Exceso de palabras,
rutina de tópicos,
reaciones y gestos aprendidos
y, en cambio, hay momentos
en los que el único bálsamo es el amor.
Entonces no te diré nada,
sólo lo justo,
mejor dejar que tú hables,
mi respuesta será mi mirada
y en ella, el bálsamo del Amor.
Paciente y servicial,
amigo de la verdad,
humilde, sin jactancia,
amor cuya palabra es el silencio
amor cuya música es la caricia de la mirada
y el abrazo tierno.
Hay mucho dolor en tantos corazones...
Para todo ese dolor,
el único bálsamo: el Amor.
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