Sólo por hoy voy a hacer que mi primer pensamiento al despertar sea de agradecimiento.
Sólo por hoy te daré mi beso más dulce a ti, mi pareja, mi hijo/a, mi padre/madre, mi... como inicio de jornada.
Sólo por hoy voy a disfrutar como un niño/a de la ducha, del desayuno, de la ropa limpia rozando mi piel.
Sólo por hoy voy a permanecer en silencio cinco minutitos antes de salir de casa.
Sólo por hoy voy a sonreír a todos los que pasen junto a mí, aunque no tenga ninguna razón especial para hacerlo.
Sólo por hoy miraré a los ojos con respeto y cariño a mis compañeros/as de trabajo.
Sólo por hoy pensaré que todo lo que necesito para ser feliz, está ya aquí.
Sólo por hoy no me quejaré de nada, de nadie.
Sólo por hoy declararé claramente lo bueno, lo positivo de cada persona, de cada situación.
Sólo por hoy no daré cancha a ninguna crítica ni murmuración sobre quien no está presente.
Sólo por hoy me sonreiré al mirarme al espejo y me guiñaré un ojo.
Sólo por hoy reconoceré mis límites sin culpabilizarme.
Sólo por hoy acogeré tus límites sin sentirme defraudado/a.
Sólo por hoy cuidaré mi descanso y el tuyo.
Sólo por hoy te daré un dulce besos de buenas noches.
Sólo por hoy, antes de dormirme diré bajito "gracias".
Sólo por hoy... y mañana... ¡mañana será otro día!
2 comentarios:
He llegado a este precioso texto gracias a uno de esos grandes educadores que componen ese excelente caldo humano riojano del que hablabas en Septiembre de 2010 y sólo quería decir que ¡muchísimas gracias!. Cada frase es al mismo tiempo poesía y filosofía... que proporcionan un porquito de valentía y buen humor para lanzarse al día a día.
GRacias, Idoya, no había leído tu mensaje. Un abrazo.
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