El cine infantil se va haciendo eco de la sensibilidad de cada época. En "Dumbo" (1941) Walt Disney presenta a un elefantito en un circo como algo normal, el mensaje giraba en torno al respeto al diferente, podemos reírnos de él, pero, cuidado, puede esconder sorpresas. Llegará después "Bambi" (1942) donde los cazadores malvados matan a la madre del cervatillo, una película que quiere rescatar a los animales de la cautividad humana que asesina y quema. Llegó más tarde "El Rey león" (1994) en esta película la clave está en "el ciclo de la vida", en la sabiduría que la propia naturaleza posee. Dando un salto nos encontramos con "Kung Fu Panda"(2008) de la factoría Dreamworks en donde la meditación aparece como camino para encontrar la fuerza interior que permite al protagonista vencer al mal. Un año después (2009), niños y adultos nos quedamos con la boca abierta viendo "Avatar" de James Cameron, en ella, la tecnología y la espiritualidad se dan la mano. La tecnología en sí no es "mala", parece decirnos Cameron, pero puede hacer olvidar a los seres vivos su profunda y total interconexión con todo lo que existe. De fondo, en Avatar, encontramos una propuesta que podríamos calificar de "mística": la unión con el todo.
Fuera del ámbito de las películas infantiles, en 2013 "Elysium" de Neill Blomkamp sorprende con un final, tras innumerables escenas de golpes de todo tipo, en el que queda claro que para que la humanidad perviva tan sólo hace falta algo tan sencillo y tan difícil para la mayoría de nosotros/as como la generosidad y la empatía, cuando es así, hay para todos y no sólo para unos pocos. El año pasado "Interestellar" nos propuso la fuerza del amor como camino para que el ser humano encuentre su verdadero hogar.
Todo este recorrido me lleva a pensar que realmente los humanos vamos evolucionando. Poco a poco la comprensión del medio natural como un ámbito para depredar sin medir las consecuencias, la mente científica como única verdad, el menosprecio de lo espiritual, va dejando paso en más y más personas al respeto por el medio natural que origina propuestas ecologistas de mayor calado y que implican más nuestra vida cotidiana, el diálogo entre la ciencia y la fe va encontrando mas eco entre los científicos, las religiones facilitan más y más los espacios de encuentro no sólo inter-teligioso sino ya incluso "trans-religioso", espacios de reflexión y vida donde lo "no-dual" emerge como paradigma deseable y necesario si queremos de veras mejorar la vida en este mundo.
Precisamente, en la misma semana en la que el Papa Francisco prepara la presentación sobre ecología "Laudato Sii" y en plena preparación de la cumbre sobre el cambio climático que se celebrará en París el mes de diciembre de este año, ayer vi en el cine una de esas películas que "dicen algo": TOMORROWLAND, la tierra del mañana, de Walt Disney.
Ahora la propuesta ya no es que hace falta salvar el mundo, ni que si queremos "hay para todos", ni siquiera el amor como camino, ahora el subrayado está en la NECESIDAD DE SOÑADORES/AS.y eso me ha hecho recordar algo que ayer colgué en el muro de Facebook, se trataba de una entrevista en la contra de la Vanguardia a AUGUSTO CURY, el psiquiatra brasileño autor del best-seller "El vendedor de sueños". Y como me parece que la película que vi ayer es una preciosa llamada a soñar con un mundo mejor poniendo nuestros a dones a trabajar para hacer verdad ese sueño, sin conformarnos con los mensajes de los "profetas de calamidades" y sin dejarnos abrumar por la cantidad ingente de noticias que saturan nuestro cerebro incapacitándolo para la respuesta, a continuación os ofrezco esa entrevista y os invito también a que veáis la película que, en otro orden de cosas, tiene unos efectos especiales divertidísimos y una banda sonora preciosa, además de contar con George Clooney como protagonista.
Augusto Cury: "Nuestra sociedad se ha
convertido en un gran manicomio global"
El psiquiatra brasileño vende sueños para curar
un mundo enfermo y con tendencia depresiva|
04/01/2011
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