Catalina, Siena 1347-1380. Desde niña enamorada de Dios. Primera mujer soltera admitida en la orden terciaria de Santo Domingo. Vigia de los abismos insondables del alma y de Dios en la intimidad de su habitación-celda. Embajadora de Papas en tiempos de guerras y división interna.
Catalina, peregrina del cielo en la tierra. Testigo del Amor. Catalina que escucha arcanos. Catalina que con su palabra-oración enciende fuegos de cambio en quien la mira. Catalina, incendiada de Dios...
Y
así a uno le daré principalmente la caridad; a otro la justicia; a quién la
humildad; a quién la fe viva; a otros la prudencia, la templanza, la paciencia,
o a otros la fortaleza. Y así, muchos dones y gracias tanto de virtud como de
otras cosas espirituales y corporales, y digo corporales refiriéndome a las
cosas necesarias a la vida del hombre, todas las he dado con tanta diferencia
y no las he puesto todas en uno, para que así estéis por fuerza obligados a
ejercer la caridad unos para otros, aunque bien habría podido proveer a los
hombres de todo lo que necesitaban tanto en el alma cuanto en el cuerpo; pero
quise que uno tuviera necesidad del otro y así fuesen administradores míos
en administrar las gracias y dones que han recibido de mí. Así que, quiera o
no el hombre, no puede menos de ejercer forzosamente el acto de la caridad. Es
cierto, empero, que si no la ejerce y no la da por amor de mí, ese acto de
caridad no tiene valor en cuanto a gracia."
Del Diálogo de santa Catalina de
Siena, virgen y doctora (c.7,
ed. G. Cavallini Roma, 1968, p. 8-19).
1 comentario:
Cuando tú encuentres el camino
Otros te encontrarán a ti. Al pasar por el camino
Serán atraídos hasta tu puerta
Y el camino que no puede oírse
Resonará en tu voz
Y el camino que no puede verse
Se reflejará en tus Ojos.
Lao Zi
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