La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

miércoles, 13 de enero de 2021

Reflexiones estáticas 3: De cómo lo estático y lo extático se dan la mano

 


Hoy, mientras pedaleo hacia ningún lugar, me viene a la cabeza la diferencia entre “lo estático” y “lo extático”. ¡Cómo una letra puede cambiar el significado de una palabra!

Estático según me dice la Rae es dicho de lo que permanece en un mismo estado, sin mudanza de él o de una persona que queda parada de asombro o de emoción.

Lo extático, me dice el diccionario, significa que está en éxtasis o que lo tiene con frecuencia o habitualmente.

Me doy cuenta de que un poco “extática” ya soy y no porque viva arrobamientos místicos al estilo de lo que solemos imaginar cuando pensamos en esas cosas, sino porque hay tantas cosas que me “extasían”: Despertarme y sentir que mi marido está a mi lado. El hecho de que cada día esté a mi lado me maravilla, me lleva al agradecimiento profundo. Percibir al levantarme que mi cuerpo responde, que me pongo en marcha, que todo está básicamente bien. El tiempo de oración donde todo brilla más, tiene más sentido y se revela en novedades insospechadas y en invitaciones inesperadas a “ir más allá”. El delicioso “pack” diario de ducha y desayuno, con sus sabores, sus aromas, sus pequeñas liturgias establecidas que ayudan a afrontar el día. El sol, o la lluvia o el viento… Matices de colores, de sensaciones diversas. El sencillo placer de mi casa limpia y ordenada. El saludo cariñoso, el recuerdo inesperado, la presencia cálida de un amigo que te llama o al que sientes el irrefenable deseo de llamar. Saber todo el bien que están haciendo personas a las que conozco y que me inspiran. Llamar a mi madre por teléfono y sentirla animada, positiva, cariñosa y recibir varias dósis diarias de sabiduría y de practicidad conversando con ella.

Y así tantas razones para el éxtasis diario, desde el punto de la mañana al último segundo antes de cerrar los ojos.  El éxtasis que me deja “estática”, parada, más bien embelesada durante unos segundos, o durante unos minutos.  Así me doy cuenta de que lo extático se convierte en razón para lo estático. Las potencias se recogen absortas en ese rostro, esa sensación, esa palabra, ese “no-sé-qué” que todo lo atrae y refrena y que actúa a modo de “tentempié” del alma para que ésta reciba su diaria dósis de buen alimento.

Y, así, de “éxtasis en éxtasis” el mundo se va revelando más bello, más lleno de sentido y orden. De “éxtasis en éxtasis” lo cotidiano, ser revela espacio y motivo para lo sagrado.

Pero, para que esté el interior abierto al éxtasis diario de la existencia, hizo falta practicar lo estático muchos años, en muchos momentos. Los tiempos de “parón” que permitieron afinar los sentidos. Los tiempos de fortalecer la mirada interior para poder al fin, un día, por sorpresa, descubrir que “todo es revelación, que todo lo sería de verlo en estado naciente”, así lo decía María Zambrano. Así lo siento yo hoy pedaleando estáticamente.

4 comentarios:

Pere dijo...

Tu creatividad me extasía, amiga Elena. Gracias una vez más por enseñarme a quedar estático ante tantas cosas, a "darme cuenta" de ellas, unas bellas y otras para que las embellezca. No es lo mismo ver que mirar. Un abrazazo, extasiante y estático por un rato.

Leonardo bottaioli. dijo...

Maravilloso pensamiento extatico. Me encanto

Elena Andrés Suárez dijo...

Gracias, Pere y Leo. Un gran abrazo.

Elena Andrés Suárez dijo...

Gracias, Pere y Leo. Un gran abrazo.