La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

martes, 28 de abril de 2020

Afectar...Infectar...Ofertar



VERBOS EN CLAVE DE FE DESDE UNA ÉTICA SAMARITANA

FE: no sólo entendida como virtud teologal, creencia en un Dios, sino como confianza, apertura, religación, relectura de la realidad.

En nuestro caso: religación de las dimensiones antropológicas de interioridad y exterioridad que con empecinamiento dualista siempre separamos y hasta entendemos como opuestas.

Tres verbos para la pandemia, ahora y cuando “salgamos de casa”:

                        Afectar…Infectar…ofertar

                        aFEctar…InFEctar…oFErtar

Dejarme AFECTAR por el dolor de los otros (hacerme cargo de la realidad)

Dejarme INFECTAR por el virus de la “proximidad” (cargar con la realidad)

OFERTAR mi presencia, mi tiempo, mi dinero, mis capacidades, lo que sea preciso en pro del bien del otro (encargarme de la realidad)

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