera, arden las
excusas que me alejan del prójimo y me hacen inmune a su necesidad.
Oración como experiencia
transformante. Oración, Encuentro a solas con quien me ama para dejar mi vida
desnuda ante Él. En la oración terminan de arder en la hoguera del Amor divino
toda mentira y falsedad.
Así, se me antoja que esa ceniza
con la que se nos persigna, debe inscribirse en el corazón. Que sea Jesús, el
Maestro, la imagen perfecta de la humanidad, quien signe nuestro corazón con la
imagen de su cruz. Cruz que anuncia vida, que mata toda muerte. Cruz, preludio
de Resurrección.
Te deseo y me deseo que esta
Cuaresma no dejemos de avanzar hacia esa Tierra Prometida que cada uno de
nosotros lleva dentro de sí. Que crezcamos en sensibilidad para descubrir y experimentar
que Dios acompaña cada uno de nuestros pasos, que nadie camina solo, que no hay
vida que sea inútil o absurda. Ojalá la profunda experiencia de saberme en las
manos de Dios, me capacite para ir al encuentro de esos otros caminantes que
caminan sintiéndose abandonados, cansados, desorientados o maltratados.
¿Podría ser yo también nube en el
camino de quien precisa la lluvia de la amistad o del cariño? ¿Podría yo ser
una nube que guarezca del sol tórrido a quien percibe su vida como un desierto amenazante
y estéril?
Ojalá así sea.
3 comentarios:
Gracies Elena. Ho llegire amb calma
Hola Elena, desde Chile te envío un gran saludo...y te pido permiso para poder usar el texto...sublime!!!...
Marisol, por supuesto, úsalo todo lo que quieras,para eso es este blog. Un abrazo muy grande a ti,a Chile.
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