La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

sábado, 16 de abril de 2022

Ella, María...

Ella, María, Escuchando y llevando muy adentro

hasta la entraña de sus entrañas,

lo que ve, lo que escucha,

lo que toca con sus manos,

el olor y el sabor de la vida, con ella lo lleva.

Ella, María,

mujer, judía, esposa y madre.

Ella, María,  CREYENTE,

más aún, existencia abandonada total y radicalmente en su Dios.

Ella, María, mujer abierta en canal,

campo arado,

surco de la Divinidad,

plena de frutos y aún de semillas,

Ella, María, útero gestante de la hondura de un Dios 

inaccesible para los soberbios.

Ella, María, oteadora de los caminos

por los que pasa Dios, 

caminos secundarios que no sabe encontrar

los poderoso de este mundo,

caminos ocultos para los ojos adormilados y acomodados.

Ella, María, la mujer

la bendita mujer entre todas las criaturas,

el Debir consciente

donde la Palabra puede resonar

y hacerse carne y parábola y milagro.

Ella, María, en el sábado, silente Presencia,

dolor sin grito,

caricia de madre a un hijo asesinado,

duelo y llanto abrigados por una pertinaz esperanza,

la de los mansos y los pacíficos,

la del ser Bienaventurado

que aún destrozado por la tragedia,

alcanza a ver más allá.

Ella, María, la mujer humana como todos los humanos,

traspasada por Dios, colmada por Dios,

remecida por Dios

resucitada desde aquel FIAT que gestó en ella muerte y Vida.

Ella, María, custode de los misterios de Dios

haciendo siempre lo que Él pronuncie

y, así, transformada su agua en Vino de Vida Eterna.

Ella, María, en espera activa,

conteniendo el aliento,

sintiendo en sí de nuevo dolores de parto.

En ella, en María,

nuestra espera del Sábado Santo.


Elena Andrés Suárez


1 comentario:

Pere dijo...

Gracias amiga Elena. Me ayudas a vivir este Sábado Santo.